20 nov 2010

¡ZP debe irse ya!


Hablaba con un compañero del trabajo sobre Rodríguez Zapatero y le comentaba que, en mi opinión, el interés superior de España pasaba por la sustitución inmediata de ZP, pero me contestó con la sempiterna ironía de “¿y a quién vas a poner, a Rajoy?”

Me resulta difícil entender como aún después de comprobar la improvisación e irresponsabilidad, la ligereza e imprudencia con la que se ha conducido nuestro presidente de Gobierno, desde incluso antes de 2004, -recuérdenlo sentado al paso de la bandera norteamericana- existan muchos ciudadanos que rechacen admitir la urgente necesidad de su recambio y que por toda respuesta a esta negativa, aleguen que Rajoy es esto o lo de más allá. Parece que lo grave, problemático y perjudicial para el país es Rajoy y lo que supuestamente pueda hacer, si accede al Gobierno y no ZP, por mucho mal que haya causado.

Al final y con independencia de las ideas que pueda tener cada uno respecto del PP o del Psoe, creo que la mayoría de la ciudadanía es consciente que el día a día de estos últimos años nos ha ofrecido realidades, hechos y acontecimientos no sujetos a opinión, fácilmente perceptibles sin necesidad de erudición alguna y que, tal vez, sean los que deban considerarse con frialdad, sin apasionamiento, de forma imparcial, a la hora de decidir sobre si alguien es o no el adecuado para coger el toro por los cuernos e intentar alejar a España del abismo al que peligrosamente se viene asomando desde que oficialmente estalló la crisis, allá por octubre de 2008.


Entre esos hechos objetivos que pienso no admiten prueba en contra, tenemos, en primer lugar, el mayor recorte de derechos sociales de los trabajadores y pensionistas realizados en España desde 1978. Esto no es discutible.


En segundo lugar, este sesgo drástico y rotundo de los derechos sociales, no lo ha llevado a cabo la “terrible derechona, que sólo pretende llenar los bolsillos de los empresarios”. Estas medidas han sido adoptadas por el partido de los progresistas. Ha sido el Psoe el que ha congelado las pensiones. El que ha recortado el salario de los empleados públicos, el que ha endeudado a España hasta las cejas. Es decir, un Gobierno que se dice obrero y socialista, que ha jurado y perjurado que no tocará los derechos sociales como mecanismo para atajar la crisis, termina siendo lo primero que hace, para, a continuación, entregar miles de millones de euros de todos los españoles ¡¡¡a la banca privada!!! Banca que encima no utiliza esta liquidez para facilitar créditos a los empresarios, sino que lo destina a cubrir la disminución de ingresos, que no pérdidas, que presentan sus cuentas como consecuencia de la crisis.


Tercer dato incontestable. Se le advirtió, por activa y por pasiva de la existencia de la crisis. Desde fuera de su partido primero y desde dentro cuando ya se atisbaba en el horizonte la evidencia de la gravedad y alcance de aquélla. Más adelante, se le solicitó adoptase medidas para hacer frente al mayor desastre económico que sufre el mundo occidental desde el crack del 29, pero no hizo el menor caso, limitándose a acusar de agoreros a los que le ponían sobre aviso de lo que se nos venía encima y a negar la crisis ad infinitum.


En cuarto lugar, otra cuestión que tampoco parece admita muchas disquisiciones, es que hasta que literalmente le “tiraron de las orejas” para obligarlo, no movió un dedo, prefiriendo hasta entonces mantener una actitud de “no hacer” confiando en la recuperación económica de otros –los USA para más señas- como única salida para nuestra economía. Como los niños malcriados. No escuchó a Sarkozy cuando le requirió a ello. No hizo caso a Merkel, probablemente porque como él mismo señaló –una más de sus pueriles imprudencias- es una “fracasada” y fue Obama el que tuvo que obligarlo a adoptar las medidas de marras. Ayer escuchaba en la radio que otro de los que llamó al orden a ZP fue el presidente de China. Y claro, uno se pregunta ¿por qué tanto interés de los países económicamente más potentes del globo, en que España adoptase medidas de austeridad económica? ¿Por qué tanta molestia y preocupación? Pues porque –otro dato objetivo- España supone el 8% del Producto Interior Bruto de la UE, bastante lejos del 3% de Irlanda o Grecia. La caída de España significaría el desastre para todos.


Por último, una opinión. No tengo, pero ni la más remota duda, que si estas mismas medidas de austeridad económica y de recorte contundente de derechos sociales, hubiesen sido adoptadas por un gobierno del PP, habríamos visto nuestras calles con barricadas y altercados. Vamos, movilizaciones espontáneas de la ciudadanía convertida en turba, del tipo “pásalo, España no merece un gobierno que recorte derechos sociales” que ya conocimos en el pasado.


Total, que lo que me sorprende es que si mañana se celebrasen elecciones, habría ocho millones de españoles que votarían a Zapatero. Ciudadanos a los que no les importa que sea el responsable del ataque más letal inflingido a los trabajadores y pensionistas, españoles que les resulta irrelevante la sucesión interminable de mentiras, trucos de prestidigitador de feria barato, que no consideran que las múltiples declaraciones públicas que ha realizado y que sólo han servido para que el mundo occidental compruebe empíricamente en la persona de nuestro Presidente de Gobierno, cómo es mejor estar callado y parecer tonto, que hablar y despejar las dudas definitivamente, resultan suficientes para que todos esos conciudadanos admitan sin atisbo de duda que lo de ZP no puede continuar.


1 comentario:

  1. Tragarse contradicciones y propaganda barata evidencia la esclavitud intelectual de la gente a la que te refieres. Por eso al PSOE le interesa que el nivel educativo nunca sea alto. De lo contrario podrían perder la potrona.
    Un abrazo

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