Estaba haciendo zapping entre canales cuando me encontré con el minuto 6 del Bayern Atlético de Madrid. Aguanté como un campeón hasta el minuto 20 o así y entonces, volví a cambiar de canal pensando en la alegría que le daba a mis amigas sístole y diastole.
Total que pasó el Atlético y que al día siguiente lo hizo el Madrid con lo que tenemos otra final de la Champions puramente nuestra.
Por cierto............viendo la inmensidad del juego merengue contra el Manchester City, no quiero pensar qué habría ocurrido si el Madrid hubiese tenido que jugar contra el Bayern "asesino" que tuvo que enfrentar el Atlético en la primera parte.
Como siempre los ingleses -y el día del Bayern, Guardiola particularmente-, son los que más felicidad me producen en estos temas futboleros en los que somos la élite. Esos artículos largos, tratados en profundidad, rebosantes de una admiración dolorosa que les ha sido impuesta por la realidad de los hechos y que lleva a algunos reporteros a decir cosas como las que siguen. He traducido un artículo que el corresponsal deportivo en España del diario The Guardian, Sid Lowe, publicó hace cinco días bajo el título de "Los equipos españoles vuelven a dominar en Europa esta temporada. Pero ¿qué hay detrás de eso?" Hasta nos defiende de los suyos cuando la envidia insana les hace esputar vitriolo
Ahí va
Los marcadores al final de la primera parte están
ahí y España está en cabeza una vez más. Dos victorias en casa, dos empates
fuera, ninguna derrota. Shakhtar Donetsk 2-2 Sevilla, Manchester City 0-0 Real
Madrid, Villarreal 1-0 Liverpool, Atlético de Madrid 1-0 Bayern Munich: ¿España
4, todos los demás 0?
Hace dos años tuvimos una final de la “Champions League”
completamente española; dos años antes habíamos tenido otra final española de
la “Europe League”. Este año pueden caer las dos; Milán podría estar lleno
de españoles e igual podría estarlo Basilea. Tal vez no tan llena esta última ciudad
como debería estarlo pero, ¡oye! ¡eso es la UEFA para ellos!.
"Hegemonía", en palabras de Vicente del Bosque.
En primer lugar y antes que nada, una gran, gran
advertencia o….tres: en los últimos ocho años también hemos vivido finales
europeas solo inglesas, sólo alemanas y solo portuguesas. Aquí está la otra
aclaración: Podría haber cuatro equipos españoles en las finales europeas de
este año, pero también puede que no haya ninguno. Los resultados de los partido
de ida han sido buenos para los representantes de “La Liga”, todos los cuales
pueden ser considerados favoritos, pero no hay garantía de que cuatro, o tres o
dos o incluso uno pueda conseguirlo. Por último, podrías añadir que esto mismo
es lo que diría Del Bosque, en definitiva, el director de la selección de España.
Sin embargo, eso no hace que Del Bosque esté
equivocado, ni se trata de un hecho aislado o una anomalía estadística. Esto no
es una casualidad, esto es fútbol.
"Estamos acostumbrados al caviar en Europa", dijo Javier Tebas.
Ahora, podría decirlo con razón. A diferencia de Del Bosque, el triunfalismo
agresivo es característica del presidente de la liga española. Es un hombre que
se ha lanzado a una cruzada contra la Premier League, el mayor rival de la LFP.
Un competidor que él sabe, está comercialmente a kilómetros de distancia y al
que reconoce como una seria amenaza para España. Y sin embargo, tampoco está
completamente equivocado.
Si el Bayern Munich o el Manchester City, el Liverpool
o el Shakhtar triunfan y logran expulsar a los equipos españoles de las
competiciones europeas, sería la primera vez en esta temporada que alguien de cualquier
otro país distinto de España lo lograse. Ahora, (un asterisco aquí): ser eliminado
de la competición europea no es lo mismo que ser eliminado de una competición
europea y la entrada por puntos de Sevilla y Valencia en la Europa League,
significó su eliminación de la Champions. Aún así, sigue siendo un hecho sorprendente.
Y, atención, este otro hecho resulta pasmoso: los equipos
españoles han ganado 45 de sus últimas 48 eliminatorias contra equipos
extranjeros. Si tienen "sólo" cuatro equipos en la semifinal es
porque ha sido imposible tener más. ¿Podrían Valencia o Atlético haber
conseguido la clasificación para la siguiente ronda si no se hubiesen tenido
que enfrentar con equipos españoles en su camino? ¿Habrían conseguido ganar sus
partidos y pasar a la siguiente fase del torneo?
Los equipos españoles han ganado cinco de las últimas
10 Copas de Europa y seis de las últimos 10 Copas de la UEFA y la tendencia se
está acelerando: cuatro de los seis últimos ganadores de la “Europa League” son
españoles. Tres de los últimos cinco ganadores de la “Champions League”, son españoles.
Si le echas una visual a la relación de finalistas por nacionalidad de la “Europa
League” durante la última década, se lee lo siguiente: España ocho, Portugal
cuatro, Inglaterra tres, Ucrania dos y uno para Rusia, Escocia y Alemania. Vete
dos años más allá y verás que la ganó el Valencia y si te vas otros dos más,
comprobarás que el Alavés llegó a la final.
Y lo que importa: que el Real Madrid o que el Barcelona
ganen la “Champions League” es una cosa: son los dos clubes más grandes del
mundo, los más ricos y más poderosos que nadie, son casos aparte dentro de su
propia liga y en todo el continente, son excepciones a la regla nacional. Estamos
hablando de "Super Clubs" que avanzan a zancadas a través de una
nueva era de elefantiasis económica; gigantes que lo trituran todo a su paso. Acumulan
los mejores talentos del mundo. Desde Lionel Messi a Cristiano Ronaldo, de Luis
Suárez a Karim Benzema, de Gareth Bale a Neymar. Dos clubes que pueden
vanagloriarse de que todos y cada uno de los ganadores del “FIFA World player”
(fusionado con el Balón de Oro desde 2009) hayan jugado para uno o para otro de
ellos desde 1996. Veinte largos años.
Pero si aquello era una cosa, que el Atlético de
Madrid alcance la final de la “Champions League” es cuestión diferente. Y que Sevilla,
Athletic, Valencia, Villarreal y tal vez el Alavés puedan llegar a la final de
la “Europa League” es otro paso adelante más.
Vete a Twitter, echa un vistazo entre líneas de
cualquier artículo relacionado con el fútbol español (o mejor, no lo hagas) y
lo verás. Ni siquiera es necesario someterlo a debate y a menudo ni requiere
provocación previa. La sola mención de un resultado o la alabanza de un jugador
puede despertarlo. Siempre está ahí, de todos modos, siempre hay alguien declarando
que “La Liga” es una basura.
Resulta extraño este agrio y agresivo apoyo a una
liga o a otra. ¿Que lleva a un estadio a cantar "Vamos Premier
League" o "Viva la Liga?" ¿De dónde viene esta necesidad de
declarar a una la liga como la "mejor"? En cualquier caso, ¿cómo se
define mejor? ¿Y por qué importa tanto?
Además, más allá de la estupidez innata de la pregunta,
¿no sugiere la última década que están equivocados? Madrid y Barcelona ganan un
partido y el mantra de la “Liga basura” aparece en superficie. Pero Madrid y
Barcelona han ganado las dos últimas finales de la “Champions League”. ¿Es una “liga
basura” también? Y si la Champions puede considerarse el coto de caza privado
de una poderosa y rica elite, con independencia de su país de procedencia, la “Europa
League” es sin duda un mejor y más profundo indicativo de la medida de esta fuerza.
España ha dominado en eso también.
Allí, el éxito de los "otros" equipos del
país remarca el hecho de que aunque la Liga española sea una carrera de dos
caballos, esto no signifique que los demás rivales sean un puñados de burros.
¿Carrera de dos caballos? Hasta eso se ha acabado
para siempre. El Atlético de Madrid ganó el título de Liga hace dos temporadas
y la jornada de este fin de semana, ha colocado a los tres primeros separados
por un punto. Todos ellos se han dejado puntos, al menos, en nueve ocasiones en
esta temporada. El fin de semana pasado, el Real Madrid tuvo que remontar un
2-0 en contra para terminar venciendo 3-2 a un Rayo Vallecano amenazado por la
pérdida de la categoría. El Atlético de Madrid cayó recientemente frente a un
Sporting hundido en puestos de descenso. El Barcelona fue machacado 4-1 por el
Celta al principio de la temporada y viene marcando una trayectoria de juego
que le ha llevado a ganar un solo punto de doce posibles.
¿Aburrido? ¿No competitivo? ¿Predecible? A veces,
sí. Pero no todo el tiempo. Se pueden hacer razonables comparaciones entre
ligas, aunque son complejas y no concluyentes. Por otro lado, hay un debate que
vale la pena encarar respecto de las dificultades a las que también se enfrenta
la liga española.
El abismo presupuestario que separa a los dos
primeros del resto se está reduciendo gracias al dinero procedente de las
televisiones y al hecho de haber alcanzado finalmente un acuerdo colectivo y
centralizado por el que Tebas ha estado peleando, aún así y con todo, la
diferencia sigue siendo gigantesca. Es también una realidad social en un país
donde dominan los fans y los medios de comunicación, guerreros estos últimos.
Un tema recurrente en España en los últimos tiempos
ha sido la búsqueda de un equivalente al Leicester, “sería como si la liga la
ganase el Sporting de Gijón”, dicen. O el Almería, o el Levante. La realidad es
que no sería como si cualquiera de ellos la ganase, no exactamente. Como un
logro histórico, tal vez, pero como una cuestión de recursos, tal vez no. No es
posible comparar en condiciones correctas. Como un logro de recursos, las
diferencias económicas del Atlético de Madrid cuando ganó la liga dos años no
era tan radicalmente diferentes como parece. El Leicester ingresa más por derechos
de televisión que cualquier equipo español, con la excepción de Real Madrid y
Barcelona.
¿Cuál es la mejor liga? Económicamente, con un contrato
de TV a nivel mundial que asciende a 5,5 billones de libras esterlinas, la
Premier League es la primera. Pero mientras que la Premier League es una
amenaza colosal (un peligro que Tebas ha advertido puede dañar seriamente a La
Liga) los clubes de “La Liga”, simplemente no puede competir económicamente y
el miedo reside en que las cosas puedan empeorar. El fútbol inglés está
inundado de dinero en efectivo. Los clubes españoles dependen de él.
Inglaterra es la liga a la que vienen a vender,
generalmente a precios enormes; el mercado de importación al que pueden
exportar ayuda a sostenerlos. Son más de treinta los españoles que juegan en la
“Premier League”. Solo un británico juega en un club top de la primera división
de España, Gareth Bale.
El dinero no lo es todo; a veces, la riqueza abundante
trae consigo problemas. Hace que los clubes se vuelvan “perezosos”,
convirtiendo en un deporte de moda una especie "mentalidad de
Hidalgo," propio del presuntuoso pensamiento aristocrático que ayudó a
socavar la España Imperial. ¿Por qué trabajar?, ¿por qué producir, cuando usted
puede comprar? "Pan para hoy, hambre para mañana", que dicen los
españoles.
Por el contrario, cuando no se tiene dinero, uno
tiende a buscar otras soluciones más imaginativas y viables: coaching,
desarrollo, construcción, competición. Soluciones que impactan en los clubes y
en la selección nacional. Una aproximación más táctica, más técnica, más
enfocada en la posición, más meticulosa en la preparación física, una visión
global más profesionalizada, más detallada. Una filosofía. Ríete todo lo que
quieras pero no es más que la realidad: un camino a seguir es vital. El Fútbol
español hace cosas mal seguro, pero si echas un vistazo a las semifinales de
esta semana, está claro que también hace cosas muy muy bien.
No todos los clubes españoles tienen un modelo
claro y no son perfectos, pero la mayoría de ellos, tienen una identidad. A
pesar de ello y en contra de lo que se pudiese pensar, esta identidad no es la
misma para todos. Madrid, Barcelona, Atlético, Sevilla, Atlético y Villarreal
no podrían ser más diferentes, pero
esa identidad es algo que trabajan para llegar a la meta. El trabajo realizado
más allá de Madrid y Barcelona es también bueno. Hay buenos jugadores allí también,
integrados en equipos por buenos entrenadores; entrenadores adecuados.
Constructivos, inteligentes.
El año pasado, cuatro de los ocho entrenadores
presentes en los cuartos de final de la Liga de Campeones, no sólo habían
jugado y aprendido en España, sino que habían jugado juntos en los mismos
equipos. Este año, cuatro de los ocho equipos que quedan en pie en el fútbol
europeo son españoles y los cuatro españoles que cayeron lo hicieron a manos de
sus compatriotas.
Cuatro de ocho y aún podría haber cuatro de
cuatro.
http://www.espnfc.com/spanish-primera-division/15/blog/post/2861127/why-are-la-liga-teams-dominating-champions-league-and-europa-league
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