A la vista de la trayectoria de Zapatero, no resulta extraño que “ciertas salas” de El Alcázar de Toledo hayan sido cerradas al público. Los hechos que recreaban no casan adecuadamente con las "ideas de libertad y democracia que inspiraban la II República y que el pueblo tuvo que defender con las armas contra el fascista Franco", pero por otro lado, hay que reconocer que esto de revivir la “memoria histórica” como mecanismo para ganar elecciones, ha sido otra de las torpezas galácticas del Presidente. Gracias a eso, muchos los españoles que jamás habíamos cuestionado la identidad de los culpables de la Guerra Civil o las barbaridades cometidas en el período de posguerra o las bondades de la II República, modelo de respeto de derechos civiles y políticos “que-Franco-se-encargó-de-liquidar”, porque siempre habíamos dado por válida la versión única que escuchábamos en los institutos allá por los años 80, hayamos terminado hasta el gorro del guineo de ZP con lo de los buenos y los malos de aquellos años, y hayamos querido, unos, conocer la versión de la otra parte en el conflicto y otros, estudiarla para contárnosla al resto y la verdad, después de leer lo que dicen los otros contendientes, la cosa no era como nos la contaron. Vamos, que uno no se acuesta esta noche, se levanta mañana y resulta que ha estallado una guerra civil. Como me decía mi abuelo, "la II República era incapaz de mantener el orden en el país. En las arenas de detrás del Estadio Insular, aparecía gente asesinada todos los días" pero yo, nunca le creí.
En el fondo, me temo que esta Ley de memoria histórica - ni la M ni la H, pueden escribirse con mayúsculas- pergeñada por el Psoe, responde más bien a una estrategia dirigida a hacer desaparecer cuanto antes y definitivamente, cualquier vestigio, cualquier huella, indicio o pista que revele la forma en la que se conducía el Frente Popular con todos los españoles que no comulgaban con ellos y a enterrar en el agujero más profundo del averno los comportamientos de la izquierda española, porque su conducta y proceder durante aquellos años, la sitúan acercando la llama a la espita que dio origen a la Guerra Civil.
Hola Filterarrow:
ResponderEliminarLa versión que cuentas respecto a Moscardó y su hijo es la que defienden muchos historiadores.
Pero un familiar de los sitiados en el Alcázar una vez me dio su propia versión, que es la que personalmente creo. En efecto, llamaron a Moscardó amenazando con matar a su hijo. Él habría cedido (un hijo es un hijo), pero tuvo que resistir al chantaje porque sus propios hombres le obligaron ya que no podían/querían salir del Alcázar porque sabían que les matarían inmediatamente. Le dijeron, Mi Coronel, si usted se entrega le metemos dos tiros. Por tanto Moscardó tuvo que resistir.
Un abrazo