27 oct 2013

Por Teror y San Mateo




El domingo pasado sobre las 8:30 ya estaba por el Muelle Deportivo. Este velero de dos palos estaba muy cerca de la escollera.

Salí del Muelle, cogí León y Castillo, los Túneles de Julio Luengo y cuando me di cuenta enfilaba la carretera del Norte. Descarté la zona de Gáldar, subí hacia Arucas y justo en la rotonda que hay enfrente de la iglesia, decidí seguir hacia Teror.
 
Estuve un buen rato dando vueltas por la plaza y los alrededores. El tiempo magnífico. A las 9:15 algunos comerciantes terminaban de montar sus puestos, ocupando con ellos todo el perímetro de la Basílica, con la excepción de la entrada principal, mientras que otros ya atendían clientes.
Había más gente en las terrazas de las que me esperaba. Las tiendas, casi todas abiertas.
La verdad es que la plaza y aledaños de la Basílica del Pino en Teror resultan muy agradables para pasear. Todo aparece muy limpio y se disfruta del esmero elegante con el que se mantienen los balcones y fachadas que jalonan la calle Real. 


Aquí ya iba de vuelta sobre mis pasos en dirección a la moto, que la tenía aparcada cerca del Ayuntamiento. 
 

Vivienda en venta en el mismo corazón de la plaza. Debe valer un ojo de la cara.
La verdad es que pensaba tirar para Valleseco, pero cuando ví el desvío para San Mateo, recordé haber leído en el periódico que se celebraba un mercadillo de flores y árboles frutales y hasta allí me fui.  

De camino paré en el arcén varias veces para sacar algunas fotos.  

Una casa abandonada justo en una curva estrecha en la que casi no caben dos coches en distinto sentido a la vez. 


En San Mateo había bastante actividad. Las cafeterías de la calle principal estaban concurridas al igual que......
las de la plaza. El mercadillo era el atractivo del fin de semana

En esta calle, llena de puestos de venta de flores, tiré varias fotos. 



Dos mujeres en un balcón. 
Esta parte de San Mateo también estaba inmaculada. Hay que reconocer que casi todos los pueblos del interior de la isla, cuidan muchísimo la limpieza de sus calles y de sus edificios.


Aquí una Ducati Mulstistrada 1200. Una moto que me encanta y que como sólo sale por 20 mil, he encargado dos al concesionario oficial. Una para ir a trabajar y la otra para paseo los fines de semana.
Joven de San Mateo asomada a una ventana

Esta fue casi la última foto que tiré. Luego, me subí en la moto y me fui en dirección a casa.

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