Esta semana pasada una ola de calor ha invadido las islas y si bien en mi ciudad ha discurrido de forma más o menos, soportable, parece que en Valsequillo, en la zona de medianías grancanaria, ha sido verdadero fuego lo que ha habido. Llegamos a las nueve menos algo de la mañana y el calor ya era bastante. Sobre los 22º. Cuando abrí la puerta de la casa,........¡un invernadero! Tras haber estado cerrada toda la semana, se había producido un efecto sauna, así que antes que nada me dediqué a abrir las ventanas de las habitaciones y cocina, para que corriese el poco aire que había.
Mientras la casa se aireaba, aproveché para ir haciendo otras cosillas. Vacié la talla, el medio bidón de agua que le echamos cada semana nada más llegar a la manga, regué las orquídeas que mi madre tiene en las escaleras y me dí cuenta que el calor había sido bastante intenso.

La tierra estaba totalmente seca, así que la regada de este fin de semana tuvo que ser generosa con todos los matos.
La tomatera
Mientras la casa se aireaba, aproveché para ir haciendo otras cosillas. Vacié la talla, el medio bidón de agua que le echamos cada semana nada más llegar a la manga, regué las orquídeas que mi madre tiene en las escaleras y me dí cuenta que el calor había sido bastante intenso.


























El flamboyán, aunque lentamente, sigue tirando pa'lante





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