23 feb 2011

Foros

Desde hace varios años participo en la red en un foro en lengua inglesa integrado por una mayoría de norteamericanos y unos cuantos australianos. Los miembros somos unos treinta y pico largos aproximadamente. Yo soy el único español. Muchos tenemos hijos y estamos en los cuarenta, aunque hay unos cuantos más jóvenes.

Lo que empezó como una especie de obligación que me medio impuse para evitar que mi inglés muriese para siempre, terminó por convertirse en algo entretenido.

Tengo que reconocer que mis intervenciones son pocas. Mientras que las de todos ellos –lógicamente- varían entre tres y cuatro mil, las mías sólo alcanzan las quinientas desde que uno de ellos me invitó a unirme al foro.

Pero estos años de conversación me han dado la oportunidad de conocer, de primera mano, múltiples aspectos de sus vidas extranjeras: qué comen, cómo viven, con qué perspectivas deciden casarse, cómo afrontan un desahucio, cómo son capaces de cambiar, ya no sólo de ciudad, sino de estado una docena de veces a lo largo de sus vidas, cómo asumen el hecho de tener que vender la casa para ir a vivir en un remolque, qué música prefieren, qué piensan de la excesiva intromisión del Estado en sus asuntos particulares, de la Sanidad pública universal, de las armas, de Dios……….. y por supuesto de política.

Con el tiempo me di cuenta que cuando yo les preguntaba, por ejemplo, sobre el Tea Party o sobre el por qué de su negativa a la sanidad pública universal, las respuestas que obtenía eran las de norteamericanos normales, igual de normales que yo. Sus comentarios eran honestos, expresaban el parecer de ciudadanos corrientes que tienen de afrontar la vida diaria como cualquiera de nosotros aquí. Recuerdo que en esta Navidad pasada se abrió un tema típico: “¡Pide un deseo para 2011!” . Uno de los que replicó dijo, “si consigo terminar el 2011, con un dólar en el bolsillo, lo consideraré un premio”. No hay medio de comunicación en el mundo capaz de superar esta precisión y objetividad en la definición de una situación.

El tema de las armas en manos de los ciudadanos, era una de esas cuestiones que para mí siempre estuvieron claras: eran el signo distintivo del “imperialismo de los yanquis”, pero, claro, cuando les pregunté por ellas y sus opiniones al respecto, -como decía más atrás-, me di cuenta que no obtenía la información a través de un medio de comunicación interpuesto, como era habitual, sino que la recibía directamente de la fuente. Esta información me resultó más valiosa y reveladora. Pronto, leyendo los comentarios que iban haciendo, comprobé que había muchos más argumentos de los que yo creía, detrás de la defensa del derecho de los ciudadanos a usar armas. Podían convencerme o no, pero desde luego, aportaban razonamientos sólidos, completamente alejados de esa idea fija y única, que tenía en la cabeza respecto de esa afición yanqui por las armas de fuego.

Otro día, uno comentó que había ido con su hijo a un evento, del que sólo logré entender que había presencia de armas, así que le pregunté. La respuesta me dejó sorprendido. Iban a una especie de feria organizada en su ciudad en la que se podía disparar casi cualquier cosa. Hablaba de armas más pesadas que una ametralladora, de las que tienen que montarse en trípodes. Por supuesto todo tipo de fusiles, Kalashnikov, M-16, Uzi……y hablaba con normalidad. Iba con su familia a pasar el día, como podríamos ir nosotros, yo que sé, a Fisaldo o al Circo o a cualquier otro evento organizado por nuestro Ayuntamiento y enseñaba a su hijo a disparar, igual que nosotros enseñamos a nuestros hijos a montar en bicicleta.

Es sencillamente su idiosincrasia. Como la nuestra con las tapas o la siesta.

Me asombra también lo relativamente rápido que se amoldan a situaciones sobrevenidas o al menos, éstos que he conocido en el foro. Que no se puede pagar la casa, la vendemos y nos mudamos a un remolque. Que queremos conservarla, pero nos ofrecen trabajo en la otra punta del país, pues la cerramos y nos mudamos. Que nos desahucian, pues los niños con los abuelos, los padres a negociar con el banco una refinanciación y a buscar trabajo. Y comentan todo esto –yo estaría abrumado- con evidente preocupación, pero a la vez con naturalidad. No digo que no lo pasen mal, pero asumen que aunque era difícil que ocurriese lo peor, podía acaecer, resulta que ha ocurrido y, simplemente, hay que ponerle solución. Comentaba uno el pasado 12 de febrero que “llevo seis semanas a la espera de que me reasignen un trabajo. Sin sueldo. Me quedé sin dinero hace cuatro semanas, pero, ¡menos mal!, empiezo a trabajar el próximo Lunes”.

La música country es otra de las cosas con la que estos yanquis han conseguido picar mi curiosidad. Nunca creí mereciese una oportunidad, siempre relacionada por mí con la Norteamérica profunda, entendida como un tipo de música “menor”. Error.

Aunque soy el único de habla no inglesa del foro, he abierto el tema de conversación más longevo y, creo, que más respuestas ha obtenido nunca: “¿Qué estás escuchando ahora?” Lo abrí el 19 de marzo de 2009 y aún sigue recibiendo respuestas, la última del 13 de febrero de este año. Cada cual sube un video de Youtube y muestra la música que está sonando en su equipo en ese momento. Total, que un día uno recomendó a un tal Hank Williams Jr. y como quien no quiere la cosa, le di chance. Hank Williams Jr. ya está en mi disco duro. Junto a él, Shooter Jennings, otro que hace un country que me gusta bastante. Armónicas, voces graves y profundas, guitarras y banjos……….muy recomendable.

En fin, que si no llega a ser por mis viejos, que me obligaron a ir a Inglaterra contra mi voluntad allá por los años ochenta………. me habría perdido todo esto

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