Hablaba el otro día con un amigo
de origen norteamericano acerca de la decapitación de su compatriota
periodista, James Foley por parte de miembros del Ejército Islámico de Irak y
Levante y de la despiadada y bárbara crueldad con la que se estaban conduciendo,
degollando, asesinando y hasta crucificando a sus congéneres por cuestiones religiosas.
Rápidamente concluimos que nosotros, los infieles ciudadanos occidentales, seríamos los
siguientes en la lista de estos terroristas y en ese momento me dijo, “mira, son este tipo de cosas las que exigen
una actuación militar tan severa que signifique el aplastamiento total de hasta
el último miembro de ese Ejército islámico y en lugar de esto, nos dedicamos a
bombardeos diarios que acaban con algunos de estos hijos de puta, pero que deja
a otros muchos vivos para continuar con los asesinatos”.
La verdad es no puedo estar más de
acuerdo.
Irán, el país islámico en el que
reside la mayoría de los chiítas del mundo, ha empezado a temblar ante la
gravedad de la amenaza, tanto, que se ha visto forzado a negociar con el “Gran
Satán” yanqui –si Jomeini levantara la cabeza…- y parece han acordado que serán
voluntarios iraníes –entre otros- los que se enfrenten sobre el terreno a estos
terroristas del Ejército Islámico.
Total que en eso llegó la cumbre
de la OTAN en la que el presidente de los EEUU solicitó a sus aliados europeos
la formación de una gran coalición para enfrentar a estos terroristas y sólo ha
logrado que diez de los veintiocho miembros de la UE, -lamentablemente España
se ha quedado fuera-, se sumen a aquélla, eso sí, dejando absolutamente claro
que “no habrá soldados sobre el terreno”.
Con mi amigo yanqui ya había
hablado de esta incomprensible actitud de los países de la UE de considerar el
gasto en defensa como algo poco “progresista” y que la mayoría de los europeos
no querían ni ataúdes, ni sangre, ni gastarse mucho dinero en sus Fuerzas
Armadas, ni siquiera cuando con ello se tratasen de adoptar medidas para
defendernos de una amenaza tan real y cierta como esta, a pesar de que, encima,
la mayoría de los occidentales que luchan en el Ejército Islámico proceden de
países de la UE, esto es, a sabiendas de que tenemos al enemigo en casa.¡Que los muertos y los dineros que acarrea nuestra defensa los pongan los EEUU!
Hace algunas semanas, el nuevo
líder de los socialistas españoles afirmaba en una entrevista en Antena 3 que
España debía haber formado parte de la coalición militar promovida por el
presidente Obama, pero “sin que eso significase enviar militares”. ¡Que me
expliquen cómo se come eso!
Y hoy día 4 de octubre, en el diario El Mundo,
entrevistado por Rafael Álvarez y a la pregunta
“¿Qué
Ministerio sobra y qué presupuesto falta?” ha
respondido que “falta más presupuesto
contra la pobreza, la violencia de género... Y sobra el Ministerio de Defensa.”
Pedro
Sánchez ha tenido que matizar el mismo día estas manifestaciones y el diario El
Mundo recoge en su web que fuentes del PSOE le han manifestado que “no está en el ánimo de Pedro Sánchez
eliminar el Ministerio de Defensa.”
Vale, no está en su ánimo, pero
sin duda sus palabras reflejan el verdadero sentir de gran parte de nuestra
izquierda que reniega de algo tan básico como estar preparados para
defendernos de una agresión externa, porque "todo se puede dialogar". José Bono cuando era Ministro de Defensa decía que
prefería morir a matar y la impresentable de Carmen Chacón desempeñando
el mismo puesto afirmaba ser pacifista. Tengo numerosos amigos y conocidos de izquierda que
están convencidos que hay que reducir el dinero destinado a defensa y gritar
“No a la guerra” y si me apuras hasta “¡OTAN, no, bases fuera!" Me resulta
incomprensible.
Leía en un diario de tirada
nacional que sólo tres países de la OTAN cumplen la recomendación de destinar
el 2% del PIB a defensa. Los EEUU con un 4’8%, Reino Unido con un 2’6% y,
¡mucha atención!, Grecia con el 2’1%.
Grecia, el país intervenido por
excelencia, el que vive de rescates de la UE, el que está hundido en la crisis
y vive amenazado por el auge de la extrema izquierda y de la extrema derecha, el
que falseó todas las cuentas públicas, destina mayor porcentaje de gasto a
defensa que el siguiente en la lista que es…..¡¡¡Francia!!! Es decir, los
helenos, asumiendo sin ambages el peligro que uno de sus vecinos - tienen
contenciosos con Turquía desde hace siglos- representa para su soberanía y aún
sufriendo las penurias económicas y sociales más dolorosas, no dudan en
destinar recursos económicos –que obviamente detraen de otras partidas
presupuestarias del Estado- para disponer de unas Fuerzas Armadas capaces de
hacer frente al que les amenaza. El ejército turco está entre los diez más
poderosos del planeta.
En el caso de España, nuestros
potenciales enemigos –como señalaba el presidente Rajoy- vienen por el norte de
África. No podemos tomarnos esta amenaza a broma, ni podemos desdeñar su
alcance porque lo cierto es que somos un objetivo de los terroristas islámicos
y ahí van dos ejemplos.
Safar al-Hawali, prominente jeque Saudí en
una carta dirigida a George W. Bush: "Imagine
señor presidente, ¡todavía lloramos la pérdida de Andalucía y recordamos lo que
Fernando e Isabel hicieron a nuestra religión, a nuestra cultura y a nuestro
honor! Soñamos con recuperarla".
Ansar al-Islam en el Sahara musulmán: "Al Andalus está frente a nuestros ojos
y con la ayuda de Alá recuperaremos la Tierra del Islam y lo que nos fue
arrebatado de las manos de nuestro antepasados, sin que nos importe el tiempo
que pueda llevar conseguirlo." (Estas “prendas” están cerquita de las
islas, ahí al lado)
En noticia fechada el pasado mes
de julio, Javier Casqueiro comentaba el atentado yihadista perpetrado contra el
ejército de Túnez e iniciaba su artículo en el diario El País con el siguiente
párrafo: “Túnez de luto nacional tres
días, Marruecos lleva una semana en estado de máxima alerta, Argelia mantiene a
sus omnipresentes fuerzas de seguridad en vigilancia total y Libia sigue en el
caos. El fantasma del yihadismo terrorista obsesiona en el Magreb, también en
los países teóricamente ahora más estables”.
Aunque muchos quieran soslayar esta realidad, "eso no va a pasar aquí", lo cierto es que los chiíes tienen sus propios grupos terroristas, Hamás y Hezbolla,
ambos subvencionados por Irán. Los suníes tienen los suyos, Al-Qaeda y el
Ejército Islámico, financiados por Arabia Saudí. En cuanto uno de ellos acabe
con el otro, dirigirán a estos terroristas a intentar recuperar lo que
consideran les pertenece. Las palabras de Osama Bin Laden, “al final de todo, le pedimos a Alá que la Umma pueda recuperar su honor
y prestigio y que pueda levantarse sobre todos los territorios islámicos
robados, desde Palestina hasta Al Andalus” no dejan lugar a dudas.
Y, más o menos por aquí llevaba
este artículo, cuando leí en un diario digital que “El Gobierno baraja una intervención militar en Libia junto con
Francia”. “Informes de inteligencia –continúa este diario- insisten desde hace meses en el riesgo de
que se instale en el ‘patio trasero’ de España una réplica del Estado Islámico”
y puede que esto sea una completa exageración que admita el “no-
hacer-nada-para-que-nada-nos-ocurra”, (el buenismo de ZP) pero sería trágico
que después de no mover un solo dedo para prevenir un peligro que se cierne
sobre nuestro país, encima no tuviésemos capacidad para defendernos. ¿Pero…es
que nadie se ha sorprendido por la meteórica velocidad del avance del EI por
el norte de Irak?’
La posibilidad de que una
chispa pueda prender por todo el norte de África es un escenario que seguro
está previsto por el Estado Mayor de nuestras FFAA, pero ¿en qué condiciones
está nuestro Ejército?¿Y nuestra Armada? ¿y nuestras fuerzas aéreas?
En 2013 España gastó en defensa el 0’94 % del PIB, bastante lejos de la recomendación de la OTAN.
Desde 2008 el presupuesto se ha reducido un 32% y parece que la
mitad de nuestros carros de combate, por poner un ejemplo, están parados………….
Ya desde la época de los romanos
estaba claro que “si vis pacem para bellum”, esto es, la paz, sólo se garantiza
estando preparado para la guerra y viendo lo visto, me temo que ese 0’94 % del
PIB es del todo insuficiente.
Aprendamos de Grecia. Aumentemos el gasto destinado a defensa para asegurar que todas las Armas de
nuestras FFAA estén plenamente operativas, se encuentren suficientemente dotadas,
garanticen la seguridad de nuestros militares y sean capaces de responder a una
agresión externa de forma contundente y aplastante.
¿Y de dónde se saca el dinero?
Pues minorando todas y cada una de las restantes partidas presupuestarias. No hay otra solución. Como me comentaba un amigo "mejor que nos estemos dando por c**o entre nosotros porque la cosa está jo**da, a que sigamos jo**dos y que encima vengan otros de fuera a darnos por detrás sin que podamos oponer resistencia"
El problema es que con la
izquierda española no se puede contar. No quiero imaginar su reacción si Rajoy hubiese decidido formar parte de la coalición propuesta por Obama.
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