22 nov 2009

En el campo

La verdad es que la agricultura es bastante dura. Siempre hay algo que hacer. Ayer Sábado me fui sólo a la casa que mis padres tienen en Valsequillo, para hacer unas cuantas cosillas ya que mi padre había cogido algo de fiebre.

Llegué sobre las nueve menos cuarto de la mañana, noté que había llovido y ya desde ese momento decidí que los matos no necesitarían agua esta semana. Así que me dediqué a regar las verduras que había plantado la semana pasada, a saber, lechugas, pimientos y albahaca.

Luego había que recoger naranjas.........
Las habichuelas, que ya estaban para recoger y que últimamente estamos preparando en casa, salteadas con tacos de jamón serrano, setas, ajos y perejil
Cogí la mayoría de las lechugas,
una bandeja de higos
Y flores


14 nov 2009

Lady Dottie and The Diamonds


Hace unas semanas me dio por echarle un vistazo a la página de espectáculos de mi ciudad y me encontré con que estaban anunciados varios conciertos para los meses de Noviembre y Diciembre de 2009.

De pronto, con el programa a la vista, reparé en que en Noviembre se habían programado tres conciertos para la misma fecha y para la misma hora, dos de jazz y uno de blues. La verdad es que me sorprendió bastante y la primera pregunta que rondó mi cabeza fue cómo podía haber ocurrido esta desgraciada coincidencia. Vamos que por aquí, los consumidores de este tipo de música somos, más o menos, siempre los mismos. Por otro lado, el jazz no es una música que atraiga a las masas y si me apuran, pues el blues tampoco. Total que para el día 11 de noviembre, nos vimos obligados a elegir entre el concierto que el afamado pianista canario Polo Ortí ofrecía en el Teatro Cuyás, acompañado por el vibrafonista Gary Burton; el del MGT Trío, siglas que se corresponden con los apellidos de Wolfgang Muthspiel, Slava Grigoryan y Ralph Towner, que presentaban el repertorio del disco From a Dream en el Paraninfo de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y por último, el espectáculo de los californianos Lady Dottie & The Diamonds en el Cicca.

Resulta bastante incomprensible esta descoordinación cultural, porque si algo está fuera de dudas, es que no existe en esta ciudad público suficiente para garantizar una asistencia mínima a los tres eventos. Ya es bastante costoso traer bandas hasta las islas, como para haber pasado por alto un detalle tal magnitud.

Total, que al final, nos decantamos por asistir al de Lady Dottie y The Diamonds, movidos por la idea de ver qué tal resultaba esta combinación musical, en principio algo extraña, de una vocalista negra de 66 años, con un grupo de cuatro treintañeros melenudos blancos. Y me temo que la mayoría de los habituales a este tipo de espectáculos tomaron la misma decisión, porque el local se llenó de público.

Antes de entrar nos echamos unas cervecitas en el bar del Hotel Madrid que se halla en la Alameda de Colón de mi ciudad, justo en frente del Centro Insular de Cultura (Cicca).

El concierto empezó puntualmente. A las 20.30 horas aparecieron sobre el escenario Joey Guevara, piano, voz y armónica, Stephen Rey al bajo, Nathan Beale a la guitarra y Richard Larson a la batería, para con los primeros compases, dar la entrada a Lady Dottie.

Desde el primer tema que interpretaron, nos vimos frente a una potente banda que sonaba redonda y compacta. Rápidamente la sala se inundó con una explosión de rock and roll y blues, puro y sin adulterar, que fue en aumento a medida que avanzaba el espectáculo.

La marca norteamericana de instrumentos musicales, Fender, dominaba el escenario. El guitarrista Nathan Beale usaba una Telecaster que, enchufada a un Fender Twin Reverb, desplegaba el tono característico, fino, delgado, esbelto de este tipo de guitarras y aunque, a mí, personalmente me gusta mucho más el sonido gordo, grueso y espeso que se puede sacar de una Gibson –la otra gran marca yanqui- tengo que reconocer que, si tuviera una Fender, sería una Telecaster. El bajista, por su parte, apareció armado con un Fender Jazz Bass enchufado a un cabezal del que no logré ver su marca, el cual, a su vez, tenía conectado a una pantalla Ampeg, que por el tamaño, juraría que debía ser una 4x10.

Todos los músicos rayaron a muy buen nivel, mostrando una técnica elevada, haciendo patente un completo dominio sobre sus respectivos instrumentos y una soberbia compenetración entre ellos.

Beale ejecutó potentes solos cargados de intuición y matices, aderezados con poderosos riff y con un fraseo enérgico, contundente y vigoroso, que invitaban al respetable a todo, menos a quedarse sentados en sus butacas. Me fijé en la gente que me rodeaba en la sala y creo que no hallé ninguno que no estuviera moviéndose en el sillón. Los temas rockabilly, correctamente ejecutados, sólo te empujaban a…..¡levantarte y ponerte a bailar! Pude observar que Beale utilizaba dos, como mucho, tres pedales de efectos, distorsión y delay entre ellos, con los que transmitía toda la fuerza del rock and roll y del blues de los años cincuenta. Sus mejores solos, en mi opinión, fueron los que se marcó con saturación, vivos, rápidos, sutiles, instintivos, directos y sin concesiones al preciosimo.

Joey Guevara me pareció un intérprete notable. Tanto con la armónica, como con el piano. Soleaba con sentido, con feeling y frescura, atacando los temas con expresividad. Con la armónica, arrancó los aplausos del público en más de una ocasión, y además se encargaba también de hacer los coros, poniendo el contrapunto al tono grave de Lady Dotty.

La sección rítmica, perfectamente disciplinada, fue precisa e impecable en la ejecución. Stephen Rey al bajo, -que se nos presentó con gafas de sol- estuvo correcto y justo. No destacó, simplemente, pues porque el papel del bajista en este tipo de música no permite excesivo juego, al igual que el batería, que de la misma forma que Rey con el bajo, tampoco tuvo ocasión de demostrar toda su valía. De todas formas, ambos cumplieron notablemente su cometido. Y el batería, particularmente, me gustó bastante, pero evidentemente, fueron Beale y Guevara los que más ocasión tuvieron para desplayarse soleando.

El concierto estaba bien planeado. Una hora y media seguida de blues o de rockabilly, puede llegar a hacerse tedioso, por lo que, creo, el músico debe medir con mucho cuidado y considerar con sentido, cómo va a desarrollar el espectáculo y desde este punto de vista, todo el concierto se desenvolvió de la misma forma: primero un tema de blues y a continuación, otro de rock and roll, de forma que mantuvieron siempre vivo el espectáculo y sobre todo, atenta a la audiencia. Muy bien proyectado el concierto, sin duda, y muy bien elegidos los temas que interpretaron.

Y por último Lady Dottie. En mi opinión, ella se llevó el sobresaliente.

Nacida Dorothy Mae Whitsett, parece, en Alabama, recogió algodón hasta que tuvo que dejar los estudios para hacerse cargo de sus doce hermanos, mientras sus padres trabajaban. Pasó hambre y hasta se escapó de su casa.

Lady Dottie presenta un curriculum, espectacular: ha colaborado con los Rolling Stones, con Ike y Tina, con Kool and The Gang, Muddy Waters y Buddy Holly, con Ray Charles, Chuck Berry, Ottis Redding, Little Richard.....y desde luego, después de verla en directo resulta totalmente comprensible.

Entró en el escenario como un vendaval, pertrechada con la potencia inmensa de su voz. Un sólo registro vocal, sin modulaciones significativas, pero.............¡¡qué registro!! En algún momento me recordó el tono de voz de James Brown. Lady Dottie es una auténtica blueswoman. Con raíces profundamente hundidas en el Gospel, en unas ocasiones interpretó temas de blues y de soul, llenos de calor y sensibilidad y en otras, temas de rock and roll, ejecutados de forma magistral gracias a una voz, robusta, sólida y compacta, sin permitirse licencia alguna. El espectáculo fue un ejemplo de sobriedad en la ejecución. Sonaban quizás, un poco alto pero me pasé un magnífico rato escuchándolos.

El concierto continuó con más temas y cuando miré el reloj, habían pasado ya dos horas. A los diez minutos finalizó, dejando en el público un magnífico regusto de placer, después de la sobredosis de blues y rock and roll que esta banda de San Diego, California, inyectó a los asistentes.

Me quedan tres. Bill Evans y la Soul Grass el próximo 19 de noviembre. El Georgia Mass Choir el 12 y The Glenn Miller Orchestra el 17, ambos en diciembre.


12 nov 2009

Y más fotos


De las dos playas que hay en el mismo corazón de Las Palmas de Gran Canaria, la de las fotos, Las Canteras, es la de mayor afluencia. Las fotos están sacadas a primera hora de la mañana. Al fondo, el Auditorio Alfredo Kraus.





8 nov 2009

Hoy.....fotos

El otro día cogí la cámara, subí en la moto y, aprovechando el buen tiempo, me dí un paseo hasta el Pico de Bandama. La primera foto es del campo del Real Club de Golf de Las Palmas, que fundado el 17 de diciembre de 1891, es el más antiguo de España. Pinchando en la foto, ésta se amplía. Puede verse gente jugando al tenis y en el lado izquierdo de la foto se observa la entrada al campo que..............

está situado al borde de la Caldera de Bandama, resultado de una gran explosión en el cono volcánico de Bandama, acaecida hace 1970 años. En esta foto, el edificio de entrada al Club de Golf queda a la derecha.

De allí, tiré para Arucas y aquí vemos La Isleta y la zona de la playa de Las Canteras, vistas desde la Montaña de Arucas


Aquí unas fotos de las verduras que mis padres tienen plantadas en su casa. En primer lugar pimientos, luego naranjas y naranjas chinas


4 nov 2009

Tu quoque fili mi

¡Qué penoso espectáculo nos está ofreciendo el PP!

Por un lado, Madrid. Tengo que reconocer que el actual alcalde de la Villa del Oso y el Madroño me cae bastante mal y, desde luego, no me gusta como candidato a presidente del Gobierno, si bien su preparación y experiencia están fuera de toda duda, al contrario que el innombrable, que ha accedido a la Presidencia del Gobierno sin mérito, ni bagaje alguno y como consecuencia estricta de una manipulación asquerosa y repulsiva de unos atentados siniestros, pero Gallardón, simplemente, no me gusta.

Su continuo interés por desmarcarse, a toda costa, de la línea general trazada por el Partido Popular, en un intento de aparecer como el paladín de la derecha “dialogante”, frente a la derecha “reaccionaria e inflexible” representada por Rajoy. Sus repetidos guiños al grupo Prisa con el objeto de obtener un respaldo mediático que el diario de cabecera del grupo, El País –un panfleto infumable, por otro lado- está dispuesto a ofrecerle, no porque crea en él como un futurible candidato válido para dirigir España, sino porque lo considera una herramienta objetivamente útil para desgastar al Partido Popular, una especie de caballo de Troya con el que garantizar la permanencia del PSOE al mando del timón de España, por mucho que Prisa haya sido sustituida por la Sexta, Roures y el marido de Carmen Chacón en todo el entramado mediático socialista. Su desmedida ambición por hacerse con las riendas del Partido Popular, casi a cualquier precio o sus manifestaciones ante ZP recriminando a todos los ciudadanos que abuchearon al Presidente del Gobierno el pasado 12 de octubre, cuando hay motivos de queja más que suficientes, cuano para más inri representa no sólo a Madrid, sino al principal partido de la oposición al ¡¡propio ZP!!. Su ataques directos a Esperanza Aguirre y a CajaMadrid y ahora, por último, lo de Cobos, el vicealcalde de Madrid que –con conocimiento de Gallardón, no me cabe duda- ha realizado unas manifestaciones que únicamente han servido para que Pepiño Blanco las use de munición pesada contra el PP.

Por otro, Valencia. ¡Ya está bien de que Camps crea que puede hacer lo que le parezca! Vale que lo de los trajes no fue más que otra de las operaciones de propaganda goebbelianas propia de los socialistas y que a lo más que llegó, fue a una acusación por un supuesto “cohecho impropio” –han tenido que retorcer la interpretación de la norma hasta el extremo-, de acuerdo con que sólo a un imbécil se le ocurriría quemarse por tres o cinco trajes valorados en tres mil quinientos euros, pero la actitud desplegada por Camps con respecto a Costa, ha constituido un intento de insubordinación para con la dirección nacional, que no debe quedar impune. Tanto más, cuando la comunidad autónoma valenciana constituye uno de los bastiones populares en el país.

Por otro, Esperanza Aguirre, que aunque en mi opinión es la mejor candidata para dirigir el PP y España con diferencia, también ha contribuido -bien es verdad que por otros motivos- a todo este espectáculo que ha presenciado la ciudadanía.

Con la situación económica que estamos sufriendo, con los niveles de paro más altos de la Unión Europea -los cinco millones de parados ya constituyen un escenario más que probable-, con un ZP que sufre un muy acusado desgaste, más que nada por la cosmeticidad de las medidas que ha adoptado para afrontar la crisis, el PP se desgañita públicamente en luchas intestinas que no hacer sino dinamitar la imagen de solidez rocosa que exhibía hasta ahora.

Rajoy debe ser sustituido cuanto antes. Su indolente y, por qué no asumirlo, pusilánime forma de entender la política, buscando siempre contemporizar antes que adoptar medidas contundentes dentro de sus propias filas, no hace sino transmitir una sensación de zozobra a todos aquellos que tememos las trágicas perspectivas que se cernirían sobre España con una nueva legislatura bajo el desastre socialista.


Moto