Hace
unas cuantas semanas celebrábamos con los amigos nuestra tradicional comida de
principios de año. La verdad es que por primera vez todo se decidió sobre la
marcha y lo que otras veces nos ha costado semanas, esta vez se consiguió en un
día. El sitio elegido, magnífico, en el corazón de la parte antigua de la
ciudad. La comida, bastante bien, sobre todo teniendo en cuenta que el
restaurante aún no estaba abierto al público y la velada, fenomenal.
Recuerdo
que durante el picoteo que se sirvió de aperitivo, hablando de esto y lo de más
allá, alguien comentó que en uno de sus viajes por el extranjero había visto bastantes casas terreras
con un pequeño mástil en el que ondeaba la bandera nacional y tuvimos que reconocer
que en España tenemos un problema con nuestra enseña nacional.
No es que la derecha se haya apropiado de la bandera, sino que es la izquierda española que no la considera como suya. La Rojigualda no les representa, por más que se les llene la boca ahora gritando viva España o colocándola ahora en sus mítines. Es para ellos "la bandera de Franco", la del enemigo, la del fascio y por eso cada vez que la izquierda convoca
a los españoles a una manifestación por el motivo que sea, nunca jamás hay banderas
españolas. No vi ni una en la manifestación del 8 de marzo. Había, como siempre, banderas republicanas (la de ellos, la de los resentidos), de la URSS con la hoz y el martillo, de CCOO, de UGT e incluso de Burkina
Fasso, pero de nuestro país.......¡ni una!
Es más, tengo la sensación que aparece alguien con una y se tiene que ir de la manifestación protegido por la Policía