24 abr 2011

La Quinta Columna


En mi lista de favoritos tengo incluidos tres blogs de gente que de alguna manera he conocido, bien personalmente, bien en la red. Rara vez participo en ellos y lo más que hago es leerlos.

Y en esas estaba, leyendo en uno de estos blogs, cuando el título de una de las entradas picó mi curiosidad: “Aznar, el quintacolumnista”.

A la articulista le interesaba destacar el papel de quintacolumnista de –según su opinión- José Mª Aznar, después de que éste declarase que “España lo tendrá muy difícil para pagar su deuda”. La autora, -tras reconocer el carácter asustadizo y caprichoso de la economía- transmitía la preocupación que le suscitaban los posibles efectos negativos que estas declaraciones de todo un ex presidente de gobierno pudieran generar en nuestra economía, sobre todo teniendo en cuenta la que está cayendo.

Y me dije, pero ¿ha oído hablar esta mujer de lo de China? ¿y las declaraciones de ZP respecto de los 9 mil millones para las Cajas de Ahorros? ¿No cuenta eso? ¿No resulta este hecho, no mucho, sino muchísimo más perjudicial y dañino para nuestra economía que las declaraciones de Aznar? Me parece que el sentido común y la objetividad en el análisis de unos hechos, unido a la crítica honesta que persigue el planteamiento del artículo, -es decir, declaraciones “estentóreas” que influyen negativamente en la economía, por venir de personas relevantes-, exigían que el artículo hubiese sido titulado “ZP, el quintacolumnista”, si lo que se pretendía era ser objetivo.

Total que aprovechando lo miedosa que es la economía –extremo sobre el que la autora hacía recaer la gravedad de las declaraciones del quintacolumnista Aznar- entré en el blog y colgué un comentario en el que venía a decir exactamente eso, que en mi opinión, lo ocurrido con ZP, China y las Cajas de Ahorros, se hallaba a una distancia sideral, en términos de daño y menoscabo a la credibilidad financiera y crediticia del país y a nuestra economía, de las declaraciones de Aznar, que siendo desafortunadas, no podían compararse con la actuación de ZP con el gigante asiático.

Al poco me contestó, con un “puede ser, pero estarás de acuerdo en que lo de ZP pudo ser un error (muy grave) suyo o de otros, pero lo de Aznar es mala uva”

¡Es que no me lo podía creer! Es decir, se reconoce la comisión de un error, incluso se acepta que sea muy grave, -una generosidad pasmosa en el calificativo, por otra parte-, pero lo verdaderamente condenable, lo censurable, lo que realmente perjudica a la economía patria, lo que inspira e impulsa a sentarse para escribir un artículo, es la mala uva de Aznar, que parece, en sí misma, capaz de hacer tambalear la imagen de España en el exterior. Los bandazos y la imprudencia con la que se viene conduciendo ZP, en cambio, no afectan nada en comparación. Y es que, claro, ¡pudo ser un error, suyo o de otros!

¡Tristemente descorazonador!

Volví a intervenir para apuntar que me parecía que la mala uva de Aznar era un dato opinable ya que pudo haberla tenido o no en mente, cuando dijo lo que dijo, pero que lo de ZP y los chinos era un hecho objetivo, incontestable, empírico, tangible. Comenté también que la imagen que transmitimos al mundo con este hecho no fue nada conveniente, sino todo lo contrario.

A los dos o tres días, llegó su respuesta: “que yo sepa el desmentido chino fue de uno de los fondos de inversión, no del gobierno, algo que, por otra parte, puede responder a distintas razones. Pero no quiero discutirte este asunto porque realmente no sabemos lo ocurrido, China es una dictadura a lo bestia.”

Pero bueno, ¿cómo que no sabemos qué ha ocurrido? ¡Claro que lo sabemos! Lo que ha ocurrido es que el presidente del Gobierno nos ha dejado –una vez más- a la altura del betún delante del mundo entero. Lo que ha ocurrido es que China no se comprometió jamás a aportar dinero en los términos que nos coló ZP, que volvió a mentirnos por enésima vez. Lo que ha ocurrido es que la prima de riesgo/país se dispara casi al día siguiente del desmentido chino. Lo que ha ocurrido es que la deuda que hemos vendido la semana pasada, la tenemos que devolver a un interés más alto, pero nada de esto merece un artículo crítico, ni siquiera un solo reproche, todo lo más, se califica lo ocurrido de un error, tal vez de otros, pero eso sí, la mala uva de las declaraciones de Aznar, es la que demanda y merece una crítica escrita.

En fin, que ya sabemos que hay personas en España que moralmente están en un plano superior al resto de los españoles y por eso, tienen derecho a considerar la paja en el ojo ajeno repulsiva e ignominiosa, quintacolumnista y antipatriota, si bien la viga en el propio sólo la ven –como comentaba la blogera- los del “tendido derecho, que se han regocijado con unas declaraciones de Preston sobre Santiago Carrillo”. ¿Y qué era lo que decía Preston que alborozaba de gozo al tendido derecho? Pues que “las mentiras de Carrillo sobre las matanzas Paracuellos son infantiles”. De la lectura de la frase parece desprenderse que al tendido izquierdo, estas mismas manifestaciones, le producen el efecto contrario, es decir, tristeza.

Artículos como este son los que me llevan al convencimiento de que si mañana hay elecciones, ocho millones de españoles votarán Psoe.

16 abr 2011

Flagelación y Refugio


Después del bochorno ignominioso que para España ha significado el incidente con los dineros que China iba a invertir en nuestras Cajas de Ahorros y que luego resultó ser lo que todos sabemos que fue, creo firmemente que si mañana hay elecciones hay ocho millones de españoles que votarán al partido de los socialistas españoles.

Quiero decir que algo tan evidentemente claro y patente como la improvisación con la que se conduce el presidente de Gobierno en la gestión de la “res publica” –con todos los perjuicios que esa actitud nos ha inflingido a lo largo de estos años- no son suficientes para que las encuestas reflejen una distancia sideral entre el Psoe y el PP.

¿Qué más tiene que hacer ZP?

Con los Estatutos de Autonomía, un desastre. “Aprobaré lo que venga del Parlamento de Cataluña”, dijo y claro, comprobar qué ha votado el presidente de la Generalidad en el referendum por la independencia y qué ha votado al día siguiente en el Parlamento catalán respecto de la misma cuestión sececionista, constituye un ejemplo de coherencia política tal, que ha convertido lo de aprobaré lo que digan sus señorías del Parlament, en una realidad nacional de consecuencias aterradoras para España.

De la negociación con ETA pues…….¡mejor hablar del magnífico tiempo en las Molucas orientales en época de estío! A los que proponían el alto el fuego que tanto anhela el presidente, los han cogido con casi dos toneladas de explosivos anteayer. Aunque bueno, fue Aznar el que acercó a los presos etarras.

Respecto al mayor recorte de salarios y de derechos sociales del período democrático, ¿qué decir?…...¡venga, todos con alegría! ¡cantemos!.. ¡Agrupéeeeemonos toooodos, en la lucha….

Libia. Ahora somos los primeros en ofrecer ayuda militar. Me pareció escuchar a Chacón señalando el otro día que un replanteamiento de la misión en Libia era necesario. Creo que ya hemos propuesto la posibilidad de desplegar tropas en determinadas zonas. Qué lejos queda lo del no a la guerra. Nada, da igual, no es lo mismo. Afganistán, Líbano, Somalia y ahora además tropas en Libia.

Y encima, para rematar, lo de los chinos. Hoy, un articulista del Financial Times –una gacetilla de pueblo, para qué vamos a engañarnos- hablaba de la situación embarazosa que había sufrido el Gobierno español al tener que reconocer la veracidad de la noticia de Reuters. “Pekín deniega plan de 9.200 millones de €”, afirma el nada influyente diario británico.



Como acertadamente ha dicho Rajoy, este incidente es «un torpedo más» en la «línea de flotación de la credibilidad» de la economía española. Pero ¿cómo puede alguien, ocupando semejantes cargos del Estado, cometer un error de tal calibre? En el Periódico El País del 13 de abril, se puede leer “El vicepresidente de la Corporación de Inversiones de China (CIC), Xie Ping, ha asegurado en Pekín en una reunión con el presidente Zapatero y representantes de los principales inversores públicos y privados del país, que su fondo está en condiciones de invertir hasta 9.000 millones de euros en las cajas españolas, según el Gobierno”.


¿De dónde se sacó el Gobierno lo de los 9.000 millones de los chinos para las Cajas de Ahorro? Y ahora, ¿que pensarán los acreedores internacionales de la credibilidad de nuestro país, después de conocer hoy, ojo, ¡¡por boca del Gobierno de España!!, que hay nueve mil “kilos” para las Cajas y enterarse mañana por la prensa que tararí que te ví, que de “kilos” a mansalva nanay! ¿Y qué pasará por las cabezas de las temidas agencias de calificación de deuda, al contemplar este espectacular despliegue de improvisación impúdica e irresponsable? Aunque....también es cierto que tal vez la traducción simultánea pudo ser defectuosa y estamos aquí hablando más de la cuenta. No lo sé, en cualquier caso, me temo que aquello de “España no se merece un gobierno que mienta a sus ciudadanos”, para esto, tampoco es aplicable, porque en definitiva lo que ocurre, es que uno no quiere reconocer que ZP ha sido el presidente más "social" de nuestra Historia.


8 abr 2011

Vuelo sin motor


Ayer me caí de la moto. En 17 años es la primera vez que salgo volando.

Sólo me he caído cuatro veces, con un único denominador común: todas a una velocidad inferior a 15 kms/hora.

La primera cuando aún tenía la Vespa. Una joven que iba por una calle peatonal con una bicicleta de carreras y a una buena velocidad, impactó contra la oreja derecha de la moto y aunque me caí, no lo hice del todo. Ni heridas ni magulladuras.

La segunda ya con la Kawasaki. Aún no le había hecho los primeros 100 kilómetros. Estaba totalmente parado en el stop de un cruce con un pie en el suelo, esperando para pasar. Al conductor que iba detrás de mí, se le escapó el embrague un segundo, el coche se movió medio metro y su parachoques golpeó mi rueda trasera. Fue suficiente para desequilibrarme. Me caí. De parado al suelo. Sin consecuencias.

La tercera. Salgo de un semáforo que hay al final de la carretera de Mata con la Avenida Primero de Mayo, un conductor que sube por Bravo Murillo se salta un ceda el paso, impacta contra el lateral de la rueda trasera de la moto, ésta se va al suelo, pero logro caer de pie. Íbamos ambos tan despacio, que salté de la moto como quien salta de un pequeño escalón al suelo. Ni un rasguño.

La cuarta…..ayer. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa….me la pegué yo solo.

Iba hacia el tanatorio a dar el pésame a una compañera que acababa de perder a su madre. Tenía un taxi delante a una distancia correcta, pero hizo un extraño e instintivamente tiré de freno delantero. Me temo que la dirección de la moto estaba metida hacia la derecha y que ese hecho, unido al efecto de la frenada fueron los que me hicieron salir volando por encima de ella, para aterrizar de bruces en el asfalto. Rápidamente dos espontáneos se me acercaron, me ayudaron a levantar la moto después de preguntarme varias veces si estaba bien y tras darles las gracias, arranqué la moto y me fui sin más problemas para el tanatorio. El resto del día seguí haciendo mi vida normal y si bien notaba cierto dolor en el muslo derecho, era bastante soportable y no le dí más importancia. Por la tarde apareció un dolorcillo en el cuello y otro incipiente en el brazo derecho, a la altura del hombro, pero seguían estando dentro de unos umbrales de dolor más que tolerables.

Anoche, el del brazo aumentó y me obligó a dormir con él extendido. Hoy cuando me desperté el dolor del muslo era bastante más intenso. Mis chicas me habían prohibido la moto para ir hoy a trabajar, -cuando ya yo tenía pensado dejarla en el taller-, por lo que tuve que ir con el coche de mis padres y levantarme más temprano para poder encontrar aparcamiento por la zona.

Fiché la entrada a las 6:58. A las 8:45 decidí ir al Centro de Salud. Mi mujer ya me había repetido ayer que era conveniente hacerlo, pero no le hice caso. Una doctora me examinó el brazo, el cuello y la cadera. Todo correcto, pero en el parte hizo constar hematoma doloroso en el muslo derecho, -me palpó la zona del muslo y vi las estrellas- y no sé qué más en el brazo derecho -“deje caer su brazo en mi mano, ¿le duele aquí? Siiiii”-, reposo 24 horas.

El accidente en sí se desarrolló en cuestión de segundos. No recuerdo cómo “despegué” del sillín, pero sí que retengo perfectamente el momento preciso en el que el casco impactó contra el suelo y el ruido que hizo. La chaqueta también cumplió su cometido a la perfección. Las protecciones internas que tiene en hombros y codos fueron completamente eficaces.

La moto sufrió pocos desperfectos en general. Cayó sobre la palanca del freno trasero, que fue la que aguantó el peso de la moto y la que evitó que el depósito de combustible tocase el suelo. Eso sí, está totalmente doblada. También está roto el intermitente derecho. Hay arañazos en uno de los espejos, en el niquelado que rodea el faro delantero y en el cuentarrevoluciones. Tal vez el manillar pueda tener algo también.

En fin, que por algún motivo, cuando me digo a mí mismo, “bueno, hoy voy a ir paseando con la moto”, de alguna manera bajo la guardia, mi nivel de alerta en la conducción disminuye de forma inconsciente. El día de la Vespa –lo recuerdo como si fuera hoy- me dije “vamos a dar un paseo”. En el de la carretera de Mata, “voy con tiempo, así que tranquilidad” y ayer que me dije, “mejor por Luis Doreste Silva y así evito la circunvalación”. Por el contrario, cuando voy a más velocidad mi atención es completa, sí, siempre hay cosas que se escapan a tu control, pero no son muchas ni tampoco muy habituales. De cualquier manera y aunque voy a seguir conduciendo la moto –me encanta- un nuevo replanteamiento de su conducción diaria es necesario después de esta seria advertencia.

Moto