6 oct 2014

Grecia ¿quién lo iba a decir?


Hablaba el otro día con un amigo de origen norteamericano acerca de la decapitación de su compatriota periodista, James Foley por parte de miembros del Ejército Islámico de Irak y Levante y de la despiadada y bárbara crueldad con la que se estaban conduciendo, degollando, asesinando y hasta crucificando a sus congéneres por cuestiones religiosas. Rápidamente concluimos que nosotros, los infieles ciudadanos occidentales, seríamos los siguientes en la lista de estos terroristas y en ese momento me dijo, “mira, son este tipo de cosas las que exigen una actuación militar tan severa que signifique el aplastamiento total de hasta el último miembro de ese Ejército islámico y en lugar de esto, nos dedicamos a bombardeos diarios que acaban con algunos de estos hijos de puta, pero que deja a otros muchos vivos para continuar con los asesinatos”.
La verdad es no puedo estar más de acuerdo.
Irán, el país islámico en el que reside la mayoría de los chiítas del mundo, ha empezado a temblar ante la gravedad de la amenaza, tanto, que se ha visto forzado a negociar con el “Gran Satán” yanqui –si Jomeini levantara la cabeza…- y parece han acordado que serán voluntarios iraníes –entre otros- los que se enfrenten sobre el terreno a estos terroristas del Ejército Islámico.
Total que en eso llegó la cumbre de la OTAN en la que el presidente de los EEUU solicitó a sus aliados europeos la formación de una gran coalición para enfrentar a estos terroristas y sólo ha logrado que diez de los veintiocho miembros de la UE, -lamentablemente España se ha quedado fuera-, se sumen a aquélla, eso sí, dejando absolutamente claro que “no habrá soldados sobre el terreno”.
Con mi amigo yanqui ya había hablado de esta incomprensible actitud de los países de la UE de considerar el gasto en defensa como algo poco “progresista” y que la mayoría de los europeos no querían ni ataúdes, ni sangre, ni gastarse mucho dinero en sus Fuerzas Armadas, ni siquiera cuando con ello se tratasen de adoptar medidas para defendernos de una amenaza tan real y cierta como esta, a pesar de que, encima, la mayoría de los occidentales que luchan en el Ejército Islámico proceden de países de la UE, esto es, a sabiendas de que tenemos al enemigo en casa.¡Que los muertos y los dineros que acarrea nuestra defensa los pongan los EEUU!
Hace algunas semanas, el nuevo líder de los socialistas españoles afirmaba en una entrevista en Antena 3 que España debía haber formado parte de la coalición militar promovida por el presidente Obama, pero “sin que eso significase enviar militares”. ¡Que me expliquen cómo se come eso!
Y hoy día 4 de octubre, en el diario El Mundo, entrevistado por Rafael Álvarez y a la pregunta “¿Qué Ministerio sobra y qué presupuesto falta?” ha respondido que “falta más presupuesto contra la pobreza, la violencia de género... Y sobra el Ministerio de Defensa.”

Pedro Sánchez ha tenido que matizar el mismo día estas manifestaciones y el diario El Mundo recoge en su web que fuentes del PSOE le han manifestado que “no está en el ánimo de Pedro Sánchez eliminar el Ministerio de Defensa.”
Vale, no está en su ánimo, pero sin duda sus palabras reflejan el verdadero sentir de gran parte de nuestra izquierda que reniega de algo tan básico como estar preparados para defendernos de una agresión externa, porque "todo se puede dialogar". José Bono cuando era Ministro de Defensa decía que prefería morir a matar y la impresentable de Carmen Chacón desempeñando el mismo puesto afirmaba ser pacifista. Tengo numerosos amigos y conocidos de izquierda que están convencidos que hay que reducir el dinero destinado a defensa y gritar “No a la guerra” y si me apuras hasta “¡OTAN, no, bases fuera!" Me resulta incomprensible.
Leía en un diario de tirada nacional que sólo tres países de la OTAN cumplen la recomendación de destinar el 2% del PIB a defensa. Los EEUU con un 4’8%, Reino Unido con un 2’6% y, ¡mucha atención!, Grecia con el 2’1%.
Grecia, el país intervenido por excelencia, el que vive de rescates de la UE, el que está hundido en la crisis y vive amenazado por el auge de la extrema izquierda y de la extrema derecha, el que falseó todas las cuentas públicas, destina mayor porcentaje de gasto a defensa que el siguiente en la lista que es…..¡¡¡Francia!!! Es decir, los helenos, asumiendo sin ambages el peligro que uno de sus vecinos - tienen contenciosos con Turquía desde hace siglos- representa para su soberanía y aún sufriendo las penurias económicas y sociales más dolorosas, no dudan en destinar recursos económicos –que obviamente detraen de otras partidas presupuestarias del Estado- para disponer de unas Fuerzas Armadas capaces de hacer frente al que les amenaza. El ejército turco está entre los diez más poderosos del planeta.
En el caso de España, nuestros potenciales enemigos –como señalaba el presidente Rajoy- vienen por el norte de África. No podemos tomarnos esta amenaza a broma, ni podemos desdeñar su alcance porque lo cierto es que somos un objetivo de los terroristas islámicos y ahí van dos ejemplos.
Safar al-Hawali, prominente jeque Saudí en una carta dirigida a George W. Bush: "Imagine señor presidente, ¡todavía lloramos la pérdida de Andalucía y recordamos lo que Fernando e Isabel hicieron a nuestra religión, a nuestra cultura y a nuestro honor! Soñamos con recuperarla".

Ansar al-Islam en el Sahara musulmán: "Al Andalus está frente a nuestros ojos y con la ayuda de Alá recuperaremos la Tierra del Islam y lo que nos fue arrebatado de las manos de nuestro antepasados, sin que nos importe el tiempo que pueda llevar conseguirlo." (Estas “prendas” están cerquita de las islas, ahí al lado)

En noticia fechada el pasado mes de julio, Javier Casqueiro comentaba el atentado yihadista perpetrado contra el ejército de Túnez e iniciaba su artículo en el diario El País con el siguiente párrafo: “Túnez de luto nacional tres días, Marruecos lleva una semana en estado de máxima alerta, Argelia mantiene a sus omnipresentes fuerzas de seguridad en vigilancia total y Libia sigue en el caos. El fantasma del yihadismo terrorista obsesiona en el Magreb, también en los países teóricamente ahora más estables”.
Aunque muchos quieran soslayar esta realidad, "eso no va a pasar aquí", lo cierto es que los chiíes tienen sus propios grupos terroristas, Hamás y Hezbolla, ambos subvencionados por Irán. Los suníes tienen los suyos, Al-Qaeda y el Ejército Islámico, financiados por Arabia Saudí. En cuanto uno de ellos acabe con el otro, dirigirán a estos terroristas a intentar recuperar lo que consideran les pertenece. Las palabras de Osama Bin Laden, “al final de todo, le pedimos a Alá que la Umma pueda recuperar su honor y prestigio y que pueda levantarse sobre todos los territorios islámicos robados, desde Palestina hasta Al Andalus” no dejan lugar a dudas.

Y, más o menos por aquí llevaba este artículo, cuando leí en un diario digital que “El Gobierno baraja una intervención militar en Libia junto con Francia”. “Informes de inteligencia –continúa este diario- insisten desde hace meses en el riesgo de que se instale en el ‘patio trasero’ de España una réplica del Estado Islámico” y puede que esto sea una completa exageración que admita el “no- hacer-nada-para-que-nada-nos-ocurra”, (el buenismo de ZP) pero sería trágico que después de no mover un solo dedo para prevenir un peligro que se cierne sobre nuestro país, encima no tuviésemos capacidad para defendernos. ¿Pero…es que nadie se ha sorprendido por la meteórica velocidad del avance del EI por el norte de Irak?’
La posibilidad de que una chispa pueda prender por todo el norte de África es un escenario que seguro está previsto por el Estado Mayor de nuestras FFAA, pero ¿en qué condiciones está nuestro Ejército?¿Y nuestra Armada? ¿y nuestras fuerzas aéreas?
En 2013 España gastó en defensa el 0’94 % del PIB, bastante lejos de la recomendación de la OTAN. Desde 2008 el presupuesto se ha reducido un 32% y parece que la mitad de nuestros carros de combate, por poner un ejemplo, están parados………….
Ya desde la época de los romanos estaba claro que “si vis pacem para bellum”, esto es, la paz, sólo se garantiza estando preparado para la guerra y viendo lo visto, me temo que ese 0’94 % del PIB es del todo insuficiente.
Aprendamos de Grecia. Aumentemos el gasto destinado a defensa para asegurar que todas las Armas de nuestras FFAA estén plenamente operativas, se encuentren suficientemente dotadas, garanticen la seguridad de nuestros militares y sean capaces de responder a una agresión externa de forma contundente y aplastante.
¿Y de dónde se saca el dinero? Pues minorando todas y cada una de las restantes partidas presupuestarias. No hay otra solución. Como me comentaba un amigo "mejor que nos estemos dando por c**o entre nosotros porque la cosa está jo**da, a que sigamos jo**dos y que encima vengan otros de fuera a darnos por detrás sin que podamos oponer resistencia"
El problema es que con la izquierda española no se puede contar. No quiero imaginar su reacción si Rajoy hubiese decidido formar parte de la coalición propuesta por Obama.



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