30 abr 2012

Presupuestos



Alfredo Pérez Rubalcaba ha calificado hace unos días los presupuestos presentados por el gobierno de Rajoy como “increíbles”.
Increíble, del latín "incredibilis". Según la RAE significa “Muy difícil de creer” o “que no puede creerse”.
Mire señor “Llámame Alfredo”, increíble es que el PSOE engañase a España y a Europa con la cifra de déficit y que esta mentira desleal nos haya costado a todos 30 mil millones extras.
Increíble es que el PSOE de Andalucía se haya “bailado” más de mil millones de euros de los trabajadores en el asunto de los ERES, y que el BOE de hoy, 27 de abril, publique una Resolución de la Agencia Española de Cooperación internacional, por la que se deja sin efecto otra, de fecha 14 de junio de 2011 por la que ustedes concedían subvenciones a organizaciones no gubernamentales para la realización de convenios de cooperación al desarrollo, con un presupuesto, ¡nada menos! de 290 millones con cargo a los ejercicios presupuestarios 2012-2015. Es decir, hace 10 meses, ustedes estaban dispuestos a conceder ayudas a ONGs por valor de casi 50 mil millones de pesetas.
Increíble es que después de la prodigalidad impúdica con que se ha dilapidado el dinero de todos en los últimos ocho años y de los niveles de endeudamiento a los que el PSOE nos ha conducido con su trágica gestión, se atreva a calificar los presupuestos populares como “económicamente ineficaces y socialmente injustos”.
Increíble es que tras haber recortado el PSOE 15.000 millones de euros en el 2010 en pensiones y sueldo de funcionarios, el mayor recorte de derechos sociales de toda la democracia, venga ahora con que los 10 mil millones recortados por el PP en sanidad y educación , son “un delirio jacobino” o que “llevan la xenofobia a la sanidad”
Increíble es que hayan votado a favor de la fijación en la Constitución de un límite de endeudamiento hace cuatro meses y lo contrario anteayer.
Resulta desgraciadamente increíble, la completa ausencia de conciencia alguna de haberlo hecho requetemal. No hay autocrítica. Parece que su pasada gestión no tiene nada que ver con el momento que vivimos. La culpa es de otros. De la crisis, de Leehmann Brothers, del capital y los mercados, de la derechona, de Merkel y Sarkozy, de la “profe que me tiene manía”……..es decir, el PSOE, después de ocho años dirigiendo España de la forma que lo ha hecho y que le ha valido el castigo del pueblo en las urnas -los 110 diputados son reflejo irrefutable-, no siente remordimiento, ni turbación alguna; más bien, todo lo contrario. Se lanza altanero al ataque, conduciéndose como si las dos últimas legislaturas las hubiese pasado en la oposición y no en el Gobierno.
Encima han interiorizado de tal forma este hecho, que han terminado por creerse que ellos no tienen nada que ver con cómo nos va la vaina, cuando la realidad es que todos y cada uno de los recortes, pérdidas de derechos laborales y sociales que Rajoy se ha visto obligado a aplicar, lo han sido para corregir el desastre dejado por el PSOE.
Me comentaba un amigo que esta negativa a asumir culpa alguna, residía en el convencimiento absoluto de la izquierda española, de que sólo es legítimo un Gobierno en este país si son ellos los que están al frente, es decir, “creen que si ellos no gobiernan España, es porque se ha producido un error, un fallo general en el sistema y por esto mismo, - este Gobierno es producto de un mal funcionamiento-, su legitimidad, de alguna manera, queda disminuida, devaluada. Así, todo vale y queda justificado. El resultado de las urnas se torna un aspecto secundario que decae frente a la trascendencia de este defecto sobrevenido en el método. Esta falta de legitimidad –según entienden- es tan grave y dañina para la sociedad, que cualquier latrocinio cometido ayer queda automáticamente eliminado de la memoria o se convierte en minucia, ante el alcance de los peligrosísimos perjuicios que el error del sistema produce y que ellos se sienten obligados a extirpar como sea”. 



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