Ya
he comentado varias veces que la actitud de una gran parte de la prensa
española me parecía excesivamente catastrofista y que, en mi opinión, las
noticias se magnificaban con el único objeto de vender periódicos o ganar
audiencias y el otro día, Chani Pérez Henares me lo confirmó. Iniciaba así su
artículo “No es noticia” publicado en su blog el pasado día 6 de enero:
“Dice un viejo axioma periodístico que
las buenas noticias solo venden en deportes. Que en el resto, lo que pone
al personal para comprar periódicos y subir los shares de las teles son las
malas tirando a peores. No hay nada mejor que una catástrofe para agotar el
papel.”http://blogs.periodistadigital.com/lamarea.php/2015/01/06/no-es-noticia
Y
bueno, uno puede pensar que algunos o muchos plumillas españoles rayan cierto
grado de irresponsabilidad con sus escritos, pero la libertad de expresión nos
ampara a todos.
El
otro día leía un artículo de Emilio Campmany –probablemente el último- que me
pareció un ejemplo cristalino de esa inexplicable manía de confundir a la
ciudadanía gratuitamente, de transmitir una realidad que describe a España
dirigida por una pléyade de mentirosos que gastan “ingentes presupuestos con los que se financian ellos y a sus
clientelas” y al borde de un cataclismo devastador que, objetivamente
mirado, no se ve por ningún lado. http://www.libertaddigital.com/opinion/emilio-campmany/in-socialism-we-trust-74449/
Dice
Campmany en un párrafo del artículo que:
"No niego que la llegada de
Podemos al poder no vaya a ser un desastre como lo será la de Syriza en Grecia.
No discuto que exista la posibilidad de que, una vez alcanzado, no haya forma
de que lo abandonen, pues nunca ha sido fácil que los comunistas lo hagan. Lo
que no acepto es que haya que tragar con lo que ahora tenemos porque los que
vienen son populistas e izquierdistas radicales."
Terminé
de leerlo y lo primero que pensé fue ¡¡pero vamos ver!!! ¡Si no tragamos "con lo que tenemos", sólo quedan estos populistas de izquierda radical! ¿En qué quedamos?
Analizando
el párrafo no hay duda que el periodista da por supuesto que la llegada de Pablo
Iglesias al poder significaría el desastre para España. Es decir, el caos,
la calamidad, la hecatombe, la ruina, términos todos sinónimos de “desastre”.
Acto seguido, reconoce que la militancia comunista de Podemos asegura que si
acceden al Gobierno, harán lo que haga falta para no abandonarlo nunca. Lo cual
también es completamente cierto. La Historia del siglo XX es testigo que el
comunismo tomó el poder en Rusia en 1917 y no lo abandonó hasta que destruyó el
Estado en 1989 dejándolo en la miseria. Tomaron el poder en Cuba en 1951 y
aunque aún lo conservan, el país lleva décadas sumido en la indigencia,
viviendo con estrecheces, rodeados de pobreza y de necesidad. Igual ha hecho
Hugo Chávez en Venezuela, en donde la escasez de productos básicos tiene a numerosos venezolanos haciendo noche en las puertas de los supermercados -militarizados al objeto de evitar desórdenes- para coger sitio en las colas. La foto acompaña una noticia fechada el pasado 10 de enero.
¿Qué escenario futuro puede ser peor que este?
Y sin
embargo, después augurarnos las siete plagas de Egipto si gobierna el populismo
de Podemos, el autor rechaza indignado lo que “ahora tenemos”, -entiendo que el
PP o el PSOE- basando esta negativa únicamente en el hecho de que se arguya que
¿“vienen populistas e izquierdistas
radicales”?……el razonamiento me parece de una inconsistencia tal, que me
resulta difícil admitir que busque nada distinto de exacerbar el ánimo de un
sector de los ciudadanos. Cuando más necesario resulta un frente sólido que se
plante ante aquellos que quieren convertirnos en Venezuela, libelos como
estos hacen un flaco favor al interés de España. Porque, vamos a ver, ¿qué más da que se grite que vienen unos
populistas de izquierda radical cuando es verdad?¿No es esa la realidad cierta que
tenemos delante de nuestras narices? ¿Es mentira que lo que se nos viene encima
es una panda de profesores universitarios sin plaza, de resentida militancia
marxista leninista, criados a la sombra del hijo de Santiago Carrillo, rector
de la Universidad en la que esto pibes imparten clases y que carecen de la más
mínima experiencia de gobierno? ¡Pues vienen ahí! Y como logren llegar, nos hundirán,
así que lo que ahora tenemos, aunque al señor Campmany le repugne, es lo menos
malo que nos puede ocurrir a los españoles y resulta triste comprobar este
ataque desmedido, más aún viniendo de un medio abiertamente conservador, a lo
único que nos garantiza una estabilidad social medianamente razonable, es
decir, al bipartidismo que nos ha dado el período democrático en paz más fructífero
de nuestra Historia.
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