30 nov 2015

Madrid 2004 - París 2015 (II)



A las cuatro menos diez del 11 de marzo el CNI entrega al Gobierno y al Psoe el informe que descarta el islamismo como autor del atentado.
Dice De Pablos en la página 267 de su libro que:
"Minutos después de que el CNI entregase su informe al gobierno popular y al candidato socialista, la Policía Científica practicó la inspección ocular de la Renault Kangoo, en la que aparecieron los famosos restos de dinamita envueltos en papel parafinado, los siete detonadores y una casete con grafías árabes que contenía la tercera sura del Corán.

Pero hasta las seis media de la tarde la Policía no informó a ningún miembro del Gobierno ni del hallazgo de la Kangoo, ni de su contenido. Esa información no se le proporcionó al ministro Ángel Acebes hasta la reunión que éste mantuvo con los principales mandos policiales a esa hora de la tarde. Fue Díaz Pintado el encargado de informar Gobierno del hallazgo. Los detonadores y el explosivo de la Kangoo (en aquel momento aún no se había analizado ) no suponían ningún indicio sobre la autoría de los hechos, pero la cinta coránica sí. Era la primera pista concreta de que el atentado podía haber sido cometido por árabes, el primer elemento que podía permitir dudar de la autoría etarra de la que, hasta entonces, nadie había dudado. Pero los mandos policiales se encargaron de quitar relevancia al hallazgo de la cinta ante el ministro: para la policía y para los servicios secretos, el hallazgo de la cinta no era relevante. Lo que los mandos policiales (la Comisaría General de Información ya había traducido el contenido de la cinta ) dijeron al ministro durante aquella reunión es que la casete no contenía ninguna reivindicación, que era una cinta que cualquiera puede comprar en los alrededores de la mezquita de la M-3D, y que tenía toda la pinta de ser una prueba trampa.

Así lo reconoció el entonces director del CNI, Jorge DezcalIar, durante su comparecencia ante la Comisión de Investigación sobre los atentados del 11-M en el Congreso de los Diputados.

Aún así, y pese a que los mandos policiales y los servicios secretos del CNI aseguraban a Acebes que la cinta carecía de trascendencia para la investigación y que el principal sospechoso era, según todos los expertos, la banda asesina ETA, el ministro tomó dos decisiones: la primera, ordenar a los mandos policiales que, por si acaso, abrieran una segunda vía de investigación para averiguar si podíamos estar ante un atentado islamista, y la segunda, convocar una rueda de prensa para informar a la opinión pública de la aparición de la cinta coránica. Mientras, el presidente Aznar llamaba por teléfono al candidato socialista Zapatero y le informaba de la aparición de la cinta coránica y de la apertura de la nueva línea de investigación.

De nuevo, la transparencia del Gobierno fue intachable. Por la mañana, todos los altos mandos de la policía, incluso el CNI, habían asegurado al ministro Acebes que todos los indicios apuntaban a que el autor del atentado era ETA. Y Acebes, en su comparecencia de la mañana, se limitó a transmitir a la opinión pública lo que le habían dicho los investigadores y los servicios secretos: que la autora era ETA. Por la tarde, cuando aparece el primer indicio de autoría islámica en forma de cinta coránica, Acebes se apresura, no solo a abrir una segunda línea de investigación, sino a convocar una rueda de prensa para informar a la opinión pública con la mayor celeridad posible del descubrimiento.

Mientras tanto, a las siete en punto de la tarde, en el laboratorio químico de la Comisaría General de la Policía Científica, el perito Manuel Escribano terminaba de analizar el explosivo de la Renault Kangoo y firmaba su informe pericial, en el que establecía que el explosivo de la furgoneta era Goma 2 ECO contaminada por metenamina. Se lo comunicó a sus jefes y se dispuso a tramitar el informe. Dada la importancia de los hechos y la urgencia de la investigación, es evidente que cuanto antes se diera curso a ese informe, mejor. Pero las Órdenes del entonces comisario general, Carlos Corrales, fueron otras : -No, Escribano. No le des trámite todavía al informe. Guárdatelo y cuando yo te diga lo sacas. Pero de momento no lo saques -, dice Escribano que le dijo Corrales. Escribano se quedó de piedra y pensó que había gato encerrado. Era la primera vez en su vida que le ordenaban retener un informe. Y creo que no es necesario explicar hasta qué punto retener un informe de estas características puede perjudicar la investigación de un hecho delictivo.

Estos hechos, así como la orden recibida por parte de Carlos Corrales, fueron relatados por el propio Escribano cuando declaró como testigo en el juicio del bórico.

Pero Escribano, que es policía, obedeció a su superior y retuvo el informe. A las ocho y veinte de la tarde, mientras Escribano esperaba en su puesto de trabajo a que le dejasen dar trámite a su informe, se produjo la rueda de prensa en la que Acebes informó de la aparición de la cinta coránica. Éstas fueron las palabras del ministro del Interior: “El comportamiento y el seguimiento de los comportamientos de ETA en los últimos meses hace que ETA sea la principal línea de investigación de los atentados. Se trataba de doce mochilas, diez con entre ocho y diez kilos de explosivos y las otras dos con entre once y doce. Estaríamos hablando de una cantidad que supera los cien kilos de explosivos, que son , por otra parte, de un componente de dinamita que es de los habituales de ETA, como ya conocen. Esta mañana me comprometí a dar todo tipo de información que pudiera darse a conocer."

Tras esta introducción, agradeció de nuevo la colaboración ciudadana, y pasó a hablar de la cinta coránica: “Se ha localizado en Alcalá de Henares una furgoneta sustraída en Madrid el pasado 28 de febrero. En el asiento delantero se han localizado siete detonadores y, entre otras cintas, una en árabe que contiene versículos del Corán dedicados a la enseñanza. Esto ha hecho que acabe de dar instrucciones a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para que no descarten ninguna línea de investigación. Insisto: la prioritaria es la de ETA, pero acabo de dar instrucciones para que no se descarte ninguna y se abran todo tipo de líneas de investigación."

Repito. Mayor transparencia imposible. Los españoles conocían, en ese momento, lo mismo que el Gobierno. Los antecedentes, el modus operandi y el tipo de explosivo hacían pensar en ETA como principal sospechosa, pero la aparición de la cinta coránica abría la posibilidad de una autoría de origen yihadista. Ésa era la información que el CNI y los mandos policiales habían transmitido al Gobierno y ésa es, exactamente, la información que el Gobierno había transmitido al líder de la oposición, a los medios de comunicación, a toda la opinión pública española. Tan solo faltó en el discurso de Acebes un dato relevante de la investigación: que el explosivo de la Kangoo era Goma 2 ECO. Pero al perito que lo había analizado le había prohibido su comisario tramitar el informe, de modo que el ministro del Interior no sabía nada del resultado de ese análisis.

Minutos después de que el ministro diese por concluida su rueda de prensa, en el Laboratorio de la policía Científica el comisario Corrales se dirigió a Escribano: “Ahora ya puedes sacar el informe. Ya no hay problema.” Escribano declaró que enseguida sospechó de la actuación de su comisario. Según Escribano, su superior, al ordenarle que no diese trámite al informe, había evitado que Acebes pudiese conocer el resultado de los análisis de la Kangoo antes de su rueda de prensa. La sutil maniobra del comisario, de la que fue testigo el perito, era la jugada perfecta para que la Cadena SER y el Partido Socialista pudieran acusar a Acebes de mentir y ocultar a la sociedad el resultado de los análisis de la Kangoo. Lo que nadie sabía es que si Acebes no había mencionado ese dato fue, simplemente, porque no lo conocía: según la versión de Manuel Escribano, un comisario desleal habría evitado que ese dato llegase a tiempo a manos del ministro." El éxito electoral de los terroristas estaba más cerca.

Desde aquel momento, Escribano empezó a desconfiar de la manera en la que sus superiores gestionaban la investigación. Era evidente que sus jefes no jugaban limpio."

Y siguiendo a De Pablo, que cada cual extraiga las conclusiones que considere.

Madrid 2004 - París 2015 (I)



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El otro día, Pedro de Hoyos publicaba en su blog un artículo bajo el título de "Esa línea poco folladora que hay en el Psoe" en el que venía a poner de manifiesto la lamentable actitud desplegada por la izquierda española después de los atentados del 11 de marzo de 2004, en contraposición con la mantenida por la izquierda francesa tras los de París de hace unas semanas. Lo pueden leer aquí: http://www.diariosigloxxi.com/texto-diario/mostrar/378024/esa-linea-pocofolladora-que-hay-en-el-psoe#.Vlx_3crNeEI
El artículo lo re-envié a mis amistades.
Mis amigachos de izquierda se encuentran atrapados entre la envidia de ver a la sociedad gabacha unida como una piña frente al terror y una necesidad ideológica que les obliga a buscar una excusa, un descargo, un argumento que exculpe la actuación desplegada por el socialismo español tras los atentados del 11-M y que les salve a ellos mismos de tener que admitir su terrible equivocación cuando también apoyaron el “pásalo”, cuando entendieron el acoso a las sedes del PP y consideraron aceptable la violación de la jornada de reflexión, y lo que es peor, cuando acusaron al gobierno de Aznar de mentir y de ser el responsable de los atentados ¡¡¡el mismo día!!! en el que se habían producido los ataques, el mismo 11 de marzo.
Uno de mis amigos izquierdosos –el Señor lo perdone y le guarde un sitio a su derecha- me inquirió, hasta en cuatro ocasiones, tras leer el artículo de De HoyosPero contesta......¿Y qué fue de aquellas teorías que tu sí leíste?, ¿siguen siendo verdad?, ¿cuál es la conclusión? ¿no fue atentado islamista? Esas teorías que tu creías con devota fe y que explicabas con datos sobre componentes de explosivos y otros argumentos que nunca entendí. Eso sí representa a la España cutre, también la tonterías de la izquierda, claro que si, Pero fue la derecha la que discutía la autoría (PP) e intentaba sacar rédito electoral.”
Nótese cómo ya no interesa la actitud de la izquierda francesa frente a la de la española, lo relevante es buscar una justificación al comportamiento de los socialistas.  Lo del Psoe fueron “las tonterías de la izquierda”, pero lo cutre fue el PP, “que intentaba sacar rédito electoral.”
Mi amigacho tiene razón. Yo leí aquellas teorías y una de ellas es la que planteaba el abogado José María de Pablo en su libro “La Cuarta Trama”.
El artículo lo voy a publicar en varias partes para evitar que pueda convertirse en tedioso y además así me aproximo a mi record de artículos en un año.
Dice De Pablos en la página 265 de su libro que:
A las cuatro menos diez de la tarde el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) elevaba al Gobierno un informe en el que atribuía a ETA la autoría del atentado. Transcribo íntegro su contenido a continuación. Esto es lo que nuestros servicios secretos le dijeron al Gobierno de Aznar a las cuatro menos diez de la tarde del 11 de marzo.
"Se considera casi seguro que la organización ETA es la autora de estos atentados. Lo avalan las siguientes circunstancias:

ETA tenía intención de hacerse presente en la campaña electoral por medio de la realización de atentados terroristas en Madrid para demostrar su capacidad operativa y por el impacto mediático y propagandístico que consiguen.

A falta de resultados de los análisis periciales sobre la composición y características de los artefactos, el procedimiento es el que ETA ha empleado en buena parte de las acciones terroristas que ha realizado o ha intentado en los últimos años. En este sentido, hay que recordar la intención de hacer volar el tren Madrid-Irún las pasadas Navidades mediante maletas bomba, así como la confesión de los terroristas detenidos en la madrugada del 29.02.2004 -cuando trasladaban a Madrid una furgoneta bomba con 536 kilos de explosivos- quienes reconocieron que en las mismas fechas intentaron diseminar varias mochilas con explosivos en la estación de esquí de Baqueira-Beret.

La magnitud del atentado, el más terrorífico y sangriento cometido por ETA, significa un importante cambio en la ejecución de las acciones terroristas: el carácter indiscriminado y la ausencia de aviso previo por las FCSE. Con este tremendo atentado, ETA quiere repetir la estrategia utilizada en el año 1997 con el secuestro y posterior asesinato de Miguel Ángel Blanco.

En aquellos momentos, la banda terrorista, que también atravesaba una difícil situación, aunque menos profunda que la actual, quiso encontrar una salida generando una gran convulsión con el atentado contra el concejal popular. Con el impacto social que aquella ejecución anunciada ocasionó, ETA considera que consiguió sus propósitos, pues dirigentes nacionalistas vascos comenzaron a hablar pocas semanas después con representantes de Herri Batasuna, conversaciones que posibilitaron la firma del Pacto de Lizarra en 1998.

Reconociendo que no tenían información de ETA, los dirigentes de Batasuna han decidido señalar públicamente otra autoría antes de asumir sus efectos. Ya en 1997 (secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco ) decidieron cerrar filas y capear el temporal, seguros de que antes de dos meses las aguas volverían a su cauce, abriendo fisuras entre los agentes políticos y sociales.

La precaria situación de ETA y su entramado de apoyo puede explicar que hayan optado por un atentado de esta magnitud. Ni las próximas y multitudinarias manifestaciones de repulsa, ni la difícil situación en que coloca a sus organizaciones afines son un impedimento para que la dirección etarra haya decidido materializar esa acción criminal, persuadida de que, pasado poco tiempo, serán mayoritarias las voces a favor de una solución dialogada del «conflicto vasco», de modo que puedan conseguir alguna de sus reivindicaciones tradicionales.

Finalmente, ETA pretende mostrar públicamente y en todas sus direcciones que sigue siendo un actor a considerar en el futuro político de la Comunidad Autónoma Vasca y Navarra, en contraposición a la política antiterrorista que durante las dos últimas legislaturas ha liderado el gobierno de España. ETA tiene interés en que ambas cosas sean percibidas por los responsables políticos nacionalistas y por su propia militancia.

Por otro lado, con los datos disponibles hasta el momento, no puede afirmarse que alguna organización ligada a la Yihad Internacional pudiera ser responsable de la ejecución de estos atentados. Pese a existir ciertas similitudes en cuanto a los procedimientos utilizados y el objetivo genérico atacado -medios de transporte público- con los realizados por grupos terroristas islámicos radicales, las coincidencias son lógicas en un atentado de esta magnitud. Asimismo, falta una de las huellas más significativas de este tipo de atentados: el terrorista suicida. La circunstancia de que hoy se cumplan exactamente tres años y medio del 11-S en Estados Unidos no tiene ninguna relevancia o significado para los grupos terroristas islámicos."

Por cierto, nuestros servicios de inteligencia también entregaron este informe a Zapatero. El entonces candidato socialista sabía, por tanto, que el ministro Acebes, en sus ruedas de prensa, se limitaba a transmitir a la opinión pública, a tiempo real, los datos que le proporcionaban el CNI y los mandos policiales. Pero daba igual. Desde el PSOE -a sabiendas de los injusto de sus acusaciones- ya habían empezado a acusar al ministro de mentir y ocultar información.

Y como dice De Pablos, cada cual puede sacar las conclusiones que le parezcan.

29 nov 2015

Yellowjackets - "Jazz Otoño 2015"




El pasado 19 de noviembre a las 20:30 asistimos al segundo de los conciertos que habíamos elegido dentro del festival “Jazz Otoño 2015”. Esta vez le tocó el turno a la banda norteamericana "Yellowjackets" en el Teatro Guiniguada.

Mi Special Musical Advisor (SMA) acertó –una vez más- de pleno cuando semanas antes ya me anticipaba que a estos elementos no debíamos perdérnoslos. Al término del espectáculo le dije: “¡niño.....has vuelto a dar en el clavo!" y es que el recital de los “Yellowjackets” se ha metido de lleno dentro de ese grupo de conciertos memorables que he tenido ocasión de disfrutar. Como el de Spyro Gyra en el Estadio Insular en los años 80 o como el de Bill Evans y la Soulgrass Band en 2009 o los de Tuck y Patti o el de Larry Carlton o el de la Glenn Miller Band en el Pérez Galdós………

Llegué con tiempo a los alrededores del Teatro en donde había quedado con mi SMA. Dejé la moto aparcada en el Mercado de Vegueta y estuve tirando fotos aprovechando los 16MP de la cámara de mi nuevo teléfono móvil.

En mi opinión, el Teatro Guiniguada es una de las salas de la ciudad con buena acústica. El recinto resulta bastante acogedor y el hecho de no ser muy grande colabora sin duda a crear esa atmósfera íntima que en un concierto de jazz me resulta casi imprescindible.

Nuestros asientos estaban en el patio de butacas. Perfecta visión del escenario. (Mi móvil en acción)


    
En la actualidad, los “Yellowjackets” están formados, -de izquierda a derecha- por Russell Ferrante a los teclados, Bob Mintzer al saxo, Dane Alderson al bajo y William Kennedy a la batería.


   
Nunca había oído hablar de ellos, así que entré en la red a indagar por dónde nos podrían venir los tiros.

Según Wikipedia la banda se formó en 1977 en Los Ángeles con reputados músicos de estudio de aquella ciudad. Llevan casi cuarenta años sobre los escenarios.   

De la formación inicial sólo queda Russell Ferrante. William Kennedy se unió a la banda en 1981 y Bob Mintzer en 1990. El australiano Alderson ha sido incorporado este mismo año para la gira que la banda está ofreciendo por Europa y Canadá y que culminará con los conciertos previstos en los EEUU entre febrero y marzo de 2016.  

Lo primero que escuché en Youtube me sonó completamente a los “Weather Report” de Joe Zawinul y Jaco Pastorius, extremo que me confirmó la propia Wikipedia que señala que cuando Robben Ford -guitarrista fundador de los “Yellowjackets”- abandonó el grupo, “el tecladista Russell Ferrante y el nuevo batería William Kennedy le dieron al sonido de la banda un aire de R&B muy parecido al sonido de Zawinul.” Este hecho, en principio, me puso algo en guardia. A mí la música de los “Weather Report” siempre me había parecido un poco abstracta, así que reconozco que iba algo predispuesto. 

Los temas ejecutados no fueron muchos, pero sí de considerable duración.

El primero de todos –como yo temía- arrancó a lo Zawinul/Pastorious, pero aún no había acabado y ya Dane Alderson me había atrapado con una digitación espectacular, absoluta, completa, rotunda, precisa, delicada, contundente………….infinita, algo por encima de todo lo que había visto hasta ahora en un bajista. Con Richard Bona estaba sentado tan lejos del escenario que sólo lo escuchaba. A Alderson lo tenía a diez metros y vamos……...¡aquello no era imposible porque lo estaba viendo con mis propios ojos!

La banda californiana –en mi opinión- ejecuta un jazz complejo, altamente elaborado y con un punto de sofisticada abstracción disonante que al principio puede resultar difícil de entender, pero que muy pronto me envolvió haciéndome sentir que todas aquellas múltiples inarmonías que venían inundando mi cerebro y chocando a mi oído desde que arrancaba un tema, iban encontrando poco a poco su perfecto encaje dentro de un enorme todo exquisitamente arreglado, redondo y rebosante de los matices que cada músico sacaba de su instrumento respectivo. ¡Soberbios tema tras tema!

Los “Yellowjackets” no tenían guitarrista porque con Alderson no hacía falta. El bajista australiano me hipnotizó desde el primer acorde con un discurso musical inmenso e inacabable. Me revolvió en la butaca más de una vez

Salvo en los momentos en los que les tocaba ejecutar sus solos, juro que intenté varias veces centrar mi atención en el resto de los músicos pero me fue casi imposible. Aquella digitación del australiano que yo intentaba dejar en segundo plano, se imponía al poco sobre mi voluntad y cuando me daba cuenta, mi cerebro hacía ya rato que estaba derritiéndose con la ejecución de Alderson. 

“¡Pongo a Dios por testigo!” que en varias ocasiones traté de localizar el bucle habitual con el que la línea de bajo configura la base rítmica de cualquier tema, pero no pude encontrar el final de ninguno. Los patrones rítmicos de Alderson eran infinitos. Empezaba en la parte alta del mástil y continuaba ejecutando escalas recorriendo todo el diapasón arriba y abajo. Era como si algo le impidiese dejar cuerda o traste sin digitar.

Bob Minzt iba presentando los temas de dos en dos. El concierto alcanzó el ecuador y Minzt nos dijo que harían un descanso de quince minutos para continuar luego con la segunda parte, pero como lo dijo en inglés parte del público no lo entendió y cuando se encendieron las luces de la sala muchos se fueron pensando que aquello había sido todo. Al poco salió Minzt al escenario y dijo “We are not finish” (no hemos terminado) pero era demasiado tarde para algunos que ya habían abandonado el local. 

Tras el descanso la banda norteamericana volvió al escenario para deleitarnos con una segunda parte igual de soberbia que la primera.

La brillantez y sensibilidad de los solos ejecutados por los restantes “Yellowjackets” explican el porqué de la calificación de “Top session musicians from LA” con la que se refería a ellos una de las páginas en las que estuve buscando información para esta reseña. Bob Minzt al saxo genial. William Kennedy a la batería……ejecutó el sólo más largo de todo el recital. Una exhibición tan formidable que levanto al respetable de sus asientos y Russell Ferrante a los teclados, el más que gustó de los tres. 

El concierto acabó  tras una hora y media larga con el público puesto en pie aplaudiendo a rabiar y yo gritando bravo en más de una ocasión.

Salí encantado del Teatro. Me despedí de mi SMA y con el exquisito sabor que me habían dejado de los “Yellowjackets”, me fui a por la moto pensando en  Zawinul, en Pastorious y en “Weather Report".




24 nov 2015

Jueves, concierto. Domingo, chapuzón


El pasado jueves 19 de noviembre tenía entradas para ver el concierto que "The Yellowjackets" ofrecían en el Teatro Guiniguada a las 20:30, pero como llegué un poco antes tiré estas fotos con mi nuevo teléfono móvil que aunque aún no lo controlo mucho, dispone de una cámara con más resolución que la que tiene mi Nikon. La verdad es que cuando me decidí a sustituir mi viejo móvil, la cámara de fotos incorporada era lo que más me interesaba. Dispara hasta en formato Raw. Aquí cuatro fotos que tiré por la calle de La Pelota y alrededores. (Picando en las fotos se ven todas seguidas a mayor tamaño)








Ya dentro del Teatro, un poco antes de que diera comienzo el espectáculo. Por cierto, los "The Yellowjackets" ofrecieron un concierto excepcional.  
 

Ahí están en unas fotos "robadas" mientras ejecutaban el bis de despedida.


 


Estas las hice el pasado domingo con la cámara en una salida pasada por agua. 

La lluvia apareció cuando bajaba por la calle Buenos Aires y llegaba ya al Parque de San Telmo sobre las 8:30, pero era "chispi-chispi" así que seguí en dirección Puerto por la autovía como habitualmente. No había pasado la Fuente Luminosa cuando me cayó encima un medio chaparrón que duró hasta que entré por Juan XXIII. Tiré en dirección al Muelle Deportivo bajo una lluvia fina y ¡horror! León y Castillo cerrado hasta la Torre de Las Palmas, una vez más, -aquí es que la gente no se cansa de correr- por otra carrera popular. Total que unos amables agentes que cerraban el tráfico me indicaron con sus manitas que no se podía seguir, que había que rodear la super comisaría y entonces me veo enfilando la misma dirección por la que acababa de llegar, pero me dije, ¡pues nada, pa'l Sur!. 

Había pasado de nuevo el Parque San Telmo, cuando el chaparrón de la ida me volvió a coger de vuelta. El pantalón ya bastante mojado y las playeras también. Dejé atrás los Jesuitas, levanté la mirada y pa'l Sur el nuberío pintaba todavía peor, así que entré por los túneles de San José con la esperanza de que por por Tafira estuviera mejor. Craso error. Cuando salí del túnel caía la del pulpo. Tanto que tuve que subir por la Tropical a buscar refugio bajo el techo de la gasolinera que hay por allí.

Serían todavía las 9:30 de la mañana y aún no había salido de la ciudad, pero parado en la gasolinera con la lluvia cayendo, recordé que en el Mercado del Puerto se iba a celebrar una especie de día de Japón y me picó la curiosidad. En cuanto aflojó la lluvia, volví a subirme a la moto y bajé de nuevo. Entré por el Teatro Pérez Galdós y.......nuevo percance acuático.......me tuve que parar en el Hotel Parque. Subí la moto a la acera y allí, junto a los taxistas que esperan a los clientes del hotel estuve otro buen rato.

En cuanto dejó de llover me fui hasta el Mercado del Puerto. Aparqué la moto y en la barra de una cafetería me tomé el cortado más abrasador de mi vida, a pesar de que un solícito camarero me había preguntado "¿cómo lo quiere, señor?", y yo había contestado "no muy caliente, joven".........

Lo de Japón me decepcionó un poco. No sé si sería el tiempo desapacible, -aunque por entonces ya lucía el sol- o que aquello acaba de abrir al público o que sólo eran seis o siete pequeñas carpas tipo chiringuito para vender comida japonesa y un pequeño escenario, que al poco me volví a subir en la moto y ya me iba para mi casa cuando a la altura de Las Alcaravaneras me veo a este gigantesco portacontenedores saliendo por la bocana del Puerto. Aceleré pensando ya en aparcar junto a la nueva Biblioteca Pública, subí por el pasadizo y llegué hasta la Avenida Marítima.  Todas estas fotos las tiré desde el monumento a la Vela Latina. Se puede comprobar la eficacia de la nueva lente.  




 
El buque de la compañía Cunard a la derecha y...
aquí con la lente al máximo 

 




 


Serían las doce y algo cuando llegué a mi casa 

11 nov 2015

Richard Bona Group - “Jazz Otoño 2015”





Los sábados los vengo dedicando desde hace años a realizar tareas de peón agrícola con mi padre en la casa de Valsequillo. Un “no parar” desde las ocho de la mañana hasta la tres de la tarde que, más o menos, llego de vuelta a mi casa bastante cansado, por lo que un concierto el sábado a las ocho de la noche………siempre me resulta una perspectiva poco deseable.
A lo largo de la semana pasada había hablado con mi “Special Musical Advisor” y bajo su recomendación acordamos asistir a algunos conciertos del festival “Jazz Otoño 2015” que se celebra en mi ciudad hasta el tres de diciembre.
El primero fue el ofrecido el pasado sábado 7 de noviembre por Richard Bona en el Teatro Cuyás a las 20:30 horas.


Ya habíamos tenido ocasión de ver a este bajista camerunés la última vez que visitó nuestra isla, allá por el 2006 y tenía buenos recuerdos de aquella actuación.
Nuestras butacas estaban en el segundo anfiteatro y la mía en concreto en la segunda fila. Ellos en la primera. Fui el último en conseguir la entrada y no pudieron ser correlativas.
Con diez minutos de retraso sobre el horario previsto, apareció Richard Bona sobre el escenario. Le acompañaban el italiano Cirro Manna a la guitarra, el cubano Ludwig Afonso a la batería y los norteamericanos Isamu McGregor y Tatum Greenblat a los teclados y a la trompeta respectivamente.
Richard Bona es un bajista excepcional que ofrece un directo soberbio y altamente recomendable. Con un fraseo exquisito y delicado, contundente y vigoroso según la exigencia de la pieza ejecutada, fue encadenado un tema tras otro ante un público rendido casi desde el inició del concierto.
El camerunés por otro lado, es un tipo tan simpático que no tardó mucho en ganarse al respetable. Puso a cantar a parte del público haciéndolo partícipe del espectáculo, contó que había apostado 500 euros con alguien del equipo a que cantaría un tema en español y lo hizo. De golpe sólo él, su bajo y con la colaboración de la audiencia –Bona no se sabía casi la letra- interpretaron una magnífica versión del “Quizás, quizás, quizás” que popularizó Nat King Cole en nuestro país y juro que con el inglés clarito que hablaba, nos sacó más de una carcajada con sus comentarios entre canción y canción. 
El resto de la banda rayó también a muy buena altura. La compenetración entre ellos me pareció perfecta.
Quizás fue Tatum Greenblat el más que me gustó. Aparte de Bona, fue el que más veces atrajo mi atención. Su trompeta sonaba cálida, envolvente, completa. Ejecutó riffs que se fundían a la perfección con el bajo y que redondeaban el sonido con el que la banda inundaba el local. Cuando ambos interpretaron lo que el camerunés calificó de balada -a mi me recordó mucho más a un bolero-, ofrecieron para mi los momentos más sublimes del concierto.
Con la salvedad de esta balada deliciosa, rebosante de buen gusto en la que Bona, con sus silencios medidos, con el sonido limpio de una ejecución lenta, sutil y precisa, arropada con unas digitaciones que sonaban cristalinas y diáfanas, casi tangibles, la de algún otro tema más que se me escapa y de otro de Jaco Pastorious que me encantó, el resto del repertorio desparramaba un profundo y elegantemente cuidado regusto étnico, marcado en mi opinión por el timbre peculiar de la voz de Richard Bona cuando canta en su idioma natal, un timbre sin embargo que me resultaba totalmente diferente cuando lo hacía en inglés, un cambio radical de registro que mi oído era capaz de distinguir con claridad meridiana. Su versatilidad vocal es sobresaliente, pero reconozco que me gusta más Bona cuando canta en el idioma de los Pink Floyd.
El camerunés hizo una demostración portentosa de técnica a lo largo de todo el espectáculo, pero se marcó un dúo con el batería que me removió en el sillón. ¡Algo impresionante!
Había discurrido ya más de la mitad del concierto cuando empecé a notar un deseo desmedido en parte del público por transmitir a Bona y a los suyos una especie de “adhesión inquebrantable”. La irrupción gratuita de aplausos en medio de los temas o antes de su finalización comenzaron a sucederse. Una de estas interrupciones fue…………me explico,......cuando la tensión argumental de una de las piezas estaba a punto de resolverse y la banda ejecuta un silencio que anticipa la entrada de ese último acorde, el que libera aquella tensión acumulada y pone punto final al tema, surgen unos aplausos inadmisibles que ocupan aquel silencio ¡¡arruinándolo todo!! “¡Señoría, juro que no se cómo pero en aquel momento había un arma en mis manos!”
Desde mi butaca se veía razonablemente bien el escenario a pesar de la distancia y el sonido se escuchaba mejor, pero en la primera fila justo delante de mi, -recuerdo este episodio con renovado cariño- se sentaron dos pibas de no más de veinte años que pasaron parte del concierto juntando sus cabecitas para cuchichear, invitándome pronto a conectar mi marcapasos portátil y a recurrir, como el doctor Sheldon Cooper, a la conocida técnica del “Kolinaar”, -ritual Vulcano por el que se eliminan las emociones-, para evitar que me diera un infarto, así que cuando sonaba creo, el último tema………..la gente ya levantada de sus asientos…..…..las dos pibas………también……..me vi rodeado de pronto por gente no sentada…..…total, que entre el cansancio de la mañana agrícola y el frenesí incontenible del público, me levanté y me fui sin esperar por los bises.
Por cierto, también como en 2006, Bona se quedó sólo en el escenario para construir una canción de la nada utilizando únicamente su voz y un pedal de bucles multipista. Recuerdo que en aquella ocasión, tras pedirlo varias veces de forma elegante, lo vi reclamando silencio al público porque el personal, sin esperar al resultado final, empezaba a aplaudir con cada nuevo bucle que iba añadiendo a la canción………….


Moto