Siempre
asocié la música Country al mundo rural norteamericano, a los Estados Unidos
profundos y reconozco que nunca le concedí una oportunidad. No sé, era música
folclórica, estaba fuera de lo que era mi universo musical, pero esto cambió
por culpa de Internet.
En un foro
yanqui en el que vengo participando desde hace años, había tres o cuatro
sureños enamorados de este estilo musical que poco a poco me fueron
recomendando grupos y solistas que terminaron por engancharme. Y aunque no soy
experto, ya sé lo que me gusta y lo que no.
Sin
embargo, la posibilidad de escuchar una banda de música Country en directo se
me reveló pronto muy complicada. Siendo una música de tan escasa difusión por
estas latitudes y sumándole los elevados costes derivados de nuestra
insularidad ¿qué promotor iba a atreverse a arriesgar su dinero para contratar
una?
Total, que
a principios de la semana pasada, leyendo un periódico digital, me encontré una
foto en la que aparecía un tipo con sombrero y barba pelirroja, acompañado de
otros cuatro elementos. En el titular se leía “Red Beard presenta en el teatro Guiniguada su álbum de country y
blues, Nobody’s Gonna Bring Me Down.”
Aquel tipo
de la barba roja tenía una pinta de yanqui del quince y los otros cuatro,
pues……..di por hecho que también lo serían, así que lo primero que hice fue
entrar en Youtube a buscar algunas de sus canciones. Me bastó con escuchar una
o dos para casi decidirme a comprar la entrada. Por entonces aún pensaba que
esta banda venía del extranjero, a lo mejor de los EEUU, -cantaban en perfecto
inglés- pero veo que uno de los vídeos colgados en Internet es de una
entrevista en la Televisión Autonómica….……….¡¡¡de Canarias!!!! Pinché
inmediatamente y cuando escucho hablar al de la barba roja, resulta que no es
guiri, ¡el tipo habla como nosotros, con nuestro acento!….¡¡¡Red Beard es una
banda de country de Las Palmas de Gran Canaria!!! Me quedé asombrado y todas
las excusas, dificultades y pegas que encuentro habitualmente para justificar
no romper mi rutina diaria y no salir de mi casa entre semana, desaparecieron
de pronto. No me podía perder a los “Red Beard”.
Aparqué la
moto en el Mercado de Vegueta sobre las 20:00 horas y yendo en dirección al
Teatro Guiniguada por la calle de La Pelota, me crucé a Jaime Jiménez con su
barba roja y su sombrero.
El
concierto, previsto para las 20:30, comenzó con cinco insignificantes minutos
de retraso.
“Read
Beard” hizo su entrada en el escenario bajo una tenue iluminación. Alba Cabero
al violonchelo, Álvaro Betancor al violín, Juanma Barroso al bajo, Marco Valero a
la guitarra eléctrica y Jaime Jiménez, guitarra acústica y vocalista.
El
concierto me encantó. Mantuvo mi atención en todo momento superando mis
expectativas con creces al punto que, por primera vez en mi vida, me vi
obligado a comprar el CD al final del espectáculo.
“Red
Beard” ofrece un directo potente, redondo, convincente, cargado de una fuerza
que hizo rebosar al Guiniguada de un country fresco, personal y elegantemente
delicioso que conquistó al no muy numeroso público asistente desde el primer
tema que interpretaron.
El tono de
voz de Jaime Jiménez, cálido y profundo en unas ocasiones, enérgico y cargado
de feeling en otras, junto a la ausencia de acento español de su pronunciación
inglesa y a un timbre nasal que me sonaba típicamente norteamericano, me llevó
a preguntarme si estaba en Vegueta escuchando en vivo a un grupo yanqui o
sentado en un bar en Nashville, Tennesse viendo en directo a una banda local.
Su manejo del slide y su dominio de la guitarra acústica, se complementaba a la
perfección con la eléctrica y el banjo de Valero, confiriendo al sonido del
grupo presencia, cuerpo y una solidez tonal que se veía reforzada por el bajo
contundente de Juanma Barroso y por la atmósfera country que la sonoridad del
violonchelo de Alba Cabero y del violín de Álvaro Betancor aportan al grupo.
Me gustó
mucho Marco Valero a la guitarra. Los matices que sacaba de aquellas dos
Telecaster, juraría que ambas semi-huecas, me parecieron exquisitos. Con un
fraseo sobrio, equilibrado, aderezado con deliciosos riff y armónicos limpios y
brillantes, todo envuelto por el típico sonido Fender, mantenía la tensión
argumental de los temas que iban ejecutando no permitiéndome distracción
alguna. Magnífico también su trabajo con el slide y el banjo.
“Red
Beard” carece de baterista por lo que Juanma Barroso debía cubrir la sección
rítmica de la banda que normalmente comparten bajo y batería. También me agradó
bastante su ejecución, marcando la cadencia, manejando muy bien los silencios y
no dejando escapar con su digitación ni una sola gota del tono compacto y
sólido que destila el sonido de la banda en conjunto.
Finalmente,
el violonchelo rítmico de Alba Cabero y los riffs que sacaba Álvaro
Betancor de su violín, terminaban de completar esa identidad de la banda, ese
tono característico y propio de la música country del que Red Beard es un
soberbio exponente.
En fin,
que salí del Teatro Guiniguada encantando con el concierto, con la satisfacción
de haber visto una banda de country de verdad en directo y encima, con el
placer de saber que las toneladas de endorfinas que generó mi cerebro tras el
magnífico espectáculo que acaba de presenciar, responde a un trabajo muy bien
hecho por unos vecinos de mi ciudad.
El CD de
“Red Beard” reproducido aleatoriamente en mi ordenador junto con la música de
Shooter Jennings y la de su padre Wylon, con la de la saga de los Williams,
Hank, el padre, Hank Junior, el hijo y Hank Williams III, el nieto, con la de
David Allan Coe, con la de Dave Alvin, con la de Big Bill Broonzy……..,pasa como
una más entre ellas. No se nota ni la más mínima diferencia entre el sonido, el
estilo, el feeling, el ritmo, la pegada de Red Beard y el de los grupos y
solistas citados anteriormente. Suenan exactamente igual de bien y crean la
misma atmósfera que el resto de mis grupos country preferidos.
Esto de la
música no es fácil, menos aún para nosotros que vivimos separados por agua con
los costes que para una banda ello significa, pero la calidad este primer álbum
de Red Beard me obliga a animarles encarecidamente a seguir por esta línea que
han iniciado. Yo por mi parte ya estoy a la espera del próximo álbum,
"Volumen II"