Grecia de nuevo a las andadas. Otra vez vuelven a generar inestabilidad en el seno de la UE.
Tsipras lo ha hecho todo mal y lo que es peor, siguiendo el manual del marxismo-leninismo a pies juntillas, comprobamos como no ha dudado en hacer rehén de sus fracasadas fantasías ideológicas a todo el pueblo heleno. Cuántas estrecheces no les habría ahorrado a los griegos su primer ministro, si hubiese aceptado los términos pactados por sus predecesores en el cargo desde el principio. ¿De verdad creía que la UE se iba a plegar a sus políticas marxistas? ¿En serio pensaba que podría poner al resto de Europa contra las cuerdas? No pagar la deuda, bajar los impuestos, re-contratar a los funcionarios despedidos, no elevar la edad de jubilación…..y a la vez ¿pedirnos prestado más dinero? O es un amateur o es un imbécil en el sentido romano del término. En cualquier caso, no es apto para el puesto.
Copio traducido un ilustrativo artículo publicado hoy por Angelos Stangos en la versión inglesa del diario digital griego Ekathimerini, bajo el título "Soñadores no arrepentidos" http://www.ekathimerini.com/200678/opinion/ekathimerini/comment/unrepentant-dreamers
“Alekos Flambouraris, Ministro de Estado, admitió el martes que el gobierno liderado por SYRIZA se había equivocado al pensar que los países europeos se rendirían ante su mandato de izquierda. Se refería, obviamente, a los resultados de las elecciones generales y al referéndum de rescate. Añadió que el gobierno también había calculado mal el potencial de los países del Sur de Europa para resistir.
El viceprimer ministro Yiannis Dragasakis dijo el lunes que Grecia había actuado mal al amenazar a sus socios europeos con una salida del euro, para a continuación afirmar que aquellas expectativas que auguraban pánico generalizado en los mercados globales ante la perspectiva de un Grexit, también se habían revelado erróneas.
El mismo día, era el primer ministro Alexis Tsipras el que también señalaba que Atenas había valorado mal el equilibrio de poderes y así sucesivamente. Por supuesto, ellos y otros miembros de SYRIZA admiten que el memorando firmado por el gobierno está muy lejos de los contenidos del "Programa de Salónica", el legendario manifiesto anti-rescate sobre el que se asentaba el mensaje pre-electoral del partido.
Todas estas concesiones se han realizado de una manera inusualmente tranquila, lo cual tiende a generar buenos sentimientos en la línea de "sus intenciones eran buenas, pero al final, simplemente no funcionaron. No hay nada que podamos hacer ahora, salvo seguir adelante.”
Pero pensar de esta forma conduce a un error que debe ser evitado. Incluso hablar de la voluntad popular o de la capacidad de los países del Sur de Europa, solo trasluce su persistente desconexión con la realidad.
Otros gobiernos europeos también se basan en un mandato popular. Nunca hubo intención de crear un frente integrado por los estados del sur de Europa. Además, sabemos que como consecuencia de la adhesión a la Unión Europea, y especialmente tras la firma del Tratado de Maastricht, todos los países están de acuerdo en renunciar a parte de su soberanía en aras de una más profunda integración europea.
Una pregunta clave que los miembros del gobierno deben responder es si han hecho algo bien inmediatamente después de comprobar que todas sus predicciones estaban equivocadas. Para cualquier observador imparcial, este estrepitoso fracaso sólo puede explicarse por una de estas tres razones.
O bien son unos ineptos, o unos mentirosos, o ambas cosas, porque es difícil de asumir que desconociesen que sus predicciones estaban tan alejadas de la realidad, sobre todo teniendo en cuenta las toneladas de comentarios y análisis que les advirtieron de las consecuencias que se derivarían de sus acciones. Por otra parte, fueron esas falsas promesas y expectativas las que los llevaron al poder, pero sin embargo, mostrando nulo arrepentimiento, continúan soñando con el programa de Salónica como si mereciesen algún tipo de reconocimiento por sus interminables promesas y fantasías.”
Tsipras lo ha hecho todo mal y lo que es peor, siguiendo el manual del marxismo-leninismo a pies juntillas, comprobamos como no ha dudado en hacer rehén de sus fracasadas fantasías ideológicas a todo el pueblo heleno. Cuántas estrecheces no les habría ahorrado a los griegos su primer ministro, si hubiese aceptado los términos pactados por sus predecesores en el cargo desde el principio. ¿De verdad creía que la UE se iba a plegar a sus políticas marxistas? ¿En serio pensaba que podría poner al resto de Europa contra las cuerdas? No pagar la deuda, bajar los impuestos, re-contratar a los funcionarios despedidos, no elevar la edad de jubilación…..y a la vez ¿pedirnos prestado más dinero? O es un amateur o es un imbécil en el sentido romano del término. En cualquier caso, no es apto para el puesto.
Copio traducido un ilustrativo artículo publicado hoy por Angelos Stangos en la versión inglesa del diario digital griego Ekathimerini, bajo el título "Soñadores no arrepentidos" http://www.ekathimerini.com/200678/opinion/ekathimerini/comment/unrepentant-dreamers
“Alekos Flambouraris, Ministro de Estado, admitió el martes que el gobierno liderado por SYRIZA se había equivocado al pensar que los países europeos se rendirían ante su mandato de izquierda. Se refería, obviamente, a los resultados de las elecciones generales y al referéndum de rescate. Añadió que el gobierno también había calculado mal el potencial de los países del Sur de Europa para resistir.
El viceprimer ministro Yiannis Dragasakis dijo el lunes que Grecia había actuado mal al amenazar a sus socios europeos con una salida del euro, para a continuación afirmar que aquellas expectativas que auguraban pánico generalizado en los mercados globales ante la perspectiva de un Grexit, también se habían revelado erróneas.
El mismo día, era el primer ministro Alexis Tsipras el que también señalaba que Atenas había valorado mal el equilibrio de poderes y así sucesivamente. Por supuesto, ellos y otros miembros de SYRIZA admiten que el memorando firmado por el gobierno está muy lejos de los contenidos del "Programa de Salónica", el legendario manifiesto anti-rescate sobre el que se asentaba el mensaje pre-electoral del partido.
Todas estas concesiones se han realizado de una manera inusualmente tranquila, lo cual tiende a generar buenos sentimientos en la línea de "sus intenciones eran buenas, pero al final, simplemente no funcionaron. No hay nada que podamos hacer ahora, salvo seguir adelante.”
Pero pensar de esta forma conduce a un error que debe ser evitado. Incluso hablar de la voluntad popular o de la capacidad de los países del Sur de Europa, solo trasluce su persistente desconexión con la realidad.
Otros gobiernos europeos también se basan en un mandato popular. Nunca hubo intención de crear un frente integrado por los estados del sur de Europa. Además, sabemos que como consecuencia de la adhesión a la Unión Europea, y especialmente tras la firma del Tratado de Maastricht, todos los países están de acuerdo en renunciar a parte de su soberanía en aras de una más profunda integración europea.
Una pregunta clave que los miembros del gobierno deben responder es si han hecho algo bien inmediatamente después de comprobar que todas sus predicciones estaban equivocadas. Para cualquier observador imparcial, este estrepitoso fracaso sólo puede explicarse por una de estas tres razones.
O bien son unos ineptos, o unos mentirosos, o ambas cosas, porque es difícil de asumir que desconociesen que sus predicciones estaban tan alejadas de la realidad, sobre todo teniendo en cuenta las toneladas de comentarios y análisis que les advirtieron de las consecuencias que se derivarían de sus acciones. Por otra parte, fueron esas falsas promesas y expectativas las que los llevaron al poder, pero sin embargo, mostrando nulo arrepentimiento, continúan soñando con el programa de Salónica como si mereciesen algún tipo de reconocimiento por sus interminables promesas y fantasías.”
El doloroso escenario en que las políticas populistas de Syriza han metido a Grecia, es lo que nos garantiza Podemos para España. De hecho ya lo estamos viendo en aquellos Ayuntamientos en los han logrado hacerse con el poder.
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, dos amateurs no aptos para desempeñar el puesto, igual que Tsipras, no dudarán en pactar con tal de gobernar y eso significará el principio del desastre, en mi humilde opinión. Grecia es la prueba empírica de que a la UE no le tiembla el pulso cuando uno de sus miembros intenta amedrentar al resto y revela sin ambages las consecuencias de entregar la dirección del país a unos indocumentados carentes de la mínima experiencia necesaria.
O Rajoy o el caos. No hay más opción.
Como decía mi amigo Luis temiendo un posible gobierno frentepopulista salido de esos pactos, "que Dios nos coja confesados y le de luz a los votantes"
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