LOGSE y PSOE

Yo pienso que cuando uno se muere desaparece de la faz de la Tierra y vuelve allí donde estaba antes de nacer, esto es, a la nada. Aún así, no puedo dejar de reconocer que formo parte de una civilización que asienta sus fundamentos más profundos en la figura de una persona que murió en una Cruz, en su Padre y en su Madre. No tiene nada que ver con ser creyente o no, sino con reconocer la realidad de los hechos. Por ejemplo, descansamos los domingos porque alguien dedicó seis días al trabajo y consideró que el séptimo debía ser usado para reposar y recuperar fuerzas y medimos el tiempo tomando como punto de partida el antes y el después del nacimiento de otro alguien. ZP se llenaba la boca hablando de aliar civilizaciones pero parecía olvidar –a mucha gente le pasa igual- que la nuestra era y es la civilización cristiana.

Cuando mi hija estuvo en edad de entrar en el colegio, ya había problemas con la presencia de crucifijos en las aulas de los centros públicos. El Estado es laico, decían. También había empezado a perderse el respeto que los alumnos habían demostrado a los profesores desde tiempos inmemoriales y éstos, en su gran mayoría llamados a la enseñanza por vocación, hartos, terminaban por convertirse en funcionarios en el sentido peyorativo del término. “El daño que ha hecho la LOGSE a la figura del profesor, es incalculable” me comentaba una profesora del instituto de Tamaraceite hace tiempo. Además bastaba con superar un poco más del 50% de la materia académica correspondiente a un año lectivo para pasar sin problemas al siguiente. Es decir, se premiaba por igual al que “hincaba los codos” y se esforzaba en estudiar y aprobar sus asignaturas, que al que no lo hacía y encima suspendía cuatro. Desincentivación que se llama.

Ante el aterrador panorama me di cuenta que debía evitar los centros públicos si quería que mi hija conociera los orígenes de la civilización de la que forma parte y por eso mismo, quería que estudiase religión aunque de antemano supiese que nunca la iba a llevar a misa los domingos y fiestas de guardar. Que hiciese la primera comunión, que aprendiese disciplina, que comprendiese que los maestros merecían respeto máximo y que gozaban de la misma autoridad sobre ella mientras estaba en el colegio, que sus padres durante el resto de su vida en familia. Recuerdo que la mesa y la silla de mis profesores estaba siempre sobre una tarima que marcaba la diferencia lógica e incuestionable entre maestro y alumno.

Desde 1983 sólo hemos tenido en España leyes de Educación dictadas por gobiernos del PSOE. La única del PP data de la época de Aznar pero no llegó a aplicarse al ser paralizada por un Decreto del primer gobierno Zapatero.

El resultado de estas leyes es por todos conocidos. Las aulas españolas cuentan con la menor ratio alumnos/profesor de la UE, y sin embargo somos los primeros en fracaso escolar.

Navegando por la red me he encontrado este demoledor párrafo referido al último informe PISA:

España es el primer país de Europa en términos de fracaso escolar: 1 de cada 3 jóvenes españoles de entre 15 y 24 años dejaron sus estudios antes de acabar la enseñanza secundaria, frente a la media europea, que habla de 1 de cada 5. Pero no sólo eso, los últimos datos del informe PISA son reveladores, la baja tasa de natalidad ha convertido a España en un país de alto gasto en educación en proporción al número de alumnos, la inversión en porcentaje del PIB está también ya por encima de la media europea y de la OCDE, los docentes españoles ganan más e imparten más clases y el número de alumnos por clase es menor. Son datos que indican que el problema del sistema ya no residiría tanto en la carencia de medios como en la ausencia de políticas capaces de elevar su calidad. Y es que el informe PISA sigue dejando el nivel educativo de España muy por debajo de la media de los países desarrollados. http://www.extraconfidencial.com/articulos.asp?idarticulo=11541

Con independencia de los motivos que puedan existir, resulta evidente para cualquiera que el sistema educativo implantado por el PSOE revela un descalabro rotundo que exige una modificación ineludible e inaplazable. Sin embargo, el intento legítimo del PP para corregir este problema por medio de la nueva Ley Orgánica para la mejora de la calidad educativa (LOMCE) encuentra en el PSOE, inexplicablemente, a uno de sus mayores detractores.

Así Elena Valenciano afirmaba el 17 de mayo pasado que la “Ley Wert nos retrotrae muy atrás al recuperar el catecismo, la segregación y la desigualdad” http://www.psoe.es/saladeprensa/news/688994/page/valenciano-afirma-que-ley-wert-nos-retrotrae-muy-atras-recuperar-catecismo-segregacion-desigualdad.html

Soraya Rodríguez señalaba el 9 del mismo mes que “la ley se hace contra padres, estudiantes y profesores. Se está poniendo en peligro la viabilidad de los centros educativos, las condiciones de los profesores y la calidad de la educación.” http://www.psoe.es/saladeprensa/news/688126/page/soraya-rodriguez-la-huelga-educativa-una-llamada-atencion-muy-clara-que-gobierno-deberia-escuchar.html

Y Rubalcaba, el día 10, pedía al gobierno retirase la LOMCE porque “no cuenta con el apoyo de nadie” y porque “el contenido de esta ley que pretende aprobar el Gobierno va en contra de los principios que han inspirado las reformas educativas, de un signo y de otro, en los últimos tiempos. Segrega al alumnado, enfrenta a la escuela pública y la concertada y va contra la igualdad de oportunidades.”

Yo creo que el PSOE es vital para España como alternativa fundamental al PP, pero compruebo que sigue sin haber autocrítica en su seno. Por un lado sus declaraciones transmiten la sensación de que no tienen ni han tenido responsabilidad alguna por los trágicos resultados que muestran los datos académicos de nuestros alumnos, pero a la vez, de las mismas parece deducirse que las únicas políticas educativas viables son  las suyas. Argumentos y palabras hueras contra hechos ciertos y verificados.

Elena Valenciano no considera que como consecuencia de la pésima gestión llevada a cabo por su partido, sea imposible retrotraer la Educación más atrás de dónde su organización la ha dejado, porque estamos en el último lugar.

A Soraya Rodríguez, a pesar de que gracias a los socialistas los profesores españoles han gozado de las mejores condiciones, le da exactamente igual que los frutos obtenidos a cambio sean los más penosos de Europa.

Y Rubalcaba no se ruboriza al afirmar que la LOMCE va en contra de los principios que han inspirado las reformas educativas, de un signo y de otro, pero ¡cómo que de uno y otro signo!, ¡si todas las leyes de Educación aplicadas en España desde 1983 son socialistas!

En fin, que no puede ser que un alumno suspenda cuatro asignaturas y pase de curso. Eso no es fomentar la igualdad de oportunidades, sino premiar la mediocridad.

Que resulta inadmisible que al beneficiario una beca por estudios, le baste obtener una calificación de suficiente para lograr su renovación.

Lamentable que la Fiscalía General del Estado a través de una circular remitida en diciembre de 2008 a las Fiscalías de toda España, se haya visto obligada a reconocer a los profesores de los centros públicos la condición de autoridad a efectos penales, para que una agresión grave contra docentes pueda ser calificada –¡nada menos!- como delito de atentado contra la autoridad.

Reveladora la noticia publicada en 2005 en el diario El País que señalaba que sólo 29 colegios públicos estaban entre los 100 mejores en la prueba de primaria de la comunidad de Madrid. Únicamente dos entre los diez primeros. http://elpais.com/diario/2005/10/09/madrid/1128857055_850215.html

Y significativo que el último informe del Ministerio (cifras del año 2008) recoja que mientras el coste medio por alumno de la enseñanza pública asciende a 5.352 euros al año, el de escuela concertada sea de una media de 2.771 euros, porque demuestra a las claras que se puede educar a los españoles gastando menos.

Un amigacho con el que voy casi siempre a desayunar, que es votante de izquierdas y al que le comentaba estas declaraciones de los prebostes socialistas, me decía “el PSOE debe mantenerse calladito por lo menos durante ……¡dos generaciones!

Y la verdad, después de ver cómo han dejado la educación en España, creo tiene razón.