22 mar 2015

El lobby gay


Nunca he estado de acuerdo con la adopción de menores por parte de parejas homosexuales y aunque creo firmemente que cualquiera de estas parejas puede criar a un menor exactamente igual de bien o de mal que una pareja heterosexual, siempre he pensado que todos tenemos derecho a tener un padre y una madre y que nadie puede privarnos de ello basándose en su personal orientación sexual.
Mi opinión es bastante simple.
Primero, en nuestro Ordenamiento Jurídico no existe el “derecho a adoptar”, sino que lo que se reconoce es el “derecho a ser adoptado”, es decir, ese derecho recae sobre el menor huérfano, no sobre los adultos y es el primero el único que puede ejercerlo y exigirlo. Este hecho lo desconoce mucha gente
Segundo, al tratarse de un menor, el Estado debe, en su nombre, velar para que sea entregado a una unidad familiar que garantice su desarrollo.
Tercero, como los hijos vienen de una relación entre hombre y mujer y como el 95% de las unidades familiares españolas están formadas por padre, madre e hijos, me parece que insertarlo en un entorno familiar idéntico al suyo –cuyo origen es un padre y una madre- es lo que mejor garantiza el desarrollo integral de los menores huérfanos.
Los modistos italianos Doménico Dolce y Stefano Gabbana, propietarios de la mundialmente famosa marca “Dolce & Gabbana”, afirmaban en una entrevista concedida a la revista “Panorama”, entre otras cosas, que “somos una pareja gay que dice no a la adopción por parte de parejas homosexuales. Cuando naces tienes un padre y una madre. Al menos debería ser así y por eso no me convencen lo que yo llamo “niños químicos o bebés sintéticos” en referencia a hijos concebidos a través de vientres de alquiler o in vitro por parejas gays.
El cantante británico Elton John ha montado en cólera al enterarse de la opinión expresada públicamente por los italianos y ha pedido un boycot a los productos de su marca. Vuestro pensamiento arcaico está pasado de moda, como vuestra ropa. Nunca volveré a llevar Dolce&Gabanna ¡Cómo se atreven a llamar sintéticos a mis queridos hijos!”, parece que ha bramado.
Sin entrar a valorar la intolerancia mostrada por Sir Elton John con los que no piensan como él, no hay duda que ha hecho prevalecer su orientación sexual, sobre el derecho de sus hijos a tener una madre. Lo mismo que el cantante puertorriqueño Ricky Martin negándoselo a sus propios mellizos. “Vuestras opiniones son demasiado poderosas como para estar esparciendo tanto odio”, ha criticado a los italianos.
Sin embargo, Dolce y Gabbana han recibido numerosos apoyos en la red de gente que defiende la libertad de expresión de los italianos y de todas ellas destaca una carta que les han enviado desde los Estados Unidos y que copio a continuación:
Estimados Dolce y Gabbana,

Saludos desde los Estados Unidos. Los seis firmantes de esta carta fuimos todos criados por padres y madres gays y lesbianas. Somos cinco mujeres y un hombre bisexual, aunque todos hemos criado a nuestros hijos con sus padres de sexo opuesto.

Queremos darles las gracias por haber dado voz a algo que aprendimos por experiencia: Todo ser humano tiene una madre y un padre, y apartarlos de la vida de un niño es robarle su dignidad, humanidad e igualdad.

Sabemos que los padres homosexuales aman a sus hijos, dado que nosotros queremos a nuestros padres y ellos nos quieren a nosotros igualmente. No obstante, hemos tenido todos la experiencia de primera mano de ver la dura reacción que sigue cuando se cuestiona la visión dominante de “la paternidad homosexual” como universalmente positiva.

Sabemos que los someterán a una tremenda presión, especialmente hoy cuando Italia y Estados Unidos están siendo empujados a ignorar nuestro derecho a tener una mamá y un papá, con el fin de complacer al poderoso lobby gay.

Nadie recibe ataques más feroces de parte del lobby que aquellos que viniendo de la propia comunidad gay, cuestionan sus políticas: los hijos de parejas homosexuales y los gays que los defienden (como ustedes dos).

Lo más probable es que muchos en la comunidad internacional traten de conseguir que sus espectáculos sean cancelados, censurados sus anuncios y destruida su reputación en internet.

Ustedes han demostrado ser extremadamente valientes. Ustedes han impulsado nuestra inspiración para preparar cartas y enviarlas a la Corte Suprema de los Estados Unidos en contra del matrimonio gay.

Queremos alabar su coraje y agradecerles su inspiración. También les imploramos que no se rindan cuando la reacción violenta crezca en intensidad. Si ustedes se retractan y se disculpan por lo que dijeron, los niños de hogares homosexuales serán aún más vulnerables y quedarán más desacreditados.

Es importante por nuestro bien, por el bien de los niños italianos, que no se disculpen ni capitulen. Por favor, apoyen la idea de que todos los niños necesitan estar unidos con sus madres y padres. Es un derecho humano.

Si podemos ayudarlos de alguna manera, por favor, háganoslo saber. No todos somos cristianos, pero queremos enviarles nuestras bendiciones y prometerles que desde ahora, seremos compradores para toda la vida de Dolce y Gabbana.

Heather Barwick, colaboradora de Federalista
Rivka Edelman, co-autora de “Jephthah’s Daughters: Innocent Casualties in the War for Family Equality”
Katy Faust, redactora en asktheBigot
Robert Oscar Lopez, co-autor de “Jephthah’s Daughters: Innocent Casualties in the War for Family Equality”
Denise Shick, autora de “My Daddy’s Secret”
Dawn Stefanowicz, autora de “Fuori Dal Buio: La Mia Vita Con Un Padre Gay”.

https://www.aciprensa.com/noticias/seis-hijos-de-parejas-gays-envian-carta-a-dolce-y-gabbana-gracias-por-defender-nuestro-derecho-46482/

 
Por cierto, cuatro o cinco días después de pedir el boycot de los productos de la firma italiana, el diario británico “Daily Mail” se preguntaba “Pero ¿ya se ha acabado el boycot, Elton?”, tras fotografiar al cantante británico en Los Ángeles con una bolsa de Dolce & Gabbana en la mano.

http://www.dailymail.co.uk/news/article-2999023/Elton-John-seen-LA-holding-Dolce-Gabbana-shopping-bag.html

7 mar 2015

En Tenerife


El pasado 2 de marzo, en la vecina isla de Tenerife, dos delincuentes armados,  encapuchados y con material para amordazar a las víctimas, han irrumpido en la casa de unos vecinos del municipio de Arafo a las 21:45 horas. Los moradores, un matrimonio de esos con más de 50 años de casados encima. Según leo en la prensa, él ronda los 80.

Ambos son zarandeados y golpeados violentamente por estos hijos de puta. Les exigen dinero, entregan lo que tienen, pero no es suficiente. Quieren más y comienzan a golpear a la esposa. Aterrado, el marido comenta que hay dinero en otra habitación. Cuando vuelve, regresa con una pistola en la mano. Sin mediar palabra, dos tiros. Uno al suelo y el otro, mortal, atraviesa la mejilla de uno de los asaltantes. El segundo miserable huye.

Ayer creo han dejado libre con cargos al vecino de Arafo.

¿Qué habríamos hecho cualquiera de nosotros en el caso de este matrimonio tinerfeño? 

Yo nunca me planteé ni siquiera la posibilidad de que los ciudadanos pudiésemos tener armas en nuestro poder y reconozco que fue sólo después de algunos años dejándome caer por un foro de habla inglesa frecuentado por pocas personas, entre ellos, doce o quince yanquis, que empecé a ver la vaina de otra manera.

Estaban más o menos en un 70-30, a favor y en contra, respectivamente, pero con el tiempo, leyendo sus argumentos y la justificación razonada que ofrecían, se me iba haciendo más difícil no entender sus puntos de vista. Se ajustaban precisamente al suceso ocurrido en Tenerife. 

Muchos norteamericanos creen que si dentro de sus casas son víctimas de una intimidación grave para sus vidas o para la de sus familias, están legitimados para eliminar esa amenaza de forma expeditiva, contundente e inmediata. Eso es lo que persiguen: acabar con lo que aterroriza a la familia cuanto antes, nada de disparos al aire. El derecho a erradicar el peligro extremo que se cierne sobre los tuyos, una vez asumiste que la ayuda externa podía –les basta la presunción- no llegar a tiempo. El rechazo a dejar la última posibilidad de defender sus vidas a cargo de terceros. En esos momentos, muchos yanquis piensan que los medios para garantizar su protección deben estar necesariamente en sus propias manos. Y a mi esto, hoy ya no me parece tan descabellado.

Se me ocurrió comentar que bueno, que por aquí, al no haber armas en poder de los ciudadanos, no existían tantos delitos como allí y que las probabilidades de que estas cosas ocurrieran no eran muy habituales. 

La mayor o menor probabilidad de que pueda producirse un suceso como este les resulta irrelevante. La sola posibilidad de que pueda ocurrirles a ellos les es suficiente para exigir el derecho a defenderse. “¿Tiene airbag tu coche?”, me preguntó uno. “Sí”, contesté. “¿Cuántas veces ha saltado desde que lo tienes?” continuó. “Ninguna”, repliqué, “¡pues eso!, basta con que se dispare una única vez para que puedas haber salvado la vida, da igual el índice de probabilidades de que ocurra un accidente. Está previsto para protegerte a la primera, cuando sea necesario”……como les ha ocurrido a estos vecinos. A pesar de que el autor de los disparos carecía de licencia y ni siquiera el arma se hallaba registrada, no queda más remedio que admitir que el hecho de que tuviese una pistola en casa, eliminó la amenaza de forma completa y definitiva. Si no llega a tenerla, tal vez habrían sido ellos los fallecidos o los gravemente heridos. 

También apunté que en su país, al contrario que por aquí, los casos de tiroteos indiscriminados en campus universitarios o en centros comerciales, eran frecuentes, así como el número de muertos y heridos por armas de fuego, pero igualmente fui rebatido. El individualismo propio de la idiosincrasia yanqui se impuso. “Me da igual que hayan muchos casos de tiroteos, mi derecho a defenderme está por encima del hecho de que otros puedan hacer un uso criminal de sus armas y de las víctimas que ese uso pueda producir. La protección de mi vida dentro de mi casa debe poder estar en mis manos por encima de cualquier consideración.”
 

Insistí alegando que el hecho de que el delincuente supiese que los ciudadanos disponían de armas, hacía que aquéllos buscasen otras más potentes y más sofisticadas, pero nuevamente, nunca mejor empleado, fui desarmado. “¿Puede un ciudadano tener legalmente armas en España?”. “No” respondí. ¿”Tienen los delincuentes en España la posibilidad de hacerse con armas”?. “Sí” musité……….”entonces, ¿qué más da el tipo de arma, si el delincuente puede fácilmente conseguir una con la que atacarte y tu ninguna con la que defenderte.” 

Por otro lado, ¿qué intenciones pueden albergar dos tipos que entran en tu casa de noche, con el rostro cubierto y armados? ¡Ninguna buena! ¿Qué podemos hacer los españoles en esos casos?

Cualquiera puede trasladar el suceso de Tenerife a su propia familia y ponerse en situación. 

Como no estás acostumbrado a verte inmerso en un trance de este calibre y como para los delincuentes es el pan de todos los días, ya estás en desventaja desde el principio. Ellos saben cómo desenvolverse y tu no, por lo que probablemente pronto puedas ser presa casi total del pánico. Imaginemos por un momento las pulsaciones a las que estaría latiendo nuestro corazón, con dos encapuchados armados en casa. Sigamos. Tu mujer con la nariz rota y sangre en la cara tras recibir una piña, a ti te encañonan y te exigen dinero mientras la hoja de un cuchillo está apoyada en la yugular de tu hija para que no tardes mucho en poner la pasta sobre la mesa. ¿Más?...... los de Tenerife llevaban cinta americana, así que maniatarnos, ensañarse con nosotros o violar a nuestras mujeres tampoco es descartable. Y entonces, llegados a este punto, si dispongo de una pistola  ¿tengo que controlar el extremo nerviosismo que me atenaza, con la única finalidad de valorar la forma en la que me defiendo del asaltante para que mi respuesta “sea proporcionada”? ¡Por favor!. Lo único plausible es que dispares una, dos, tres, siete veces para acabar con la situación cuanto antes y todas las consecuencias que puedan derivarse de esos disparos, deben consignarse, en mi opinión, en el debe del asaltante.

Aquí en España tenemos que correr a encerrarnos con llave en el cuarto de baño si no te cogen ellos antes. Tenemos que aceptar que nos roben, esperar encerrados a que buenamente decidan irse o aguantar hasta que llegue la Policía y yo, la verdad, para que nos vamos a engañar, lo que más me gustaría, como a muchos yanquis, es que la última posibilidad de defender mi vida dentro de mi casa, pudiese estar en mis manos. Esa "ultima ratio" debe estar en mi poder.







http://www.laprovincia.es/sucesos/2015/03/03/hombre-mata-tiro-ladron-robar/681413.html

3 mar 2015

Análisis egoísta

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Sin preámbulos.
Por un lado el socialismo español se desmorona. Después de décadas viviendo de una siglas, -PSOE-, bajo las que han solapado con éxito la identidad socialdemócrata que sus dirigentes impusieron al partido partir de 1975 cuando se rompe con el marxismo, cuando se abraza el capitalismo, la economía de mercado y el pluralismo político, resulta que la ficción se ha acabado abruptamente. La crisis ha parido a Podemos, un grupo de marxistas-leninistas, izquierdistas en sentido estricto, que aupado por medios de comunicación va a robarle al PSOE gran parte de su electorado, que ahora, -qué casualidad que gobierna el PP-, siente renacer su hasta hace poco durmiente vis revolucionaria.
El secretario general del PSOE cabalga un jamelgo desbocado por las maquinaciones insidiosas y las traiciones generadas desde su propio entorno.
Alguna prensa habla ya de fractura en el partido entre los favorables a pactar con Podemos y los que quieren hacerlo con el PP.
Zapatero y Bono reuniéndose en secreto con Pablo Iglesias, para a continuación hacerlo con Raúl Castro y con Evo Morales, en un guiño evidente a su parroquia señalándole una abierta disposición a formar un futuro y nuevo Frente popular, que, para qué engañarse, nada bueno augura.
Rubalcaba maquinando con Pedro Sánchez para regresar al partido al centro del espectro político que es donde se sitúa la voluntad de la mayoría de los españoles, orquestando el derribo fulminante de Tomás Gómez y considerando seriamente la posibilidad de un pacto de Estado con el PP que impida la más que probable desaparición del partido.
Felipe González trajinando para que Andalucía con Susana Díaz no deje de ser el vivero de votos que asegura la victoria o reuniéndose con Corcuera, Barrionuevo y Leguina “preocupados por las encuestas que sitúan a Pedro Sánchez detrás de Podemos”.
En definitiva, el principal partido de la oposición desarbolado, crujiendo sus cuadernas y transmitiendo una sensación de desunión y de revuelta interna, que resulta peligrosa para la estabilidad política que necesitamos y que difícilmente permiten considerar a Pedro Sánchez como una alternativa medianamente realista de gobierno.
Luego Ciudadanos, que liderado por Albert Rivera sólo aporta juventud y bastante sentido común, pero carece de cuadros dirigentes con los que afrontar el complicado reto de dirigir España, así como de estructura que le permita estar presente en todo el territorio nacional.
Rosa Díez con Unión, Progreso y Democracia parece que no termina de despegar y que sigue sumida en una especie de quiero y no puedo.
Finalmente tenemos a los marxistas de Podemos que ofertan lo mismo que Syriza, esto es, promesas de ingentes cantidades de un maná rebosante de azúcar y miel para todos que, eso sí, ya pagarán otros. Es decir, recetas que la Historia ha demostrado conducen a la miseria completa. No hay nada más que fijarse en el éxito del señor Tsipras en las negociaciones con la UE, para darse cuenta de lo que nos esperaría con su homónimo español al frente de nuestro país. Podemos también está huérfano de lo mismo que Ciudadanos: cuadros y estructura. La posibilidad de un gobierno dirigido o con la participación de populistas abiertamente comunistas me resulta aterradora. Basta comprobar la desazón que la sola declaración pública de esos compromisos genera en los índices que miden la confianza de cada país, valoraciones que son la referencia a que acuden aquellos que desean invertir en nuestro país o acceden a prestarnos dinero, antes de darnos el sí.
Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias comparten sin embargo un denominador común: ninguno de los tres ha gestionado en su vida ni un euro público. Su experiencia de gobierno es nula. Si alguien tiene un problema de corazón no acude a un médico que acaba de terminar el MIR, sino que buscará un galeno con experiencia acreditada. Lo mismo cuando se trata de elegir un taller para llevar el coche a reparar. Uno pregunta y se informa acerca de la solvencia técnica del que resulte finalmente elegido, pero lo que no hace es ponerlo en manos de un recién salido de la escuela de mecánica.
Podrá no gustarnos el PP, Rajoy resultarnos repulsivo, podremos estar de acuerdo con que las políticas de austeridad están dando resultado o no y así "ad infinitum", pero es el único que a día de hoy asegura la estabilidad política que necesitamos para seguir con paso firme la senda de crecimiento en la que estamos inmersos. Ni Pedro Sánchez por el momento que vive su partido, ni Albert Rivera y mucho menos Pablo Iglesias, son capaces de transmitir la imagen de solvencia, de responsabilidad y de confianza internacional que, guste o no, viene recuperando nuestro país desde 2011 y la elección de cualquiera de ellos, objetivamente, pone en serio peligro lo logrado hasta hoy.
Voy a copiar el comentario de un forero con el que coincido desde hace años porque desde el rechazo, -comprobarán que va directo a la yugular del presidente-, se dirige a otro forero sin opinar, sino sólo exponiendo hechos objetivos, ciertos, reales y mensurables. Creo que disecciona perfectamente la situación: el PP es lo único sólido y estable,  Rajoy es lo menos malo para el futuro de nuestros hijos
“Es como ayer, cuando oía al representante de IU-Los verdes hablando en el debate del Estado de la Nación. Parecía que medio país vive bajo un puente. Dibuja una sociedad en estado de precariedad absoluta, con esos ….no sé cuantos millones de parados. ¿Se puede ser más cenutrio? Con millones de parados y crisis galopante, date un paseo por los grandes centros comerciales; intenta coger mesa en los restaurantes, cafeterías en una isla como ésta –para hablar de algo que tenemos cerca y cuya realidad es conocida-, con un paro (en cifras oficiales) por encima del 30%.  ¿Pero a quién cree que le está contando esas historias? Sabemos cuál es la realidad y lo único cierto es que nuestro Gobierno, cuyo Presidente (que me parece bastante despreciable –su actitud en los casos de corrupción de su partido, en los que él ha colaborado activamente, por ejemplo, borrando discos duros de ordenadores requisados judicialmente, me parece repulsiva-) está haciendo lo que se tenía que hacer. Lo que han hecho Portugal o Irlanda y lo que va a tener que hacer Grecia, porque la alternativa sí que es catastrófica. Lo de Syrisa  es un brindis al sol y los mirlos blancos no existen. Por eso, Podemos es un bluff, un canto de sirena con un programa surrealista y que está captando el voto del descontento popular. Que sí, que apetece darle una patada en el culo a unos y a otros, a mí también, pero pienso en mis hijos y prefiero la senda de recuperación que lleva ahora mismo el país que las soflamas irrealizables con que Podemos está engañando al votante descontento. Y digo engañando, sí, porque si ellos mismos se creen que son realizables entonces sí que tenemos un problema de verdad.  Afortunadamente, Grecia les va a mostrar el camino y en ningún caso va a ser su ruta electoral. Al tiempo.

¡Pues eso, al tiempo!

Moto