“¡La
crisis, que la paguen los ricos!”, “Los bancos son los culpables, que paguen ellos!”
,“¡A mi que no me toquen el sueldo porque no tengo responsabilidad alguna!”,
“¿y yo qué culpa tengo?”, "¡Qué recorten de otro lado!", “¿Por qué siempre pagan los mismos?.” Conozco a
cantidad de personas que a menudo lanzan estas afirmaciones y preguntas cada
vez que sale a la palestra el tema de los recortes derivados de la negra
situación que vivimos.
Pero
en realidad, ¿qué culpa tenemos los españoles de a pie de lo que nos ocurre?
¡Pues de la crisis en sí misma, me temo que ninguna, pero del estado en el que se encuentra
el país, creo que toda!.
Como
español no me queda más remedio que reconocer mi parte alícuota de culpa en
todo lo que nos ocurre. Sí, es cierto, son nuestros políticos los que nos han
traído hasta aquí. Los del PP y los del PSOE, los de CIU y los del PNV, los de
CC y los de UPN, los del BNG y los de IU, pero ellos han actuado ostentando
nuestra representación, luego si lo han hecho mal o muy mal, -sirva de ejemplo
supremo, la piscina que hemos construido en el Congreso para solaz divertimento
de sus Señorías- podremos ir contra ellos, pero de ninguna manera podremos
soslayar ni obviar las consecuencias que se deriven de los actos realizados en
nuestro nombre por aquellos que democrática y legítimamente elegimos.
Podemos
llevar la situación al absurdo en la búsqueda de los responsables. Por ejemplo,
pasemos a cuchillo a todos los políticos del país, y ya que estamos en el
burro, a sus descendientes también, -¡eliminemos sus odiosas estirpes de la faz
de La Tierra para siempre!-, pero una vez hecho esto, la situación sigue siendo
la misma: ni España, ni los españoles podemos eludir los compromisos legales
que han adquirido nuestros representantes en nuestro nombre.
Es
decir, hablando en román paladino, si contrato a un abogado para que me
defienda en un pleito contra un tercero que cree le adeudo sesenta mil euros, cuando
es él el que me los adeuda a mi y el abogado de mi libre y voluntaria elección,
lo hace tan rematadamente mal que termino perdiendo el litigio y el dinero, no puedo decir acto seguido “¡ahh yo no
tengo la culpa de que mi abogado sea un cafre y haya perdido el caso por este
motivo, así que no pienso pagar ni un euro de esos sesenta mil!”. ¿Qué creen que me
diría el Juez? ¿Me dejaría marchar sin abonar “la cuenta”?
Las
cosas no funcionan así y, menos aún, en ámbito internacional, donde la única
norma que rige las relaciones entre países es la ley del más fuerte, eso sí,
convenientemente beatificada y embutida dentro del disfraz de la ONU.
Es
doloroso, pero, en mi opinión, la culpa es de los españoles y sólo por eso
tenemos que pagar el coste de salir del agujero en que nos hemos metido. No hay
que darle más vueltas. Estamos obligados a asumir las consecuencias de las
decisiones de nuestros políticos. ¿Qué han sido unos pésimos gestores? De
acuerdo. ¿Qué deberían responder en un Juzgado?. Vale. ¿Qué son ellos los que
deberían “pagar el pato”?. Por supuesto, pero ninguno de estos extremos
constituye argumento de entidad suficiente capaz de eximirnos de cumplir la
palabra dada por España, aunque signifique grandes esfuerzos y mayores sacrificios.
Creo que no se soluciona nada pasando a los politicos por el juzgado debido que la justicia huele a podrido que no veas.
ResponderEliminarY sobre nuestra responsabilidad en el tema del pago lo mejor es declaranor en suspension de pagos u consurso de acreedores y colocar a un solo dirigente que lleve el pais que ilimine todos los gastos estupidos de colocacion de amigos como senado, congreso de diputados con la caterba de ignorantes que existen en ella, cabiuldos y diputaciones, ayuntamientos, comunidades autonomas y crear una gran vigilancia en la economia que es por donde se esta marchando toda nuestra fuerza y ya veremos si salimos del hoyo donde nos han metido claro que si saldriamos porque el pueblo español ha sido un pueblo trabajador y de mucha constancia y ahorrador y ademas de pasar por la cuchilla a muchos que esa lacra hay que eliminar si no no arrancamos nunca.
Me parece absolutamente ridícula la comparación del abogado con nuestra vinculación al político elegido. Dar ese valor de responsabilidad y vinculación a un español por el mero acto de introducir su voto en la urna cada 4 años, me parece insultante, si hubieras empleado la frase “tenemos lo que nos merecemos “ o algo similar que se usa como muletilla .. ¡Pues vale!. Ahora vuelvo al principio cuando dices “¿Qué culpa tenemos los españoles de a pie de lo que nos ocurre? Pues de la crisis en sí misma, me temo que ninguna, pero del estado en el que se encuentra el país, creo que toda “, te contradices pues el estado del país está absolutamente relacionado con la crisis, con lo cual el articulo queda invalidado (con perdón).
ResponderEliminarExtraordinariamente bien escrito y expresado.
ResponderEliminar!Enhorabuena¡
No, no creo que sea ridícula la comparación, más bien todo lo contrario. Es un símil que casa perfectamente. Elijo a mi abogado para que me represente. Elijo a mi partido político para que me represente. La responsabilidad y vinculación del abogado y el político elegido para con el representado es la misma. Creo que cualquiera lo entiende. No pienso tampoco que la comparación sea insultante, pero si pudieras explicarlo sería de agradecer.
ResponderEliminarQue ¿qué valor puede dársele al mero acto de introducir el voto en una urna cada cuatro años? ¡Pues está muy claro! Un valor absoluto. Dice el artículo 6 de la Constitución: "Los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política." ¿Seguro que no pillas el alcance del valor del voto introducido-en-la-urna-cada-cuatro-años? ¡Representan la voluntad popular!
De cualquier manera resulta reveladora tu afirmación de que podía haber empleado la frase "tenemos lo que nos merecemos" porque en ella reconoces implícitamente nuestra culpabilidad como españoles. Si tenemos lo que nos merecemos, es porque lo elegimos de entre varias opciones posibles y si tenemos lo que nos merecemos, ¿cómo renegar de tu parte alícuota de culpa?
Discrepamos otra vez. No hay contradicción alguna. El estado del país no es sólo consecuencia de la crisis. La crisis la están sufriendo también otros países y no lo están pasando tan mal como nosotros. Alemania y los USA creo metieron mano a sus bancos en el 2007. Lo que ocurre es que nuestros representantes políticos lo han hecho tan mal que han llevado al país casi al borde del precipicio.