20 feb 2013

Por buen camino



Sin entrar a analizar qué rayos ha podido pasar por la cabeza de mi vecino de al lado que se fuma cuatro paquetes de cigarrillos al día, al atreverse a tocar en mi puerta indignado para exigirme abandone el barrio y me vaya a vivir a otro sitio, porque considera inadmisible que yo me fume un paquete diario, resulta indudable, como diría Mariano Rajoy, que mi vecino no tiene autoridad moral para demandar mi cambio de domicilio. Esto lo entiende perfectamente cualquier persona a partir de los doce años de edad.
Como digo, no me interesan los motivos que han impulsado a Rubalcaba a plantear semejante petición, sino cuál sería el escenario resultante para los intereses del país y por ende, de los españoles, si prosperase su pretensión.
Vale, Rajoy dimite abrumado por el peso de las acusaciones de corrupción y convoca elecciones anticipadas.
Es probable que no revalidase la mayoría absoluta. La disminución de la intención de voto es clara en las últimas encuestas. ¿Ganaría el PP? Parece que sí, pero necesitaría apoyos para gobernar el país.
Llegados a este punto de mi hipótesis, Rajoy abandonaría alegando que hasta aquí hemos llegado, que no cuenten conmigo para repetir y el PP se vería abocado de golpe a una guerra de sucesión de resultado más que incierto. A partir de ahí, me parece altamente improbable un acuerdo de legislatura entre los dos grandes partidos nacionales, por lo que el PP deberá recurrir a los partidos nacionalistas. Si éstos acceden al pacto tendremos sobre la mesa, una vez más, la insaciable voracidad nacionalista con todo lo que ello implica para el conjunto de la economía nacional, pero ahora, a cambio de rebajar el tono de la amenaza secesionista como contrapartida. Si por el contrario rechazan apoyar al PP, nos podríamos encontrar con un pacto como el de “El Tinell” en el que todo vale para aislar a los representantes legítimos de casi la mitad del cuerpo electoral español, siendo irrelevante lo diferentes, antagónicas o incompatibles que puedan ser las respectivas posiciones ideológicas de las partes a la hora de suscribir el acuerdo. Tampoco conviene descartar que ésta pueda ser la primera opción de gobierno si la suma de escaños lo permite. El precedente está en el socialista Touriño.
No creo que existan más muchas más opciones. En cualquiera de las hipótesis la inestabilidad política y económica estará garantizada; volveríamos a transmitir al mundo desunión, división y ruptura, lo cual sin duda, generará desconfianza, sospecha, recelo, cuando no terror en acreedores e inversores internacionales sobre las posibilidades reales de España para cumplir los compromisos adquiridos. Simplemente nefasto para nosotros y sobre todo, para nuestros hijos.
Por otro lado, el PSOE, principal partido de la oposición, aparece desarbolado, las cuadernas que conforman su estructura crujen ruidosamente a la vista de la población como consecuencia de la guerra fraticida y soterrada que mantienen sus propios dirigentes, incapaces de ofrecer una programa viable que canalice el descontento ciudadano generado por las políticas de duros ajustes porque, sencillamente, no disponen de alternativa realista alguna que ofrecer a los españoles. Griñán por un lado, Rubalcaba por otro, Tomás Gómez, Carmen Chacón, Pere Navarro, Pachi López…..todos con un discurso distinto, unos pidiendo la cabeza de otros, otros callados esperándolas venir, todos queriendo liderar el partido para imponer sus “diferentes aproximaciones” sobre los mismos puntos de vista. Es evidente que a día de hoy no constituye una opción de gobierno factible para defender los intereses del país. Negarlo sería de necios. Además, entre 2008 y 2011, tuvo su oportunidad y demostró no tener los arrestos suficientes para aguantar la presión social y legislar las medidas de dolorosa austeridad que ha tenido que adoptar el PP cuatro años después. ¿Dónde estaríamos hoy si lo hecho por Rajoy en un año se hubiese realizado a lo largo de la última legislatura socialista?
A la izquierda del PSOE, ¿qué tenemos? Pues los antisistemas de Cayo Lara y Gaspar Llamazares. Unos señores que elegidos por el pueblo para que lo represente allí donde reside la Soberanía Nacional, no han dudado un segundo en apoyar pública y personalmente a aquellos que pretendían subvertir esa misma Soberanía Nacional intentando tomar su sede por la fuerza, sólo pueden ser calificados como antisistemas. La posibilidad de un gobierno dirigido por un grupo como este al que pertenece el alcalde Sánchez Gordillo y “la calle”, es aterradora.
Al final sólo queda el PP. A España y a los españoles nos conviene que continúe Rajoy por egoísmo nacional. Objetivamente no hay ahora mismo un recambio mejor. El resto de la oferta es o políticamente débil en el caso del PSOE o descabellada y loquinaria en el de IU. Rajoy en cambio dispone de mayoría absoluta para hacer y deshacer sin necesidad de contar con el apoyo de ningún otro grupo. Se está manejando con mesura, lidiando las acusaciones de corrupción con firmeza pero sin aspaviento, poniendo cimientos sólidos para la recuperación y transmitiendo al mundo una imagen de rigor y seriedad muy alejada de la mostrada por el gobierno anterior. Resulta indudable que la estabilidad requerida para seguir introduciendo los cambios que España necesita para salir del pozo, la tiene asegurada gracias al respaldo incuestionable de las urnas y es palmario que lo hecho hasta ahora parece ir por el buen camino. Desde la vuelta a España en octubre de 2012 de grandes fondos de inversión como Blackrock tras una ausencia de seis meses, al éxito casi habitual de las subastas de deuda pública; desde la preocupación que muestra Françoise Hollande al ver que su prevista reforma laboral para Francia se queda corta ante la mejora de la competitividad operada en nuestro mercado laboral con Rajoy, hasta el reconocimiento de este concreto hecho por parte del jefe de la misión del FMI en el país vecino el pasado 6 de febrero al señalar a Reuters que “Francia ha perdido competitividad en relación a España” o las declaraciones del consejero delegado de Renault, Carlos Ghosn también a la misma agencia "Creo que España va muy rápido en la dirección correcta de restablecer la competitividad industrial"; desde el incremento histórico de nuestras exportaciones, hasta la mejora de la prima de riesgo, desde la reforma de la Administración Local, hasta el alejamiento del fantasma del rescate; desde el “España va por buen camino” del presidente del BCE, Mario Draghi el pasado 13 de febrero en el Parlamento, hasta el traslado de la producción de Ford desde Bélgica a nuestro país o la adjudicación a las plantas de España del nuevo plan industrial de Renault que garantiza 1.300 empleos y producción para los próximos diez años.
Contra factum……………non valent argumentum.

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