21 ene 2015

Con el nuevo objetivo



Desde que compré mi cámara de fotos, allá por el 2007, he venido utilizando un objetivo 18-70mm que es la lente con la que me la vendieron. La verdad es que este rango focal ha cubierto bastante bien mis necesidades, pero pronto eché en falta poder "llegar más lejos" de aquellos 70mm. Primero estuve un tiempo pensando en pillar otra lente, un 70-200mm, continuación focal de la que ya tenía, pero hablando con un buen compañero de trabajo, también aficionado a la fotografía, -¡gracias Juanfra!- me comentó: "¡Olvídalo niño! ¿qué quieres?, ¿tener que estar cambiando de objetivo cada vez que la foto lo requiera? Vete a por un 18-200, es el todoterreno perfecto" Y en esas estaba, buscando alguno de segunda mano desde hacía meses, hasta que este año los Reyes Magos, haciendo caso omiso a las instrucciones fijadas por el mando que expresamente había ordenado que de objetivos nada, han dejado un 18-200mm para mi cámara que es la bomba. ¡Estos tipos de Oriente se gobiernan solos!

El pasado 9 tuve el día libre y aproveché para hacer la primera salida con la nueva lente. Tiré muy pocas fotos.

Estas están sacadas desde la avenida marítima. El edificio Jinámar donde vivía mi amigo Pepe, a la mínima y a la máxima distancia focal


Estas las saqué desde el monumento a la vela latina, a la altura del parque de San Telmo




El pasado domingo fue la salida del estreno oficial.

Fuerteventura se veía claramente desde que salí de mi casa, pero por esto y por lo de más allá, tardé una eternidad en encontrar un sitio desde donde disparar, así que perdí un tiempo precioso en el que casi no había nubes y sólo pude tirar esta subido en el paso aéreo que hay a la altura de La Favorita.



De allí enfilé hacia la playa de Las Canteras por si pillaba a algún surfero, pero el día estaba bastante gris y pocos se habían atrevido a meterse en el agua. 



Y ya que estaba por el Auditorio, me enfundé el pasamontañas, el casco, los guantes y tiré en dirección a Arucas. A las nueve y media de la mañana la ciudad casi no se había levantado. Los bares, con camareros ordenado y limpiando cosas, acababan de abrir pero aún estaban cerrados al público, así que después de una vuelta volvía a subirme a la moto y me llegué hasta el mirador de la montaña de Arucas. Las siguientes fotos las saqué desde allí.
La iglesia matriz de San Juan Bautista en el centro de Arucas.
Una parte de La Isleta desde allá arriba.

Aquí La Isleta entera con la playa del Confital en el centro
 
Este tramo que lleva a Firgas, con la moto, a primera hora y sin tráfico..............es para morirse. 
 
Creo que es el tramo de la isla en dónde más he tirado de cada una de las marchas de mi Kawasaki, llevándola desde tercera casi hasta las 8 mil rpm antes de cambiar a cuarta y a quinta y a sexta. Lo que más me gusta es el reprise, sentir como la moto se dispara en cuestión de segundos y este trozo de carretera es de los que llevan mis índices de adrenalina a niveles máximos. Aquí echo de menos una moto con más potencia y, sobre todo, con más rueda trasera porque la Kawa, aunque su respuesta sigue siendo espectacular, se vuelve inestable por encima de una velocidad determinada.

Una parte de la ciudad con el Muelle detrás. El barco de Armas entraba en el puerto en aquel momento.    

Otra más con el edificio de los Taxistas en segundo término 
Las Coloradas

La Playa del Confital con una fila de coches aparcados. Las chabolas que solían poblar aquella zona de la ciudad hace tiempo desaparecieron. 
 

La playa de Las Canteras con la barra a punto de aparecer en primer término y las enormes grúas del muelle detrás.

 Varios edificios del barrio de Escaleritas.

Sobre las doce y media, una menos veinte aparcaba la moto en mi casa. Guardé casco, cámara, chaqueta y guantes  y le pedí a mi joven hija que me echara una mano para preparar la pizza con la que íbamos a almorzar y con la delicada educación y amabilidad propia de los adolescentes de hoy día, mostrándome el dedo medio de su mano derecha me dijo, "no la chasques papá" y me salió una pizza del quince.







20 ene 2015

Algunos periodistas

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Ya he comentado varias veces que la actitud de una gran parte de la prensa española me parecía excesivamente catastrofista y que, en mi opinión, las noticias se magnificaban con el único objeto de vender periódicos o ganar audiencias y el otro día, Chani Pérez Henares me lo confirmó. Iniciaba así su artículo “No es noticia” publicado en su blog el pasado día 6 de enero:

“Dice un viejo axioma periodístico que las buenas noticias solo venden en deportes. Que en el resto, lo que pone al personal para comprar periódicos y subir los shares de las teles son las malas tirando a peores. No hay nada mejor que una catástrofe para agotar el papel.”http://blogs.periodistadigital.com/lamarea.php/2015/01/06/no-es-noticia
Y bueno, uno puede pensar que algunos o muchos plumillas españoles rayan cierto grado de irresponsabilidad con sus escritos, pero la libertad de expresión nos ampara a todos.

El otro día leía un artículo de Emilio Campmany –probablemente el último- que me pareció un ejemplo cristalino de esa inexplicable manía de confundir a la ciudadanía gratuitamente, de transmitir una realidad que describe a España dirigida por una pléyade de mentirosos que gastan “ingentes presupuestos con los que se financian ellos y a sus clientelas” y al borde de un cataclismo devastador que, objetivamente mirado, no se ve por ningún lado. http://www.libertaddigital.com/opinion/emilio-campmany/in-socialism-we-trust-74449/
Dice Campmany en un párrafo del artículo que:

"No niego que la llegada de Podemos al poder no vaya a ser un desastre como lo será la de Syriza en Grecia. No discuto que exista la posibilidad de que, una vez alcanzado, no haya forma de que lo abandonen, pues nunca ha sido fácil que los comunistas lo hagan. Lo que no acepto es que haya que tragar con lo que ahora tenemos porque los que vienen son populistas e izquierdistas radicales."

Terminé de leerlo y lo primero que pensé fue ¡¡pero vamos ver!!!  ¡Si no tragamos "con lo que tenemos", sólo quedan estos populistas de izquierda radical! ¿En qué quedamos?

Analizando el párrafo no hay duda que el periodista da por supuesto que la llegada de Pablo Iglesias al poder significaría el desastre para España. Es decir, el caos, la calamidad, la hecatombe, la ruina, términos todos sinónimos de “desastre”. Acto seguido, reconoce que la militancia comunista de Podemos asegura que si acceden al Gobierno, harán lo que haga falta para no abandonarlo nunca. Lo cual también es completamente cierto. La Historia del siglo XX es testigo que el comunismo tomó el poder en Rusia en 1917 y no lo abandonó hasta que destruyó el Estado en 1989 dejándolo en la miseria. Tomaron el poder en Cuba en 1951 y aunque aún lo conservan, el país lleva décadas sumido en la indigencia, viviendo con estrecheces, rodeados de pobreza y de necesidad. Igual ha hecho Hugo Chávez en Venezuela, en donde la escasez de productos básicos tiene a numerosos venezolanos haciendo noche en las puertas de los supermercados -militarizados al objeto de evitar desórdenes- para coger sitio en las colas. La foto acompaña una noticia fechada el pasado 10 de enero.
¿Qué escenario futuro puede ser peor que este?

Y sin embargo, después augurarnos las siete plagas de Egipto si gobierna el populismo de Podemos, el autor rechaza indignado lo que “ahora tenemos”, -entiendo que el PP o el PSOE- basando esta negativa únicamente en el hecho de que se arguya que ¿“vienen populistas e izquierdistas radicales”?……el razonamiento me parece de una inconsistencia tal, que me resulta difícil admitir que busque nada distinto de exacerbar el ánimo de un sector de los ciudadanos. Cuando más necesario resulta un frente sólido que se plante ante aquellos que quieren convertirnos en Venezuela, libelos como estos hacen un flaco favor al interés de España. Porque, vamos a ver,  ¿qué más da que se grite que vienen unos populistas de izquierda radical cuando es verdad?¿No es esa la realidad cierta que tenemos delante de nuestras narices? ¿Es mentira que lo que se nos viene encima es una panda de profesores universitarios sin plaza, de resentida militancia marxista leninista, criados a la sombra del hijo de Santiago Carrillo, rector de la Universidad en la que esto pibes imparten clases y que carecen de la más mínima experiencia de gobierno? ¡Pues vienen ahí! Y como logren llegar, nos hundirán, así que lo que ahora tenemos, aunque al señor Campmany le repugne, es lo menos malo que nos puede ocurrir a los españoles y resulta triste comprobar este ataque desmedido, más aún viniendo de un medio abiertamente conservador, a lo único que nos garantiza una estabilidad social medianamente razonable, es decir, al bipartidismo que nos ha dado el período democrático en paz más fructífero de nuestra Historia.

14 ene 2015

¡No a los recortes en Defensa!


Los últimos atentados yihadistas en París ponen de relieve que la famosa táctica del “apaciguamiento” –hoy se llama multiculturalismo- que viene desplegando el mundo Occidental frente a la amenaza del integrismo musulmán, simplemente, no está funcionando y parece que la famosa frase que Winston Churchill le espetó a Neville Chamberlain, tras firmar en Munich un tratado de paz con Hitler en 1938, “Os dieron a elegir entre el deshonor o la guerra, elegisteis el deshonor y tendréis la guerra” puede volver a ponerse de actualidad.
Leía el otro día a José Antonio Sentís en su artículo “El terrorismo pinta con sangre la caricatura de Mahoma” y, entre otras cosas, venía a decir que este último atentado en París obedecía más a propaganda de Al Qaeda en un intento por frenar el creciente protagonismo asesino que le está robando el Ejército Islámico dentro del mundo musulmán que a otra cosa. Comenta Sentís que “Hasta el más fanático de los terroristas islamistas sabe que con ataques puntuales contra ciudadanos occidentales no se puede doblegar la capacidad de grandes naciones, como en el día de hoy la francesa. Pero este fanático también sabe que puede tomar ventaja en la guerra que realmente le interesa: la del poder en su propio mundo, el islamista, que vive una guerra civil muchísimo más profunda que la yihad contra Occidente.” http://www.elimparcial.es/noticia/146387/El-terrorismo-pinta-con-sangre-la-caricatura-de-Mahoma.html  Pero ¿a qué guerra civil se refiere? ¿A la que libran suníes contra chiíes? Tal vez, ¿a la que disputa Al Qaida contra el Ejército Islámico, ambos suníes? ¿la que mantienen para el exterminio de los cristianos de origen iraquí o sirio?.........No lo sé, la verdad, pero lo que me parece cristalino es que unos quieren acabar con los otros y viceversa. En cuanto solucionen “estas pequeñas rencillas entre ellos”, irán a por los siguientes en su lista de prioridades: la civilización cristiana y su modo de vida.
Fermín Bocos publicaba también otro artículo al respecto, con un título mucho más explícito, -“Estamos en guerra”- señalando que –yo ya lo dije- “nos han declarado la guerra. Así que nada de bajar la guardia con recortes en Defensa” y creo que ya es hora de que vayamos asumiendo esta realidad. http://www.diariocritico.com/opinion-analisis/fermin-bocos/469675
Veo a los primeros ministros de los países miembros de la UE al frente de la multitudinaria manifestación de repulsa celebrada en París, los cientos de minutos de silencio que se han guardado en otras tantas ciudades y la multitud de lápices en alto como señal de duelo. Leo numerosos artículos alabando la libertad de expresión como uno de los valores fundamentales que caracterizan a nuestra Civilización, reclamando su defensa por encima de todo, -“debemos ponernos en pie y decir basta”, apuntaba un periodista-, pero no parece que nadie haya reparado en que con estos terroristas, que viven socialmente en la Edad Media, ni todas estas muestras públicas de condena y rechazo, ni todo el diálogo del mundo sirven de nada y que, por tanto, la única manera realista de acabar con la amenaza que representan implica asumir todo aquello que la mayoría de los europeos hemos venido rechazando durante décadas, esto es, ataúdes volviendo a casa cubiertos con nuestras Enseñas Nacionales.
La OTAN debe intervenir en Siria y en Irak con tropas sobre el terreno. Esto va a ser ineludible si de verdad se quiere extirpar este cáncer. Ahora mismo ambos países son el espejo en el que se están mirando los occidentales que deciden convertirse en terroristas, por lo que hay que acabar con esa situación cuanto antes. Los bombardeos que se vienen realizando desde hace meses no resultan eficaces. Se hace necesario ir a buscarlos para reducirlos y ponerlos tras unas rejas o eliminarlos si se resisten a ello. Particularmente prefiero esta última opción. Los estados miembros de la UE, -quizás con la única excepción de Turquía por razones obvias-, debemos contribuir de una vez por todas con un número de efectivos acorde a la potencia económica y capacidad militar de cada estado miembro, de forma tal que no sean los EEUU e Inglaterra los que tengan que cargar con el peso de las operaciones como ha sido habitual desde 1945. Es impresentable que los europeos pretendamos seguir viviendo del cuento, a expensas de que nuestra defensa se pague con la vida y los dineros de otros, participando exclusivamente en misiones de pacificación, cuando la pervivencia de nuestra Civilización exige acciones de guerra con tropas de infantería.
Y España, más que nadie, no puede ni debe quedarse fuera de esta contribución porque, siendo como somos un objetivo preferente de estos hijosdeputa, debemos pagar –como el resto de los ciudadanos de la UE- el precio en sangre que perseguirlos exige, para que, de forma recíproca, seamos apoyados sin condiciones por nuestros aliados cuando nos toque a nosotros, que visto lo visto, nos va a tocar. El norte de África es un medio polvorín con el Grupo Salafista para la Predicación y el Combate. Boko Haram en Nigeria, Al Shabab en Somalia, Ansar Dine en Mali, Al Qaeda en el Magreb en Chad…………….Ceuta, Melilla y Canarias, por su situación geográfica, serán las primeras en sentirlo. El alcance de un misil Scud es de 250 kilómetros. A Fuerteventura solo la separan 97 de la costa africana.
Como decía Churchill, “la democracia es el peor sistema de gobierno diseñado por el hombre. Con excepción de todos los demás” y hay unos despreciables asesinos que quieren acabar con ella. Nos han declarado la guerra. Asumámoslo de una vez. Son el enemigo. Su único objetivo reside en la destrucción de nuestra forma de vida para imponernos la de ellos, así que más vale que los eliminemos nosotros antes.







4 ene 2015

Adeste Fideles


El otro día encendí la tele y empezaba una película. Estaba basada en hechos reales y casi sin darme cuenta había mantenido mi atención quince minutos seguidos.
La historia se desarrollaba durante la Primera Guerra Mundial, concretamente, la víspera del día de Navidad de 1914.
En una de las líneas del frente occidental abierto por Alemania con la invasión de Bélgica y Luxemburgo en el mes de agosto de aquel año, unidades de tres Ejércitos distintos se enfrentaban desde trincheras separados por un espacio de terreno de no más de 300 metros.
Por un lado, un batallón escocés del Ejército británico. Por otro, uno del Ejército francés y finalmente un tercero del Ejército alemán.
La película, que no contaba con actores de renombre y daba la impresión de que tampoco con mucho presupuesto, reflejaba bastante bien la vida diaria en el interior de una trinchera. Los soldados pasaban casi todo el día en tensión, yendo de aquí para allá a través de los estrechos corredores cavados en la tierra para atacar y defenderse. Las ráfagas de ametralladora se sucedían con frecuencia, mientras las bombas de mano explotaban a pocos metros, llenando de barro las caras de unos soldados que se parapetaban dónde y como podían.
No recuerdo el motivo, pero el mando alemán había ordenado el envío a los distintos frentes de centenares de pequeños árboles de navidad.
Después de un día de refriega y constantes escaramuzas, la oscuridad de la noche puso fin a las hostilidades por aquella jornada, permitiendo a las tropas un descanso. Unos limpiaban sus fusiles, otros aprovechaban el tiempo para cenar, para escribir a sus familias o para intentar dormir un poco.
De pronto, el silencio de la noche se vio interrumpido por el agudo sonido de una gaita procedente de la trinchera británica. La canción, sin duda de origen popular, casi de inmediato fue acompañada por las voces de las tropas escocesas que, por la cercanía entre ellos, alemanes y franceses escuchaban con clara nitidez. Cuando terminó, cierta zozobra se adueñó de los rostros de muchos de los soldados en las tres trincheras. De repente, un soldado alemán cogió uno de los árboles enviados por el mando, salió empuñándolo de su trinchera y poniéndose a tiro de cualquiera de los contendientes, comenzó a interpretar a capella “Noche de Paz”, mientras el resto de los alemanes colocaban más árboles a lo largo de toda la línea de su trinchera, dejándolos a la vista de sus enemigos.
La emoción iba in crescendo. Al acabar el villancico, el gaitero escocés, que también había salido de su trinchera, que también se había puesto a tiro de sus enemigos, volvió a hacer sonar la gaita, pero esta vez no era una tonada popular del folklore de su país, sino otra bien distinta pero común a todos ellos, el “Adeste Fideles”. En cuanto el alemán escuchó los primero acordes no pudo reprimirse y, acompañados por una armónica que surgió de la trinchera francesa, la interpretaron juntos. “Venite adoremus Dominum”
Los tres tenientes al mando de cada uno de los batallones, se quedaron desconcertados ante aquellas muestras de confraternización, pero a la vez abrumados por cómo se habían desarrollado la situación. No sabían muy bien qué hacer y decidieron parlamentar. Acordaron el cese de hostilidades por aquella noche, permitiendo que los cuerpos de los compañeros caídos pudieran ser retirados. Y a eso se dedicaban cuando un sacerdote del contingente escocés, en un momento dado dijo en voz alta y con los brazos abiertos: “In nomine Patris, et Filii et Spiritus Sancti” y no hubo ni un solo soldado que no dejase lo que estaba haciendo para, de forma automática, dirigir su mirada al cura, persignarse con la señal de la Cruz y rematar las palabras de aquél con un “Amén”
La misa finalizó y el escocés comenzó a administrar la extremaunción a los muertos franceses y a los alemanes.
En aquel momento no eran alemanes, ni escoceses, ni franceses, eran simples hombres que compartían una misma herencia histórica, unas mismas raíces, una misma civilización y por eso, cuando el sacerdote dijo “Dominus Vobiscum”, todos sabían que había que responder “Et cum spiritu tuo”.
Pronto volvieron cada uno a sus trincheras respectivas.
Al final, los tres batallones fueron disueltos por sus mandos, los tenientes tachados de indignos y los soldados enviados a otros frentes como castigo por haber confraternizado con el enemigo.
Y entonces me acordé de la polémica que se formó en España con la retirada de los Crucifijos de los colegios públicos. También recordé a todos los que son renuentes a admitir nuestra pertenencia a la misma civilización que aquellos soldados de la Navidad de 1914, con los que compartimos tradiciones transmitidas a lo largo de la Historia y cuyo origen reside en una persona que murió en una Cruz, en su Padre y en su Madre.
¿Qué más da que uno sea creyente o no? Yo no lo soy, pero reconozco que Jesucristo está en el origen de la civilización a la que pertenezco y que muchos de los valores morales que la conforman provienen de Él. Medimos el tiempo a partir de su nacimiento y descansamos los domingos, porque su Padre decidió que el séptimo día de la semana debía dedicarse a ello. Por eso me pareció mal la retirada de los Crucifijos de los colegios públicos y fue ese uno de los motivos que me impulsaron a matricular a mi hija en un centro que le garantizase el conocimiento de la herencia histórica y de la civilización cristiana a la que pertenece. Que después se haga monja o miembro de una banda de “Ángeles del Infierno” me resulta irrelevante.
Cuando Zapatero hablaba de la “Alianza de Civilizaciones” parecía olvidar que la nuestra es la Civilización Cristiana


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