Hace unos días tuve ocasión de hablar con una empresaria y en menos de tres minutos y medio de conversación, reafirmó mi idea de que si no es por ellos, -ella en este concreto caso-, y por su iniciativa, nuestra economía no arrancaría jamás.
Salir del trabajo a media mañana a comerte un bocadillo y un café con leche, pasó de golpe de 250/300 pesetas a 3 euros, así que hace tiempo decidí reducir este coste de manera fulminante.
En un principio, empezamos a ir -siempre coy con el mismo elemento a desayunar- a una panadería que por un bocadillo de salami con queso y una botella pequeña de agua de Firgas, nos cobra 1'90 euros. Pero claro, me parecía que comparando este precio con los 3 euros que sale un bocata de vueltas de ternera con queso y un café con leche, existía una desproporción casi evidente. La panadería me resultaba cara y empecé a pensar cómo reducir aquellos casi 2 euros que me gastaba en el desayuno diario.
Total que mi compañero ha salido de vacaciones y desde el lunes pasado entro en el supermercado de la cadena "DIA" que hay cerca de mi oficina con un resultado espectacular. He conseguido desayunar por 1' 75, 1'47, 1'16, 1'04 y 0'97, si bien he comprado una botella de agua de litro y medio que tengo en el trabajo, que es dónde termino preparando y comiéndome el bocadillo.
Cada día compro una baguette muy grande -no venden nada más pequeño- con la que comen perfectamente dos personas y que sale 33 céntimos de euros.
Luego voy a la charcutería y dependiendo del día, compro o tres lonchas de mortadela o una larga de queso de plato junto con tres de salami o dos lonchas grandes de pata de cerdo que, salvo este día que me tiré por la pata, -estaba recién hecha- no pasa nunca de los setenta céntimos y ahí estaba yo, esperando mi turno, cuando la charcutera, no sé por qué, me miró y refiriéndose a un comentario de una mujer a la que acababa de atender y que ya se había ido, me dijo:
-"¿Cómo no voy a tener buena cara hoy? ¡trabajando aquí 14 horas al día,.....si no pongo buena cara, esto no lo aguanta una ni de bromas!"
- "¿Catorce horas?", le pregunté asombrado.
Y con la misma buena cara me dijo:
- "Mira, es que soy autónoma. La charcutería es mía, sólo que está dentro del supermercado de esta cadena."
¡Con un par!
¡Catorce horas diarias de trabajo para sacar su negocio pa'lante! y todavía hay gente que habla del "empresario explotador", del "capitalista miserable que sólo quiere esquilmar al obrero y llenarse los bolsillos a su costa", cuando a 1 de enero del año 2011 hay en España 3.246.986 empresas, de las cuales 3.243.185 (99,88%) son PYME y de éstas 1.793.878, no tienen ningún asalariado.
¡Catorce horas diarias de trabajo para sacar su negocio pa'lante! y todavía hay gente que habla del "empresario explotador", del "capitalista miserable que sólo quiere esquilmar al obrero y llenarse los bolsillos a su costa", cuando a 1 de enero del año 2011 hay en España 3.246.986 empresas, de las cuales 3.243.185 (99,88%) son PYME y de éstas 1.793.878, no tienen ningún asalariado.
Amigo Filterarrow:
ResponderEliminarTu última estadística es una de las causas de nuestra endeblez económica. No debemos estar orgullosos de tener tanta PYME, sino que deberíamos establecer el objetivo de que la PYME crezca. Esa es la clave. Lo que pasa es que para ello se tienen que dar unas circunstancias macroeconómicas que permitan competir con las empresas de fuera.
Ahora bien, que comparto plenamente contigo la idea de que la mayoría de los pequeños empresarios españoles son unos currantes. No es menos cierto que podrían defraudar menos, al igual que los autónomos, y lo harían si no tuvieran dobles tributaciones.
Un abrazo
Estamos de acuerdo Jl72. No dudo de que muchos de ellos también defraudan y que tal vez no lo harían si no tuviesen que estar tributando por duplicado, pero, ya digo, todavía persiste la idea de que el empresario es un miserable explotador. Un compañero me decía: "tienes que partir de la base de que todo empresario es un hijoputa" y esta idea se haya muy extendida
ResponderEliminarSaludos afectuosos
Efectivamente, un empresario puede ser cualquiera en un país desarrollado. Esa es la clave. La primera mitad del siglo XX (y no digamos la revolución industrial) quedó atrás. Pero en España seguimos viviendo en la ignorancia y anclados en el pasado. Por eso se explican las diferencias entre en sindicalismo europeo y el español. En Alemania el sindicato ayuda a la empresa porque allí tiene su cuchara, y el empresario le da la información que necesita. Parten de un punto de encuentro: La empresa. Su comida.
ResponderEliminarEn España, los sindicatos parten de la confrontación y además, algunos empresarios alimentan su odio con su oscurantismo y su mala gestión. Y al final, todos perdemos las empresas, y por tanto, perdemos la comida
Un abrazo