31 dic 2009
Edificios
Edificios de Usos Múltiples I y II
Edificio Mapfre en la Plaza de La Feria
Banco de España
Hotel Bardinos, en el Parque de Santa Catalina
El muelle deportivo, con la Torre de Las Palmas al fondo
Comisaría General de Policía de Canarias
La Comisaría desde el barrio de Escaleritas, con dos plataformas atracadas en el dique Reina Sofía.
Desde más cercaHospital Insular, en el barrio de San Cristóbal
30 dic 2009
Por los barrios de Vegueta y de Triana
Plazoleta del Espíritu Santo
La Catedral y la plaza de Santa Ana
Varias fotos del interior de la Casa de Colón
Plaza del Pilar Nuevo
El Gabinete Literario, en la Alameda de Colón
Parque de San Telmo. Aquí suele haber conciertos cada semana. En los bajos, hace años, existía un otro bar que terminó cerrando.
Y el Kiosko Norte, en el mismo parque
26 dic 2009
La Glenn Miller Orchestra y yo....muerto
Bueno, bueno, no hay palabras. Recuerdo que mis padres tenían en casa un disco de la banda sonora original de la película Música y Lágrimas -en inglés creo que era The Glenn Miller Story- que con el famoso In The Mood me enganchó casi al instante y que escuchaba una y otra vez, hasta que terminé aprendiéndome de memoria casi todas las melodías de la banda sonora, dónde caía un redoble de caja o cuando y donde entraba un saxo.
¡Encima, no sólo tocaron casi todos los temas del disco! Moonlight Serenade, Tuxedo Juction, Jarrita Marrón, Pennsylvania 6-5000, American Patrol, Collar de Perlas.......sino que los arreglos sonaron exactamente igual al vinilo que tenían mis viejos, lo que para alguien como yo que de lo único que puede presumir, musicalmente hablando, es de tener buen oído, resultó extraordinario. Cerrabas los ojos y estabas en 1939.
Cinco saxos, cuatro trompetas, cuatro trombones de vara, pianista, contrabajo y batería dirigidos por Ray McVay. ¡Cómo sonaban! ¡Bestial! Tenían un trompetista de no más de veinticinco años soberbio. Un clarinetista también muy joven, perfecto, los saxos, espectaculares, los trombones de vara.......¡sublimes!, el batería, el pianista, los dos vocalista, -un hombre y una mujer- desparramaban un swing bellísimo, en pocas palabras, la banda ofreció un concierto poderoso, redondo y completo. Todos tuvieron espacio para solear y todos lo hicieron de forma magistral. Se levantaban, avanzaban hasta el borde del escenario y se marcaban su solo. En una de las ocasiones, los cuatro trombones bajaron del escenario y se colocaron en la parte trasera del patio de butacas del Teatro, así los teníamos a ellos detrás y al resto de la banda frente a nosotros. ¡El efecto sonoro fue sensacional!
Disfruté el concierto desde el minuto uno hasta el último. Me gustó todo. La música, por supuesto. Pero también la puesta en escena. En la primera parte aparecieron perfecta y pulcramente uniformados, con traje rojo y corbata de pajarita, para, después, en la segunda parte del espectáculo, lucir uniformes del ejército americano ya que como saben, Miller formó y dirigió la Glenn Miller Army Force Band allá por 1942, cuando los USA entraron en la II GM. En mi humilde opinión, si Glenn levantase la cabeza comprobaría que la oficina de Glenn Miller en Nueva York funciona perfectamente.
Total, que salí del Pérez Galdós extasiado por un lado y jodido por otro, porque el elevadísimo precio del concierto -60 euros- me impedía repetir asistencia al día siguiente. Si no llega a ser por ese motivo, me hubiese metido a verlos y escucharlos de nuevo.
Por cierto, la mayoría de los asistentes al concierto -muchos alemanes y guiris de otros países- daban la impresión de haber bailado la música de Glenn Miller cuando Glenn en persona dirigía la orquesta. Vamos, que nosotros -algunos en sus cuarenta y otros en sus cincuenta- éramos los pibitos del público.
16 dic 2009
Llega el invierno en las Medianías
Aquí unas cuantas fotos
7 dic 2009
Tonight dinner
Second, in a frying pan with some olive oil on it put
some mushroms
some peeled garlick cut it in not very thin slices
Add some bacon in slices or dice
Leave it at medium heat for 5/8 minutes.
Then add a bunch of
And finally add the boiled beans
5/8 more minutes at medium heat and this "Salteado de judías, ajos, bacon, champiñones y gambas" is ready to enjoy
El Inglés
Bill Evans y la Soulgrass Band
El otro día le tocó el turno a Bill Evans.
La cita era a las 20.30, una vez más en el Cicca y como siempre quedamos un poco antes para tapear y bebernos algunas cañas de cerveza en plan calentamiento previo, como hacen los futbolistas antes de comenzar el partido.
La sala se llenó al completo.
El concierto arrancó con cinco insignificantes minutos de retraso, que nos fueron devueltos con creces con un espectáculo de más de dos horas de duración, rebosante de un jazz rock vibrante e intenso.
La gira de Bill Evans y la Soulgrass Band por España hacía parada en Gran Canaria el 19 de noviembre, tras haber actuado un día antes en Santander, para seguir hacia Barcelona primero, Lérida después y finalmente acabar en Burgos.
Como digo, el concierto comenzó con sólo cinco minutos de retraso y tras un soberbio primer tema, Bill Evans nos presentó a los miembros de la Soulgrass Band: Mark Egan al bajo, Mitch Stein a la guitarra, Josh Dion a la batería y Ryan Canavaugh al banjo.
A partir de ese preciso momento, comenzó un concierto glorioso, memorable de los que dejan huella, cargado de técnica y encanto.
Bill Evans y su banda no sólo realizaron una función sobresaliente, sino que ofrecieron una clase práctica de lo que, al menos para mi, significa la música de jazz. Fue una lección de los fundamentos musicales, de las bases rítmicas y melódicas sobre las que se asienta, de la libertad interpretativa que recae sobre el ejecutante y que hicieron del recital un espectáculo repleto de una belleza exquisita, a veces cargado de swing, a veces lleno de sabor y sentimiento, en el que el desarrollo de la melodía se configuraba como elemento vertebrador, dejando al músico absolutamente libre para explorar e improvisar sobre la estructura del tema que se ejecutaba.
No creo que interpretasen más de una docena de temas en todo el concierto, pero eso sí, eran bastante largos.
De esta forma y mientras que con Lady Dottie teníamos un grupo de magníficos ejecutantes a los que no se les podía poner ni una sola pega, ni reparo, sin embargo, la música que interpretaban iba siempre en línea recta, quiero decir, el tema empezaba aquí y seguía directo hasta su finalización, sin concesiones de ningún tipo, más o menos como ocurre en las novelas, que nos encontramos con una introducción, un nudo y un desenlace.
Con Bill Evans la vaina funcionaba de otra manera. El tema arrancaba y también contenía los mismos parámetros señalados de las novelas, pero lo que equivaldría al nudo en un relato, con Evans no se desarrollaba en línea recta hasta su fin como con la banda de San Diego, sino que oscilaba, alejándose más o menos de la melodía primitiva, llegando incluso tan lejos, que aquella por un momento quedaba solapada, oculta para, de pronto, con una precisión deliciosa, ejecutar un “hold” que te devolvía de nuevo a la melodía inicial. Así, cada canción podía contener varios temas en su interior, perfectamente diferenciados, llenos de cuidados arreglos, de los matices que Evans desplegaba al solear con su saxo, en mi opinión, realzados por el extraordinario trabajo desarrollado por la poderosísima sección rítmica que formaban Mark Egan al bajo y Josh Dion a la batería. Ambos rellenaron todos los espacios y huecos que dejaban el resto de instrumentos, confiriendo al sonido de la banda una riqueza tonal superlativa. Si tuviese que elegir a algún miembro de la banda de Evans para formar una nueva, de todas todas, me quedaría con Egan y con Dion.
Los temas como digo eran bastante largos, pero al contrario que con Al Dimeola, me mantuvieron atento en todo momento. Evans y los suyos no te daban ocasión a distraerte. El discurso musical de los miembros de la banda era tan brillante, que no había manera de perder la concentración en la actuación. Aún así, tengo que reconocer que en más de una ocasión reparé en que llevaba un rato hipnotizado con la ejecución del bajista y del batería, éste último, sin ningún género de dudas, el mejor que he visto en mi vida.
La actuación de Mark Egan, fue sencillamente magistral, cum laude. Soberbia su digitación y su manejo de los silencios. Nada que ver con el bajista de Lady Dottie, que aún desplegando una ejecución muy correcta, relegaba su instrumento a meras tareas de base rítmica. Mark Egan.....¡no es de este mundo! Como comentaba más atrás, el excelente fraseo de Bill Evans al saxo, encontraba el realce más absoluto gracias a la ejecución de Egan que ya digo, abarcaba todos y cada una de las parcelas que una sección rítmica está obligada a cubrir. Y es que había recibido lecciones, ¡nada menos!, que de Jaco Pastorius.
De Josh Dion a la batería.....¿qué decir? Se habla de él como un “singing drummer”, pero creo que no le hace justicia ese calificativo. El tipo lo tiene todo, precisión, expresividad, sentimiento, fuerza, minuciosidad, detalle. Jamás tuve antes ocasión de ver un batería tan completo en un escenario, lo mismo tocando de forma potente como suave, interpretando temas a volumen alto y a volumen bajo. Encima........¡¡¡Dion canta de forma excepcional!!!. No habíamos llegado a la mitad del recital todavía, cuando Evans, que hablaba un inglés muy clarito, nos dijo que el siguiente tema se titulaba Georgia y que sería cantado por el batería. ¡Im-pre-sio-nante! ¡Qué voz! Aterciopelada, cálida y llena de feeling unas veces y dura, contundente y desgarrada en otras. ¡Con qué precisión más exquisita cantaba y tocaba a la vez! Cuando acabó este tema, me vi gritándole bravos y a otros poniéndose en pie enfervorizados ante la belleza de lo que acabábamos de escuchar. Después me enteré que es endorser de Yamaha.
Ryan Canavaugh hizo sonar su banjo como nunca pensé que pudiese sonar este instrumento , al que yo siempre relacionaba, estrictamente, con la música country de los Estados Unidos profundos. Nada más lejos de la realidad. El banjo estaba perfectamente integrado dentro de la banda en su conjunto y fue el propio Evans el que nos comentó más o menos que “no suele ser muy habitual en una banda de jazz incorporar un banjo, porque se piensa que no casa muy bien con este tipo de música, pero yo no opino igual” y desde luego acertó. Canavaugh recorría el estrecho mástil de su banjo a velocidad supersónica y fraseaba de una forma que parecía estar tocando sobre un brazo ancho, como el de un bajo de seis cuerdas. Y, desde luego, cuando usó saturación, ¡¡sí, con un banjo!! levantó al respetable de los asientos. También me gustó mucho.
El guitarrista quizás fue el que menos destacó. Se marcó algunos muy buenos solos, pero se mantuvo siempre en un discreto segundo plano. O al menos es lo que me pareció.
Como digo, tras dos horas y pico, el concierto llegó a su fin.
Salí del Cicca muy a gusto después del espectáculo de Bill Evans y la Soulgrass Band. Sin duda ofrecen un directo sobresaliente, altamente recomendable y hubiese sido un pecado mortal, de los que no se perdonan ni siquiera con bula papal, habérmelo perdido.
4 dic 2009
¡Ya está bien!
Somos muchos españoles los que ya estamos hasta el gorro de los políticos nacionalistas catalanes, incluidos los del PSC de Montilla. Hartos de sus constantes amenazas, más o menos veladas a instituciones del Estado. Hastiados del tono de desprecio para con España, con el que algunos de ellos se prodigan en sus manifestaciones públicas. Cansados de sus insultos a la Corona. Aburridos de escuchar una y otra vez, como se nos señala como los culpables de todos y cada uno de los problemas que afectan a aquella comunidad autónoma, descartando que la casta política catalana tenga responsabilidad alguna en esas carencias, por más que hayan gobernado Cataluña durante treinta años y a pesar de que hayan estado cobrando el famoso 3%. Ahítos de aguantar que menos del 2% del cuerpo electoral español, esté rigiendo los destinos de cuarenta y cinco millones de compatriotas. Agotados de ver cómo vienen re-escribiendo la Historia basándose en falsedades interesadas, dirigidas únicamente a construir una realidad paralela con la que sólo persiguen obtener más dinero de todos los españoles y que van desde una ensoñación nacional a la que llaman paisos catalans, que nunca ha existido, pasando por la negación de la Corona de Aragón, que en palabras del consejero de cultura de la Generalidad de Cataluña de hace unas semanas, “se llamaba Corona catalanoaragonesa”. Una comunidad autónoma con una “historia propia y diferenciada” que eso sí, está presidida por un elemento nacido en Córdoba. En esto se parece mucho a la comunidad autónoma de Vascongadas, en lo de la mentira histórica me refiero. Allí, en el Parlamento vasco solemnemente se afirmó, “queda nombrado lendacari del Gobierno vasco, Don Pachi López”, que aunque se llama Francisco Javier López Álvarez, nacido en Portugalete, Vizcaya, debe ocultar su nombre bajo un diminutivo familiar, que se revela, parece, como lo único “vasco” de lo que puede públicamente presumir. Nada importa el lugar de nacimiento, lo que importa es que con ese nombre puramente español, nadie no puede tomar posesión del cargo de presidente de “los vascos y las vascas”. Otra cosa es que “Don Pachi” –seguro que si va a pedir un crédito al BBVA, no creo que en los impresos de solicitud figure eso de “Don Pachi”- se hubiese cambiado el nombre –como hicieron algunos hijos de Sabino Arana con el de sus esposas- por el de Frantzizko Xabier Loperena Alvarexategui y entonces sí que ya habría tenido suficiente caché “euskaldún”.
En definitiva, que los políticos catalanes con sus manifestaciones están generando en el resto de los ciudadanos españoles un cierto rechazo y hartazgo que se está trasladando a los catalanes en general.
Un fiel reflejo de esto es la carta de respuesta que Albert Boadella dirige al alcalde de un municipio catalán, que le había comunicado la entrega de un premio. Ya colgué esta carta en el blog hace un par de años, pero la respuesta del director teatral catalán, -que se ha visto obligado a abandonar Cataluña, asfixiado social y laboralmente por el nacionalismo-, expone de forma diáfana hacia donde nos están llevando los nacionalismos en España.
AJUNTAMENT DE BELLPUIG
Sr. ALBERT BOADELLA
Països Catalans,
508500 VIC
"Señor Albert Boadella: Desde el año 1991, el Ayuntamiento de Bellpuig otorga, coincidiendo con los actos programados para celebrar la fiesta del 11 de septiembre, los premios Estel -cometa- y Boira -niebla-. El premio Estel se instituyó para destacar un comportamiento, tarea o acción concreta y relevante en la defensa de la identidad catalana. El premio Boira se otorga en referencia a las acciones o actitudes de omisión que afecten negativamente y de manera continuada a la identidad catalana. Estos premios los votan anualmente las entidades y asociaciones del pueblo y son ratificados y concedidos por el Ayuntamiento de Bellpuig. Este año, las entidades sociales, culturales y deportivas lo eligieron a usted como Premio Boira 2006 por su posicionamiento político de unos años hacia aquí y por continuas declaraciones como las que hizo el pasado 18 de julio, en las que destacaba que el nacionalismo catalán es incompatible con la democracia. Por este motivo, nos place invitarle a recibir este premio el próximo día 10 de septiembre, durante los actos que se realizarán con motivo de la celebración de la Fiesta Nacional de Cataluña. El galardón se entregará en un acto institucional que se realizará delante del monumento al Milenario de Cataluña situado en Bellpuig. La recepción de autoridades se realizará delante del Ayuntamiento de Bellpuig a las 12:30 horas y la entrega de los Premios Estel y Boira, así como la lectura de Manifiesto del Once de Septiembre, se realizará a partir de las 13 horas. Atentamente, Josep Pont y Sans.Alcalde.
NOTA: Se adjunta una breve reseña sobre la historia de los Premis Estel i BoiraDurante estos años, los galardones han sido otorgados a:
PREMIO ESTEL: Sr. Eliseu Climent (1991), Rvdm.Sr.Antoni Deig (1992), Sr.Marx Cahner (1993), Josep M.Pujals (1994), Sr. Miquel Calzada "Mikimoto" (1995), Sr. Jean Pau Alduy (1996), grupo musical Els Pets (1997), Institut d'Estudis Baix Cinca (1998), Exc. Marcelino Iglesias (1999), Rvdm. Sr. Cassià Maria Just (2000), Sr. Lluis Arola i Ferrer -URV- (2001) y Universitat Catalana d'estiu de Prada de Conflent (2002), Ecxm.Sr. Juan José Ibarretxe i Markuartu, presidente del Gobierno Vasco (2003), Sr. Joan Laporta, presidente del F.C. Barcelona i Molt Honorable Sr. Jordi Pujol i Soley (2005) -
PREMIO BOIRA: Sr.Joan Antoni Samaranch (1991-1992), Sr. Rodríguez Ibarra (1993), Diario ABC (1994), Sr. José María Aznar (1995), Sr. Vidal Cuadras (1996), Cadena Cope (1997), Sra. Esperanza Aguirre (1998), Nunciatura del Vaticano (1999), Director de la Real Academia de la Historia (2000), Su Majestad el Rey Don Juan Carlos I (2001), Patronato del Archivo de Salamanca (2002), Exc..Sr. Don Manuel Jiménez de Parga y Cabrera, presidente del Tribunal Constitucional (2003), Exc. Sr. Miguel Angel Acebes (2004) y el Consejo Superior de Deportes (2005) Finalmente cabe destacar que la elaboración y la lectura del Manifiesto del Once de Septiembre en Bellpuig la realizan los ganadores del Premio Estel del año anterior.
********** CARTA DE RESPUESTA DE ALBERT BOADELLA *************
Josep Pont i Sans
Alcalde de Bellpuig
Homenatge a la Vellesa,
625250 Bellpuig
Vic, 4 de septiembre de 2006
Señor alcalde de Bellpuig, contesto a su carta en la que me comunica que se me otorga el premio Boira (Niebla) debido a mi posicionamiento político y a mi crítica del nacionalismo catalán. La forma y el contenido de la carta es el testimonio perfecto de la obscena impunidad política que asola este territorio y la confirmación visible de los motivos por los que el Ayuntamiento de Bellpuig me lanza la infamia en forma de premio.
Tal y como declaré, queda aún más patente que nacionalismo y democracia se muestran incompatibles. Debido a la información que me había llegado del periódico Segre, deduje que los premios Estel i Boira (Estrella y Niebla) eran responsabilidad de las entidades privadas de Bellpuig. En este sentido, tenía la disposición de contestar el menosprecio con un texto humorístico. Pero su carta me revela que el auténtico inductor y creador de tales salivazos al adversario es usted como alcalde de Bellpuig, ex presidente de la Diputación de Lleida y diputado del Parlament de Catalunya.
Por tanto, dejo de lado el humor porque es una forma de expresión que, en última instancia, demuestra una consideración sobre el grado mental y moral del otro. Usted no merece esta consideración. Ostentando cargos de gobierno y de representación parlamentaria, utiliza el cobijo de unos premios para denigrar públicamente a cualquier disidente de sus manías. En este caso, un consistorio municipal promueve la degradación democrática, dedicándose a organizar un acto para desacreditar la libre opinión de un ciudadano. En vez de participar al fomento de la tolerancia y la pluralidad de criterios, como es su obligación por los cargos que tiene asignados, se sirve de ellos para incitar a la censura cívica de un artista del país. Con su eclesiástico invento de l'estel i la boira, compruebo que utiliza el tiempo (y también mis impuestos) para dividir a los catalanes entre buenos y malos, o señalar enemigos externos. Usted se erige impúdicamente en juez moral de Catalunya, y a través de sus veredictos, induce el odio a instituciones o personas no afines al régimen. Sigue una tradición muy cultivada por los totalitarismos, entre ellos, el que sufrimos los españoles hace 30 años, un régimen nacionalista obsesionado también en este tipo de infecciones sociales. Hoy, afortunadamente, exceptuando su caso, no hallaríamos en España un nivel semejante de vileza institucionalizada y promovida por dirigentes públicos. Resulta curioso que este tipo de vocacionales de la inquisición siempre conviven con un trasfondo personal bastante menos escrupuloso que sus filantrópicas exhibiciones. Compruebo que usted tampoco es una excepción sobre la regla. No muestra la misma sensibilidad patriótica a la hora de cargar una cuantiosa deuda a sus conciudadanos españoles a través de la Seguridad Social. Deuda provocada por la empresa Aigües Rocafort de la cual era administrador y accionista. Ni tampoco le tiembla el pulso cuando deja de pagar a los empleados -que se ven obligados a reclamar por el juzgado social- o a la Caixa de Catalunya, la cual también tiene que proceder judicialmente para reclamarle 33.656.256 pesetas. No se inquiete, su comportamiento tampoco trasluce anomalía alguna en el clima actual de Catalunya, incluso es natural. Forma parte de la impostura patriótico-sentimental que en los últimos tiempos impera entre los gobernantes de este territorio.
Sin embargo, ¿quién le ha dado a usted las atribuciones para infamar en público a un ciudadano que cumple escrupulosamente con sus deberes? Desde hace 45 años, dirijo una empresa de 25 trabajadores dedicados al arte. Nunca he dejado de pagar puntualmente a la hacienda pública ni a ningún colaborador. Esta es la principal contribución que en cualquier país puede hacer un ciudadano, sea catalán o sueco. Las otras contribuciones, las del libre pensamiento o las creencias, sólo son materias de escarnio, censura, y persecución institucional en las dictaduras. En este sentido, la única boira incívica que constato es la que pone usted por delante, a fin de disimular su falta de decencia... eso sí, ¡catalana! Por tanto, como despedida, quiero decirle sin hostilidad ni ironía, pero con serenidad y también con una íntima satisfacción: váyase concretamente a la mierda, usted, sus premios y la Catalunya que nos pretende imponer.
PS. Esta carta es mi respuesta a su Premio y espero que sea leída (entera) en el acto de entrega.
Albert Boadella es actor y director de escena, además de fundador de la plataforma Ciutadans de Catalunya
1 dic 2009
El Alacrana y tres catalanes.
Con independencia de que todos quisiésemos que los marineros vascos y gallegos volvieran sanos y salvos a casa, reconozco que como español y una vez resuelto felizmente el secuestro, me invadió una sensación de vergüenza y humillación al comprobar la indolente, pusilánime y cobarde actitud con la que se ha conducido el Gobierno socialista en este asunto de los piratas y la ignominia que ha hecho recaer sobre nuestra Armada.
En mi opinión, la imagen que este Gobierno de ZP ha transmitido al mundo es la de una España amedrentada militarmente por una panda de desarrapados y facinerosos, la de unos servicios de inteligencia timados por un puñado de drogadictos y malhechores, la de un Gobierno ninguneado por un grupo de “mataos”, en definitiva, la imagen de una España embaucada por delincuentes comunes, que no tardaron un minuto es “pulirse” el botín en drogas, prostitutas y alcohol.
Ya digo, el objetivo principal era traer a nuestros compatriotas de vuelta a casa, y se consiguió, pero ahora hay cuestiones que deben aclararse y que demandan amplia explicación.
¿Quién autorizó al buque vasco a adentrase fuera de los límites de perímetro de seguridad? ¿Bajo qué pabellón navegaba el Alacrana?
Desde mi punto de vista estas dos cuestiones requieren ser esclarecidas.
Como contribuyente, es decir, como uno de los que ha colaborado económicamente al despliegue de fragatas de la Armada, de aviones Orión, de personal del servicio de inteligencia, de personal de embajadas y consulados con el objeto de obtener la liberación de los pescadores, me gustaría que se depurasen responsabilidades.
Primero ¿quién dio al Alacrana la orden de abandonar el perímetro de seguridad establecido por la fragata Canarias? Resulta fundamental conocer los motivos porque claro, si estamos diciendo que, por ejemplo, “Los excursionistas y buscadores de setas que soliciten ser rescatados cuando estén en el bosque o en la montaña deberán pagar a partir de hoy sus rescates a la Generalidad en caso de que se determine que han actuado con negligencia” (fuente: El Mundo 1.10.09), no se entiende que después del dineral que nos está costando el despliegue de unidades militares en el Índico, después de que se haya informado de la peligrosidad y del riesgo de salir del perímetro fijado, alguien se pase por el arco las instrucciones de seguridad dadas, para que luego tengamos que sacarlos del atolladero en el que imprudentemente y a sabiendas se han metido. Porque vale, España no pagó rescate alguno –aunque no nos lo creamos- pero España sí que ha abonado el coste del operativo militar, por lo que si ha habido negligencia, alguien debe ser el responsable y ese alguien debe asumir el coste de la temeridad de sus actos.
Segundo ¿navegaba o no el Alacrana bajo pabellón español? Es otro dato que estimo debe aclararse. Resultaría insultante que el Alacrana hubiese arriado la bandera española de su popa nada más salir de puerto, para izar a continuación la bandera de la comunidad autónoma de Vascongadas, porque sólo los buques que naveguen bajo pabellón español pueden ser defendidos por nuestro país. No tengo certeza de este extremo, pero hay unas declaraciones de uno de los marineros vascos, Gaizka Iturbe que respecto de los militares de la Canarias afirmó que “A pesar de ser militares, tienen un corazón de oro”, manifestaciones que suenan mucho a rancio nacionalismo vasco, que se ofende y se siente insultado porque militares españoles coloquen una bandera española en el monte Gorbea, pero a la vez solicita la intervención de nuestras Fuerzas Armadas cuando pintan bastos para “los vascos y las vascas” en el extranjero. Si el buque vasco navegaba con la ikurriña o sin bandera alguna, nos encontraríamos ante un barco pirata, que fue atacado por otros piratas. Ahora mismo tenemos un petrolero español que ha sido saqueado por militares de Guinea Bissau y no podemos hacer nada porque nuestro buque navega bajo bandera panameña, una de las conocidas banderas de conveniencia.
Por otro lado, la falta de una contundente y expeditiva respuesta militar a los piratas que huían con el botín, convierte a los españoles en un blanco más que apetecible para cualquier facineroso que cuente con un mínimo de organización. Lo que dictaba el sentido común era dar el alto a los piratas en fuga y de negarse, pues hacer lo mismo que han hecho los franceses o americanos, pero claro, con una Ministra de Defensa que públicamente se declara pacifista, con un Presidente del Parlamento –la primera institución del país- que afirma que prefiere que le maten a matar o con un Presidente del Gobierno que obliga a nuestros militares a seguir unas reglas de enfrentamiento más propias de la OJE o de los Boy Scouts que de unas Fuerzas Armadas, pues es lógico que entre los piratas la consigna fuera “si no les disparamos, ellos no lo harán” y a partir de ahí ¡lo que te rondaré morena! No me creo que los militares que desde el helicóptero encañonaban la zodiac con la que los piratas ponían pies en polvorosa, erraran sus disparos, más bien pienso que el Gobierno de ZP les prohibió hacer fuego, no fuera a ser que (léase con ironía) alguien pudiese resultar herido, poniendo en riesgo todo lo que hemos avanzado en el desarrollo de la Alianza de Civilizaciones, tan importante para nuestro país.
Me temo que la mayoría de los españoles habríamos visto con magníficos ojos, que nuestra Marina de Guerra hubiese dado buena cuenta de estos piratas a la fuga. O detenidos y presos o eliminados.
Las declaraciones de la Ministra de Defensa tras enterarse que los piratas habían desembarcado a tres marineros del Alacrana a tierra, “sabemos donde están y sabemos que se encuentran bien” dijo, para más tarde conocer que nunca fue desembarcado marinero alguno, transmite a la ciudadanía la sensación de que los que rigen los destinos de España actualmente, constituyen una pandilla de aficionados de pésimo nivel, con escasa preparación para gestionar con mínimas garantías la “res publica” y que, a todas luces, se muestran incapaces para adoptar sin ambages aquellas decisiones de gobierno que resultan difíciles y complicadas y cuyas consecuencias y coste político, electoral o social, sin embargo, no queda más remedio que asumir si uno no quiere quedar internacionalmente a la altura del betún, como nos está ocurriendo.
Y ahora los tres catalanes. De la lectura de la prensa me quedo con la impresión de que existe verdadero pavor a que sea AlQaeda la que esté detrás de este secuestro, porque parece –según el Gobierno- que éstos no querrían dinero, complicando sobremanera la resolución de este nuevo problema, pero salvo que estos secuestradores naden en la abundancia económica, ¿cree alguien que renunciarán a exigir un rescate dinerario cuando han visto como un puñado de piratas ponen contra las cuerdas a un Gobierno, le levantan dos o cuatro millones de euros, que luego le lanzan desde un avión, para después ser perseguidos por un helicóptero que les dispara, pero de broma?