19 may 2015

Dos domingos

La salida de hace un par de domingos fue un auténtico muerto. Me pasé por el Parque de Santa Catalina antes de decidir qué ruta seguir y me encontré con que se celebraba en la ciudad la VIII Feria de Abril. 

Un primer plano del cartel anunciador


Había muy poca gente  a primera hora, pero..... 

al poco de estar por allí empezó a aparecer gente ataviada para la ocasión. 


Esta foto la tiré desde la marquesina del Muelle Santa Catalina............
y esta..............¡desde ese mismo sitio!. Los edificios que hay en la plaza de Don Benito, en el barrio de Schamann.


Había dos o tres carretas en el Parque. Esta me pareció la más elegante.
 Un primer plano del carretero 


De allí, sin saber bien cómo, volví a tirar en dirección Sur y cuando me di cuenta estaba otra vez deambulando tontamente por la zona de Ingenio. Seguí más hacia el Sur. Dejé atrás la Montaña de Los Vélez, volví para atrás, subí hasta Agüimes...........¡nada!

Me di un salto hasta la playa del Burrero con la esperanza de encontrar algo interesante por el muelle, pero entre las nubes que cubrían la zona y el fuerte viento que te salpicaba la cara con agua del mar, ni siquiera saqué la cámara. Aburrido, me subí en la moto y volví a casa a donde llegué bastante más temprano de lo que suele ser habitual.

Este último domingo en cambio, la ruta Sur estaba descartada de antemano y aunque la salida hacia el Norte, pues...........como que tampoco iba a ser nada nuevo, no serían aún las nueve de la mañana cuando entraba en la rotonda que da acceso a Arucas. De allí hasta Firgas por La Goleta, Barranco de Las Madres, Azuaje y sobre las doce y algo paraba en un cruce para decidir si subía hasta Moya o bajaba hacia la costa por San Felipe. Hice esto último y sobre la una menos algo entraba en mi casa.

















Salí del muelle Deportivo, cogí los túneles de Julio Luengo y por la carretera del Norte seguí hasta Arucas, subiendo por Cardones

Paré antes de entrar en Firgas. Las siguientes fotos las disparé desde un mirador que encontré por allí. Era temprano aún y con el fresco de la mañana las manos se me habían enfriado. Estuve un buen rato posándolas en el tubo de escape que estaba hirviendo y así todo tardé hasta que los dedos se calentaron lo suficiente como para poder enviar a mi cerebro instrucciones precisas para reconocer el disparador de la cámara, porque con ella en la mano, no lo sentía.

El verde, una vez más,.........allí donde pusieras la vista.
La casa que se ve en la foto anterior, arriba a la izquierda, con algo que parece un bidón en lo alto y la misma casa en la foto siguiente, casi en el centro de la foto.

Y empecé a entrar por el Barranco de Las Madres. Muy poquito tráfico en todo el recorrido y las manos ya en perfecto estado.

Creo que en esta salida batí  mi record de paradas para tirar fotos. El tiempo estaba muy agradable y la verdad, los amarillos, los verdes, los rosas y los azules de la vegetación que invade la isla me obligaron a parar en multitud de ocasiones.
 
 
Varias tomas del barranco

 
En un hueco amplio, a la salida de una pequeña semicurva, aparqué la moto para descansar un poco y estirar los pies.


Más fotos por la zona. Se puede ver la línea de carretera en la otra vertiente del barranco

Y entonces el cauce del barranco trajo el sonido ronco de motos que se aproximaban. Eran varias y por cómo rugían aquellos motores, venían bastante rápido, así que me preparé.  

¡Coño, una Ducati Multistrada 1200!


Pero ¿cómo? ¡¡Dos Ducati Multistrada 1200 más!!! (Ironic Mode on) ¡¡Estos inhumanos seguro salieron hoy con el único objetivo de buscarme por la isla para restregarme sus impresionantes motos por los besos!! ¡¡Qué cabr...!!(Ironic Mode off) 


Las Multistrada circulando ahora al otro lado del barranco con la lente al máximo. Están en el quinto pino. Las tres fotos de las Ducati las disparé desde el mismo sitio. Sólo crucé la calzada para esta siguiente.


Ya me estaba preparando para continuar cuando volví a escuchar más motos. Una Honda de las grandes y una BMW GS1200
 

Y seguí pa'lante....

De pronto apareció la fábrica del Agua de Firgas y aún me pregunto cómo no le saqué ni una instantánea. A los doscientos metros volví a bajarme de la moto para disparar esta dos últimas fotos.  Seguí hasta esa casa que se ve al fondo pero la carretera se acababa ahí y empezaba un camino rural de tierra perfecto para una.....Ducati Multistrada 1200, ¡qué casualidad! pero no para una Kawasaki ER5.




Me di media vuelta para volver sobre mis pasos hasta salir del barranco, cuando veo que el testigo de la temperatura está en rojo.......Paré el motor de inmediato pensando a la vez, "¡a ver si voy a tener que llamar a una grúa!". Aproveché la pendiente que llevaba desde aquí hasta casi la entrada de la fábrica y la llevé en punto muerto con el motor parado hasta que la cuesta se acabó...........

Volví a arrancarla y hasta casa sin problemas. El testigo no se volvió a encender.















1 comentario:

  1. Está claro que las primeras horas del días son las que aprovechan los moteros para inundar las carreteras. Yo, que soy un profano en esto de las motos, he de confesar que las Ducati me hubieran dejado indiferente, pero ahora que he visto la Multistrada en internet te entiendo: es muy bonita. De todos modos, para que no te ofendas, tu Kawasaki ER5 me parece una señora de buen ver.

    Espero que no se te haya vuelto a encender el testigo rojo de la moto.

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