2 oct 2014

Hasta San Bartolomé de Tirajana por Temisas



Este pasado domingo ya estaba despierto a las 8 de la mañana. Como siempre pregunté a mi mujer si se animaba a dar un paseo pero nanay de la china. Luego llamé a mi madre por si le apetecía acercarse hasta San Mateo y echar un vistazo por el mercadillo agrícola que se monta todos los domingos por allí y tampoco, así que a las 8:30, con la cámara a cuestas, bajaba en la moto por la calle Buenos Aires en dirección al muelle. 

Ya desde la avenida marítima pude divisar, al menos, tres cruceros atracados en la dársena del Santa Catalina, pero como es habitual en estos casos, la policía portuaria prohibía el acceso. Sólo pasaje y tripulaciones podían entrar y salir libremente del recinto.
 
Una vez más comprobé que los casi 7.000 cruceristas que llevaban a bordo los buques atracados, el "Aida Stella", el "Celebrity Eclipse" y el "MSC Sinfonía", desembarcaban en la novena ciudad más poblada de España, a diez minutos a pie de una de las zonas comerciales más importantes de la misma y todos nuestros comercios estaban cerrados a cal y canto. ¡La-men-ta-ble!
 
Aparte de esta, en un muelle interior, no pude tirar ni una foto y me largué de allí sin bajarme casi de la moto.
 
 
Salí del muelle y tiré en dirección sur, pensando en subir, tal vez, por Tafira baja, pero cuando llegué a los túneles de San José, cerca de la Comandancia de la Guardia Civil, decidí seguir pa'lante y me llegué hasta La Pardilla, en Telde. De allí seguí hasta El Calero, otro de los barrios de este municipio, para continuar hasta Ingenio en donde hice mi primera parada.

En el mismo bar en el que me pedí un cortado, serían las nueve más o menos, ya había algunos moteros "pro", es decir, de los que salen cada domingo equipados con monos, cascos y guantes como los que usan Jorge Lorenzo, Marc Márquez o Dani Pedrosa, manejando motos "tipo R" ("racing") de 120 caballos de potencia para arriba y que en numerosas ocasiones me han adelantado a velocidades de vértigo. La relación peso potencia es tal en estas motos, que los ves por el espejo retrovisor y tienes la sensación de que se te acerca un misil. 

El día estaba completamente despejado y el sol brillaba con fuerza, pero corría una ligera brisa que de no tener puesta la chaqueta, me habría dado frío. 

Apuré el cortado, pagué, salí del bar subiéndome la cremallera de la chaqueta, casco, gafas, guantes y arranqué la moto. Llegué al primer cruce nada más salir de Ingenio y giré a la derecha en dirección a Temisas. Las siguientes fotos -si se cliquea sobre ellas se ven a mayor tamaño- son de esa zona.



El firme de esta carretera de Temisas es perfecto. No hay baches, está casi siempre bastante limpia, el tráfico suele ser escaso, no hay gravilla ni piedras, vamos que normalmente tiro de acelerador por esta zona con muchísimo gusto, pero........ 


creo que de todas mis salidas moteras, ésta ha sido la vez que más despacio he conducido y en la que más veces he parado para disparar una foto. Hasta San Bartolomé de Tirajana no tuve a nadie detrás de mi y fueron pocos también los que se me cruzaron en sentido contrario. Hubo ocasiones en las que estuve yendo a 20/40 kms. por hora durante un buen rato, en segunda, mirando y buscando algún encuadre interesante.

Había aparcado en una curva que tenía un buen arcén para sacar esta foto. Tuve que retroceder unos 100/150 metros para hacerla. Se oía el ruido de una moto grande que se acercaba y

veo que  este elemento está frenando y termina por parárseme al lado. Se subió la visera y me dijo: "perdona, ¿eres el fotógrafo del Canarias 7 que está haciendo un reportaje que luego cuelga en su blog?"
Me dio la impresión que le decepcionó que no lo fuera. 

Juraría que entre sus piernas llevaba una Kawasaki ZX636-R, una bestia de 130 caballos capaz de pasar de 0 a 100 en menos de cuatro segundos, de 0 a 160 en menos de siete y con una cubierta trasera el doble de ancha que la mía. Era un "pro" y me temo le habría agradado ser sujeto del reportaje del fotografo del diario. En la siguiente foto se puede ver el mono con el protector de la rodilla para las "tumbadas", las botas con el remache metálico lateral para los roces con el asfalto, los guantes, el casco..........., vamos, el equipaje completo. 

Tengo que reconocer, una vez más, que en ciudad mi Kawasaki ER-5 es imbatible. Poco aparatosa, manejable, ágil, rápida, de consumo mínimo y dura como una roca,..........pero es que fuera de ella, con sus humildes 50 caballos, no desmerece en absoluto, respondiendo a la perfección dentro de lo que son sus características técnicas. Su relación peso potencia es también importante, tanto que en más de una ocasión, otros moteros con los que he compartido excursión se han quedado impresionados con ella, "¡niño, tu Kawa camina un huevo!" 

Y sí, todo es verdad, 500 centímetros cúbicos, pero............yo también quiero poder pasar de 0 a 100 en menos de cuatro segundos. En definitiva, es el reprise lo que me gusta, esa sensación de ir manejando un proyectil. Como me saque la primitiva, la Ducati Multistrada 1200 cae seguro

Volví a subirme en la moto y seguí hacia San Bartolomé de Tirajana.
Otras instantáneas del barranco tirajanero.




Volví a parar en un espacio mínimo del arcén cuando un eco de ruidos de tubos de escape se propagaba in crescendo por todo el interior del barranco. No tuve que esperar mucho.  Diez o doce motos en fila india.







Y llegué a San Bartolomé. Se celebraba algo. Había exposiciones de vehículos antiguos y de los bares se escapaba la retransmisión del Tenerife/UD Las Palmas.


Este Austin Seven acaparaba las miradas de los numerosos curiosos que pululábamos por allí. Me gustó, pero........



tengo que reconocer que este Humber del año 64 y
este Borgward Isabella Coupe del 59 me gustaron mucho más


También se exhibían algunas motos de los años 70 y otras más antiguas aún. Hondas, Vespas, Derbis, B.S.A......







y cinco o seis BMW M3 de los años 90


Hice esta foto de la iglesia tirajanera y arranqué en dirección a Tejeda, pero al llegar al cruce de San Mateo, viendo la hora que era, decidí empezar a bajar hacia la ciudad.
La Isleta desde el quinto pino. 
Rutómetro del pasado domingo con salida en el Muelle y llegada en el centro comercial La Ballena.

Estaba de vuelta en casa sobre la una y media de la tarde, después de 133 kilómetros y dos horas y media de ruta

3 comentarios:

  1. Cojonudo. Me ha gustado muchisimo. Tu vocacion oculta, periodista. No??

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  2. Cojonudo. Me ha gustado muchisimo. Tu vocacion oculta, periodista. No??

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  3. ¡Hombre Claudio!. No había visto tus comentarios hasta hoy. Me alegro mucho que te gustase

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