Me temo que con este hombre no hay nada que hacer.
La irresoluble dicotomía ideológica en la que se encuentra sumido ZP y su gobierno, esto es, socialistas virtuales en el seno de una economía capitalista, impide que España pueda poner en marcha cualquier iniciativa de consenso dirigida a la adopción de medidas correctoras del marasmo económico en el que nos hallamos y nos lleva por la senda del incremento de la deuda pública, que se dirige, irremisiblemente, hacia el abismo.
Hasta en seis ocasiones ha ofrecido Rajoy a Zapatero la posibilidad de llegar a algún punto de acuerdo y lo único que ha encontrado es a un ZP enrocado, plantado, aferrado a unas cuestiones ideológicas que chocan frontalmente contra cualquier intento sensato, dentro de una economía de mercado, de abrir un camino a posibles soluciones. Es claro que los errores los comete el que gobierna, no el que está en la oposición. Es el que gobierna el que debe reconocer sus fallos y enmendarlos.
Por otro lado, la necesidad de reformas serias y profundas, es reconocida por la mayoría de las voces autorizadas en la materia. Desde la Unión europea por boca de Joaquín Almunia, pasando por diarios económicos de renombre internacional como el Financial Times o el Wall Street Journal, hasta las recomendaciones del mismo Banco de España, voces que, sin embargo, no se han traducido más que en medidas cosméticas y de un calado bastante escaso.
De entrada, parece que es el sentido común el que pide la reforma del mercado laboral, de manera que aquellos que son capaces de generar inversión, es decir, los empresarios, y que, como consecuencia de ello, son los que crean puestos de trabajo, y por tanto, riqueza, encuentren un marco jurídico flexible que facilite, tanto la contratación, como el despido. Si el empresario –que es el que pone en juego su dinero y sus bienes presentes y futuros- se siente desprotegido, no encuentra más que dificultades para poner en marcha una empresa, o se halla frente a un sistema laboral rígido, simplemente, no arriesgará su capital o se irá a otro lado que le ofrezca más garantía para su inversión.
Sólo el capital genera inversión y de esta inversión surge la riqueza. El trabajo por sí sólo es incapaz de generar inversión y este extremo, claramente asumido por el Psoe en 1976 cuando desterró de su ideario todo lo que oliera a socialismo, es lo que Zapatero no comparte. ZP está dispuesto a endeudar al país ad infinitum para que "las conquistas sociales arrancadas a la burguesía opresora gracias a la lucha de las clases trabajadoras" se mantenga sine die. Es decir, hablando en plata, el padre en paro, la madre en paro, pero la paga semanal de los hijos es intocable.
Lo segundo implicaría la congelación de los sueldos de todos los funcionarios públicos. Los de las Comunidades Autónomas, los de las Corporaciones Locales, Cabildos y Diputaciones. Los únicos que quedarían exentos de esta congelación, en mi opinión, deberían ser nuestros militares, más que nada, porque ya asumen un inmenso sacrificio al tratarse de los únicos funcionarios públicos cuyos contratos de trabajo recogen la posibilidad de tener que morir por España. A ellos no se les puede pedir nada más.
A continuación deberían suprimirse aquellos organismos públicos creados con una finalidad más de propaganda política, que como una necesidad pública objetiva que debe ser cubierta. Léase Ministerio de la Mujer o Ministerio de Vivienda.
El ejemplo más ilustrativo de por dónde hay que empezar nos lo ofrece el Boletín Oficial del Estado de fecha 16 de febrero de 2010, que entre otras cosas, publica la relación de subvenciones concedidas por el Ministerio de Bibiana Aído durante el año 2009, destinadas a la investigación sobre estudios feministas, de las mujeres y de género.
Entresaco la más "famosa" de estas subvenciones, que por un importe de 26.597 euros tiene como objeto la "Elaboración de un Mapa de Inervación y Excitación Sexual en Clítoris y Labios Menores; aplicación en Genitoplastia", porque como todos sabemos, es un asunto de trascendencia vital, sobre todo para los cuatro millones y medio de compatriotas que se encuentran sin ocupación.
De todas formas hay otras que también merecen especial atención.
Cito algunas:
Objeto: Topografías domésticas en el imaginario femenino. Una visión comparativa, transnacional y hemisférica
Importe: 15.107 euros
Objeto: Reparaciones europeas contemporáneas y memoria de la esclavitud: esclavas negro-africanas y españolas abolicionistas (siglos XVI al XIX)
Importe: 22.767 euros
Objeto:Desigualdades en el desarrollo de género y su efecto en las desigualdades en salud. Construcción de indicadores sociales compuestos y su aplicación al aporte de información sobre el exceso de prescripción y consumo de medicamentos en España
Importe: 50.000 euros
Objeto: Ciudadanía cívica e inclusión social: estrategias de las Mujeres Marroquíes, Ecuatorianas y Rumanas.
Importe: 45.110 euros.-
El resto, por si alguien tiene curiosidad está aquí:
http://www.boe.es/boe/dias/2010/02/16/pdfs/BOE-A-2010-2562.pdf
Aún dentro de este capítulo de recortes, habría que incluir aquellas ayudas del tipo 30 mil euros a colectivos de gays y lesbianas de Zimbawe o del tipo 25 millones de euros para pagar el sueldo de los funcionarios de la Autoridad Palestina. Una clase de ayudas, cuya necesidad puede incluso ser objeto de debate, pero cuya oportunidad en la concesión es rechazable desde cualquier punto de vista.
Y es aquí donde, en mi opinión, ZP se ve atrapado entre la espada que conforma su ideología socialista y la pared de la realidad capitalista en la que vivimos.
¿Por qué se resite a reformar el mercado laboral? ¡Pues porque el socialismo cree más importante el factor trabajo, que el factor capital! Aquí está la ideología. El nieto del capitán Lozano, prefiere un país de trabajadores, como la URSS, que un país de empresarios como los USA, sin pararse a considerar -aquí está la realidad de los hechos- que somos un país capitalista, en el que el dinero es el motor del sistema, con mercados regidos por la oferta y la demanda, en el que todos tenemos el derecho a acumular riqueza y a la ambición personal por mejorar.
¿Por qué no congela el sueldo de los funcionarios? Por un lado, porque constituyen un caladero muy importante de votos al que conviene no soliviantar y por otro, porque se ve incapaz de adoptar medidas que generen rechazo social. ¡Pero si ni siquiera fue capaz de obligar a sus hijas a vestirse correctamente cuando fueron recibidos por el presidente de Estados Unidos! Quiero decir que, si el Rey de España me invita a mí y a mi familia a conocer a la Familia Real en el Palacio de La Zarzuela y mi hija adolescente quiere ir vestida con un pantalón vaquero y unas playeras, o se cambia y se viste de forma adecuada a la ocasión, o se queda en casa, sin nada más que discutir. Es una cuestión no negociable y que sin embargo debe ser impuesta, incluso contra la voluntad de la joven. Nuestro presidente o no pudo imponer a sus hijas una vestimenta adecuada o simplemente pensó que "el respeto a las opciones, libremente elegidas, no puede ser cercenada para imponer a las personas conductas por la fuerza". No sabría decir qué me resulta peor.
Por último, no puedo estar más de acuerdo con Rajoy cuando pide a los socialistas el recambio de Zapatero.
La incapacidad de Zapatero para desempeñar el puesto ya no es un hecho opinable, sino un dato objetivo. La prueba más palpable la tuvimos con el asunto de las pensiones. Ya no fue sólo el ridículo internacional protagonizado por el gobierno al retractarse en menos de seis horas de la adopción de una medida concreta de gobierno dirigida a garantizar las pensiones, sino la zozobra que transmitió a Alemania, principal compradora de deuda pública española o a los inversores extranjeros, que comprobaron la debilidad e improvisación con la que se mueve nuestro gobierno, es decir, la falta de capacidad de los que están llamados a proteger sus inversiones en nuestro país.
El Psoe debería sustituir a Zapatero cuanto antes y poner al frente del país a los pesos pesados del partido, que los hay con altura política, experiencia de gobierno y preparación académica contrastada, para a continuación, sentarse con el PP para llegar a acuerdos a nivel nacional.
Los vascos nos están enseñando, día a día, que esto es posible.
El problema no es España, ni el Psoe, ni el PP, el problema es ZP
La irresoluble dicotomía ideológica en la que se encuentra sumido ZP y su gobierno, esto es, socialistas virtuales en el seno de una economía capitalista, impide que España pueda poner en marcha cualquier iniciativa de consenso dirigida a la adopción de medidas correctoras del marasmo económico en el que nos hallamos y nos lleva por la senda del incremento de la deuda pública, que se dirige, irremisiblemente, hacia el abismo.
Hasta en seis ocasiones ha ofrecido Rajoy a Zapatero la posibilidad de llegar a algún punto de acuerdo y lo único que ha encontrado es a un ZP enrocado, plantado, aferrado a unas cuestiones ideológicas que chocan frontalmente contra cualquier intento sensato, dentro de una economía de mercado, de abrir un camino a posibles soluciones. Es claro que los errores los comete el que gobierna, no el que está en la oposición. Es el que gobierna el que debe reconocer sus fallos y enmendarlos.
Por otro lado, la necesidad de reformas serias y profundas, es reconocida por la mayoría de las voces autorizadas en la materia. Desde la Unión europea por boca de Joaquín Almunia, pasando por diarios económicos de renombre internacional como el Financial Times o el Wall Street Journal, hasta las recomendaciones del mismo Banco de España, voces que, sin embargo, no se han traducido más que en medidas cosméticas y de un calado bastante escaso.
De entrada, parece que es el sentido común el que pide la reforma del mercado laboral, de manera que aquellos que son capaces de generar inversión, es decir, los empresarios, y que, como consecuencia de ello, son los que crean puestos de trabajo, y por tanto, riqueza, encuentren un marco jurídico flexible que facilite, tanto la contratación, como el despido. Si el empresario –que es el que pone en juego su dinero y sus bienes presentes y futuros- se siente desprotegido, no encuentra más que dificultades para poner en marcha una empresa, o se halla frente a un sistema laboral rígido, simplemente, no arriesgará su capital o se irá a otro lado que le ofrezca más garantía para su inversión.
Sólo el capital genera inversión y de esta inversión surge la riqueza. El trabajo por sí sólo es incapaz de generar inversión y este extremo, claramente asumido por el Psoe en 1976 cuando desterró de su ideario todo lo que oliera a socialismo, es lo que Zapatero no comparte. ZP está dispuesto a endeudar al país ad infinitum para que "las conquistas sociales arrancadas a la burguesía opresora gracias a la lucha de las clases trabajadoras" se mantenga sine die. Es decir, hablando en plata, el padre en paro, la madre en paro, pero la paga semanal de los hijos es intocable.
Lo segundo implicaría la congelación de los sueldos de todos los funcionarios públicos. Los de las Comunidades Autónomas, los de las Corporaciones Locales, Cabildos y Diputaciones. Los únicos que quedarían exentos de esta congelación, en mi opinión, deberían ser nuestros militares, más que nada, porque ya asumen un inmenso sacrificio al tratarse de los únicos funcionarios públicos cuyos contratos de trabajo recogen la posibilidad de tener que morir por España. A ellos no se les puede pedir nada más.
A continuación deberían suprimirse aquellos organismos públicos creados con una finalidad más de propaganda política, que como una necesidad pública objetiva que debe ser cubierta. Léase Ministerio de la Mujer o Ministerio de Vivienda.
El ejemplo más ilustrativo de por dónde hay que empezar nos lo ofrece el Boletín Oficial del Estado de fecha 16 de febrero de 2010, que entre otras cosas, publica la relación de subvenciones concedidas por el Ministerio de Bibiana Aído durante el año 2009, destinadas a la investigación sobre estudios feministas, de las mujeres y de género.
Entresaco la más "famosa" de estas subvenciones, que por un importe de 26.597 euros tiene como objeto la "Elaboración de un Mapa de Inervación y Excitación Sexual en Clítoris y Labios Menores; aplicación en Genitoplastia", porque como todos sabemos, es un asunto de trascendencia vital, sobre todo para los cuatro millones y medio de compatriotas que se encuentran sin ocupación.
De todas formas hay otras que también merecen especial atención.
Cito algunas:
Objeto: Topografías domésticas en el imaginario femenino. Una visión comparativa, transnacional y hemisférica
Importe: 15.107 euros
Objeto: Reparaciones europeas contemporáneas y memoria de la esclavitud: esclavas negro-africanas y españolas abolicionistas (siglos XVI al XIX)
Importe: 22.767 euros
Objeto:Desigualdades en el desarrollo de género y su efecto en las desigualdades en salud. Construcción de indicadores sociales compuestos y su aplicación al aporte de información sobre el exceso de prescripción y consumo de medicamentos en España
Importe: 50.000 euros
Objeto: Ciudadanía cívica e inclusión social: estrategias de las Mujeres Marroquíes, Ecuatorianas y Rumanas.
Importe: 45.110 euros.-
El resto, por si alguien tiene curiosidad está aquí:
http://www.boe.es/boe/dias/2010/02/16/pdfs/BOE-A-2010-2562.pdf
Aún dentro de este capítulo de recortes, habría que incluir aquellas ayudas del tipo 30 mil euros a colectivos de gays y lesbianas de Zimbawe o del tipo 25 millones de euros para pagar el sueldo de los funcionarios de la Autoridad Palestina. Una clase de ayudas, cuya necesidad puede incluso ser objeto de debate, pero cuya oportunidad en la concesión es rechazable desde cualquier punto de vista.
Y es aquí donde, en mi opinión, ZP se ve atrapado entre la espada que conforma su ideología socialista y la pared de la realidad capitalista en la que vivimos.
¿Por qué se resite a reformar el mercado laboral? ¡Pues porque el socialismo cree más importante el factor trabajo, que el factor capital! Aquí está la ideología. El nieto del capitán Lozano, prefiere un país de trabajadores, como la URSS, que un país de empresarios como los USA, sin pararse a considerar -aquí está la realidad de los hechos- que somos un país capitalista, en el que el dinero es el motor del sistema, con mercados regidos por la oferta y la demanda, en el que todos tenemos el derecho a acumular riqueza y a la ambición personal por mejorar.
¿Por qué no congela el sueldo de los funcionarios? Por un lado, porque constituyen un caladero muy importante de votos al que conviene no soliviantar y por otro, porque se ve incapaz de adoptar medidas que generen rechazo social. ¡Pero si ni siquiera fue capaz de obligar a sus hijas a vestirse correctamente cuando fueron recibidos por el presidente de Estados Unidos! Quiero decir que, si el Rey de España me invita a mí y a mi familia a conocer a la Familia Real en el Palacio de La Zarzuela y mi hija adolescente quiere ir vestida con un pantalón vaquero y unas playeras, o se cambia y se viste de forma adecuada a la ocasión, o se queda en casa, sin nada más que discutir. Es una cuestión no negociable y que sin embargo debe ser impuesta, incluso contra la voluntad de la joven. Nuestro presidente o no pudo imponer a sus hijas una vestimenta adecuada o simplemente pensó que "el respeto a las opciones, libremente elegidas, no puede ser cercenada para imponer a las personas conductas por la fuerza". No sabría decir qué me resulta peor.
Por último, no puedo estar más de acuerdo con Rajoy cuando pide a los socialistas el recambio de Zapatero.
La incapacidad de Zapatero para desempeñar el puesto ya no es un hecho opinable, sino un dato objetivo. La prueba más palpable la tuvimos con el asunto de las pensiones. Ya no fue sólo el ridículo internacional protagonizado por el gobierno al retractarse en menos de seis horas de la adopción de una medida concreta de gobierno dirigida a garantizar las pensiones, sino la zozobra que transmitió a Alemania, principal compradora de deuda pública española o a los inversores extranjeros, que comprobaron la debilidad e improvisación con la que se mueve nuestro gobierno, es decir, la falta de capacidad de los que están llamados a proteger sus inversiones en nuestro país.
El Psoe debería sustituir a Zapatero cuanto antes y poner al frente del país a los pesos pesados del partido, que los hay con altura política, experiencia de gobierno y preparación académica contrastada, para a continuación, sentarse con el PP para llegar a acuerdos a nivel nacional.
Los vascos nos están enseñando, día a día, que esto es posible.
El problema no es España, ni el Psoe, ni el PP, el problema es ZP