El
pasado lunes día 2 de junio, el Rey comunicaba su intención de abdicar la
Corona en su hijo.
El
martes día 3, diez mil personas se manifestaban en la madrileña Puerta del Sol
a favor de la República y en contra de la Monarquía. Con menor asistencia, se produjeron
actos similares en varias capitales españolas
Pero
bueno….¡dónde ha estado esta gente durante los últimos cuarenta años! ¿cómo no
hemos sabido nada de esta desatada pasión republicana hasta ahora?,
quizás…..¿oscuras y ominosas fuerzas realistas han conspirado para mantenerlos
subyugados y sólo con la abdicación del Rey se han sentido, al fin, libres para
manifestar públicamente su reprimida fobia monárquica?.....
Cayo Lara ha demandado
que “en el plazo de tres meses se
convoque un referéndum consultivo para que el pueblo decida entre monarquía o
república”, pero claro, Izquierda Unida es un partido constitucional que sabe
que no hay problema para sustituir el sistema monárquico por uno republicano,
porque la propia Constitución prevé en su Título X la forma de hacerlo, ¿entonces?
¿a qué esta agitación de “la calle”? ¿a qué esta inexplicable propuesta de
referéndum? Pues viene a que cumpliendo la Ley IU no puede satisfacer sus
pretensiones. El exiguo 6’92% del cuerpo electoral español que representan en
el Parlamento resulta insignificante para el éxito de la modificación
propuesta. Pretender, exigir la celebración del referéndum amparándose en el
artículo 92 del texto constitucional como mecanismo legal para modificar
nuestro sistema político, soslayando el procedimiento contenido en el Título X
para eso mismo, supone el reconocimiento explícito del escaso valor que IU
concede al Estado de Derecho.
El líder de los comunistas españoles era entrevistado
anoche por Sergio Martín, un zamorano nacido en el 77, ganador del Premio Larra
de Periodismo, director del canal 24Horas y conductor de la tertulia de TVE que
se emite de lunes a viernes en horario nocturno. Este programa de debate de la
televisión pública española –ya lo he dicho otras veces- me parece
sobresaliente. Quizás el tiempo dedicado a la interpelación del invitado por
parte de otros periodistas se me hace algo corto, pero sin ningún género de
dudas resulta normalmente ameno, entretenido y enriquecedor y sobre todo, el
moderador cumple su misión, esto es, no hay gritos, no hay insultos entre los
tertulianos, no existe la tensión histérica que se respira en el resto de los
programas de debate político que pueblan el dial televisivo en esa franja
horaria y que muy a menudo, los iguala con la zafiedad ordinaria que destila
habitualmente el programa “Sálvame” de Tele 5. En la tertulia que dirige Sergio
Martín, la paz y la concordia, el respeto a los turnos de palabra y a la
opinión del otro, el tono sosegado con el que se desenvuelve el programa, hacen
que sea un verdadero placer sentarse delante de la tele.
Cuando
empecé a escucharlo ya estaban presentes otros periodistas en el plató y desde
aquel momento el líder comunista ya se llenaba la boca señalando que la
Transición había llegado a su fin como consecuencia de los escándalos
protagonizados por la Monarquía y que ese motivo, -el desprestigio en el que
nos había sumido-, exigía consultar a los ciudadanos sobre su continuidad. Del
Congreso y del Senado, como órganos de expresión de la voluntad popular, ni mú.
Total,
que después de una perorata aprendida de memoria, llena de tópicos rancios y
anacrónicos pero expresados con la soltura y seguridad propia del que está
acostumbrado a hablar en público, diciendo cosas como que “la jefatura del Estado no se puede decidir por cuestiones de sangre”,
a pesar de que la Constitución establece que la Corona es hereditaria o “que se
plantea el referéndum como el inicio de un proceso constituyente que debe
originar un nuevo sistema político de democracia avanzada”, sin dedicar una
frase a explicar cómo pensaba hacerlo, el conductor del programa le preguntó,
más o menos, “sí, de acuerdo señor Lara, pero todo esto que usted propone,
siendo legítimo ¿cómo se va a llevar a cabo, cómo creen ustedes que debe
articularse?.....porque usted sabe que existe un procedimiento establecido por
la Ley para ello, luego…….”. Como quien oye llover, el amigo Cayo, impertérrito, se fue por la
tangente para colocar uno tras otro, los penosos y cansinos mantras del
tipo “los obreros oprimidos por el
capital y por la casta empresarial” o “los
partidos que sustentan a la monarquía han roto el pacto constitucional al no
garantizar pan, techo y trabajo para todos los ciudadanos”. Sergio Martín,
perplejo al ver que Lara contestaba con un discurso ajeno a la pregunta
formulada, dejó que terminará y cedió el turno a otro periodista. Podía haberle
espetado un “no contesta usted mi
pregunta concreta señor Lara, ¿cómo quieren hacerlo?”, pero lo habría
dejado en ridículo. El rostro del presentador rezumó compasión.
El
debate continuaba con Lara poniendo a parir a la Monarquía española,
denostándola para referir sus sombras y no reconociendo ni una de
las luces, cuando intervino otro de los periodistas directo a la yugular: “bien después de todas estas referencias
negativas, cómo se entiende que el 46% de los votantes de IU estén a favor de
la monarquía y sólo el 19%, se manifieste en contra? ¿No debería usted
representar la voluntad mayoritaria de su partido?”. El amigo Cayo se fue
otra vez por las ramas. “Déjeme que le
diga, que la lealtad a la Constitución se demuestra cumpliendo los derechos
sociales, laborales y civiles consagrados en la Constitución. El debate de hoy
es sobre si queremos profundizar la democracia o si queremos continuar con este
sistema a veces despótico en el que unos pocos a veces fuera de las
instituciones toman decisiones que hacen daño a miles de ciudadanos"
En fin, que este hombre está dotado de una buena
verborrea, habla bien, encaja las preguntas comprometidas sin rubor alguno,
básicamente porque las soslaya para contestar a otra cosa que nada tiene que
ver con lo preguntado, pero no tiene altura, ni talla, todo lo que dice es de
una superficialidad populista tan vana, -lástima no habló de lo suyo, los koljós y los soljov- que uno se pregunta si este agricultor es el mejor candidato que IU puede ofrecer de entre sus filas. Recordarlo saliendo del hemiciclo
y poniéndose públicamente del lado de los centenares de antisistemas que
pretendían rodear y asaltar el Congreso o justificando el robo de supermercados y la ocupación de propiedad privada, produce miedo y preocupación
porque, al igual que con el pretendido referéndum, nos dice en nuestras caras
que entiende legítimo ponerse fuera de la Ley cuando sus pretensiones no
encuentran cauce dentro de ella.
Casi la mitad de los votantes de IU parece que aprueban la monarquía pero da igual porque se trata de agitación revolucionaria; como decía Lenin "Nuestra tarea es utilizar cualquier manifestación de
descontento, no importa cuan pequeña sea". Sólo el 19% de sus votantes se queja de la monarquía, pero......¡es que no importa lo minúsculo que sea el descontento! Este pernicioso proceder de IU agitando el artículo 92 para clamar que "¡se puede, pero no se quiere!" solo busca prender una chispa que desencadene un conflicto social de mayor calado.
Viendo a los mindundis que se postulan para dirigir al PSOE, -hasta Alfonso Guerra está alarmado-......e imaginando la posibilidad de estos marxistas leninistas como parte de un Gobierno de España………..y, como dice el periodista Carlos Herrera,....... nos vemos corriendo hasta la frontera.
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