El último bandazo del
joven Albert declarando su negativa a cualquier tipo de pacto con el PSOE para
después de las próximas elecciones, clarifica bastante, en mi opinión, el
panorama electoral.
Los inventores del
“cordón sanitario” del que hablaba el cómico argentino Federico Luppi, se ven ahora
gracias a Ciudadanos frente a la realidad. Los únicos socios ciertos con los que (léase como
Penélope en los Oscar) ¡¡Peeeedro!! podría conformar una mayoría de gobierno, se
reducen a enemigos declarados de España, por lo que en puridad y como comentaba
un articulista, votar Pedro significa votar a Puigdemont, a Torra y a sus
CDR, votar Pedro supone votar a Podemos, a Otegui y a las 150 mil mareas. Votar Pedro implica votar el indulto a los golpistas y asumir la presencia de un relator. Votar Pedro supone aceptar la mutilación de nuestro país y el hundimiento de la economía. Contra los hechos no valen los argumentos y los hechos de Pedro para con España los hemos visto todos.
Ciudadanos es siempre un
ejercicio de equilibrio equidistante. Ha tratado la corrupción del PP de Madrid
blandiendo mano de hierro, mientras que en Andalucía con la del PSOE se ha manejado con guante
de seda, siendo ésta, sin lugar a dudas, la mayor de todo el arco
parlamentario, cuantitativa y cualitativamente hablando. Por otro lado, tras
haber quedado tercero en las elecciones andaluzas, pretendió, ¡nada menos!, que
la presidencia de la Junta. Sus líderes regionales se han dedicado a
menospreciar pública e inaceptablemente a los de Abascal y a su casi medio
millón de votantes, a pesar de haber necesitado su respaldo para dirigir
Andalucía. Y es que Ciudadanos, -aunque lo oculta para arañar votos al PP- es un partido
de centro izquierda y por eso, hace unas semanas el joven Albert hablaba ya de
pactos post electorales con un PSOE sin Sánchez, pero la toxicidad electoral de
los futuribles aliados de ¡¡Peeeedro!! está calando tanto en la opinión
pública que han tenido que cambiar de tercio una vez más. El temor a perder
votos en el caladero del PP y lo que es peor, a que los que abandonaron a
Rajoy para irse con Albert, decidan volver “a casa”, ha hecho que en horas
veinticuatro hayan replegado velas y ahora renieguen de todo el PSOE en general.
A la vista del grave peligro que afrontamos con un golpe de estado de por
medio, con uno de los dos grandes partidos nacionales dispuesto a aliarse sin
dudarlo con los golpistas, esta indefinición de Ciudadanos resulta
inexplicable, como tampoco se explica su rechazo a ir junto al PP al Senado
para garantizar la aplicación del 155.
Al
final y como también señalaba otro articulista, resultan ser solo dos los partidos
que garantizan que tu voto no irá a Pedro Sánchez
-->
Amén
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